El hambre se triplica en Venezuela, seg¨²n la FAO
El pa¨ªs fue el que sufri¨® mayores aumentos en malnutrici¨®n en las Am¨¦ricas, de acuerdo con el nuevo informe de la organizaci¨®n de la ONU para la alimentaci¨®n presentado esta semana
Venezuela es el pa¨ªs latinoamericano que experiment¨® mayores aumentos en materia de hambre y malnutrici¨®n durante el bienio 2016-2018. As¨ª lo establece el nuevo estudio que esta semana present¨® la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) junto al Programa Mundial de Alimentos y la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud. El informe se?ala adem¨¢s que el hambre en el pa¨ªs caribe?o se triplic¨® entre los trienios?2010-2012 (3,6%) y 2015-2017 (11,7%). "Es importante se?alar que estas son las mejores estimaciones que la FAO puede producir utilizando los datos proporcionados por el Gobierno de Venezuela", precisa el documento sobre la falta de cifras oficiales fiables en este pa¨ªs. "Por lo tanto, lo que se desea enfatizar es la tendencia, en lugar de los valores absolutos contenidos en el informe", agrega.
Bolivia y Argentina son los otros dos pa¨ªses que acompa?an a Venezuela en este cuadro, que integra un t¨®xico c¨®ctel de subnutrici¨®n, malnutrici¨®n y obesidad. La Rep¨²blica Bolivariana aporta 1,3 del total de 1,5 millones de personas con nuevos problemas estructurales en su ingesta cotidiana de calor¨ªas. El estudio muestra que, en t¨¦rminos generales, los cuadros de desnutrici¨®n aumentaron de un 5 a un 6 % del total de las naciones latinoamericanas y caribe?as en el lapso que va de 2015 a 2018. Hait¨ª, Antigua y Barbuda, Bolivia y Granada son las naciones con mayores niveles de desnutrici¨®n en relaci¨®n con el total de sus poblaciones.
El nuevo informe de la FAO sobre la seguridad alimentaria en Venezuela refleja una de las muchas paradojas de la crisis sist¨¦mica que atraviesa el pa¨ªs caribe?o. En 2012, con Hugo Ch¨¢vez todav¨ªa vivo, la misma organizaci¨®n hab¨ªa otorgado un reconocimiento p¨²blico al gobierno venezolano por sus avances en la cantidad y calidad de la ingesta diaria de calor¨ªas. La instituci¨®n felicitaba a Venezuela ¡°por haber alcanzado anticipadamente la meta n¨²mero uno del Objetivo de Desarrollo del Milenio: reducir a la mitad la proporci¨®n de personas que padecen hambre en 2015¡±.
Durante aquel a?o 2012, en el cual hubo unas presidenciales en las que Ch¨¢vez logr¨® la reelecci¨®n, el Gobierno bolivariano orquest¨® con aquella certificaci¨®n de la FAO un poderoso despliegue propagand¨ªstico para alcanzar sus objetivos. Para entonces, la econom¨ªa venezolana, apuntalada por los altos precios petroleros, segu¨ªa creciendo, la inflaci¨®n no tocaba las brutales cotas de alza del momento actual y el gobierno, apurado por los imperativos electorales, hab¨ªa dise?ado un ambicioso sistema de distribuci¨®n de alimentos baratos, expresado, sobre todo, en las bodegas estatales Mercal (Mercados de alimentos) y las Casas de Alimentaci¨®n. Ambos programas tuvieron, durante un tiempo, una indudable penetraci¨®n en las zonas populares y empobrecidas del pa¨ªs.
El lapso que comprendi¨® la enfermedad y muerte de Ch¨¢vez, y la llegada al poder de Nicol¨¢s Maduro, vino acompa?ado de una grave crisis cambiaria que produjo una costosa sangr¨ªa de divisas al pa¨ªs. Los programas sociales expresados en las bodegas de Mercal se derrumbaron y desaparecieron entre las coimas y la corrupci¨®n desenfrenada. Muchos alimentos importados comenzaron a descomponerse en las aduanas y puertos. La decisi¨®n de Maduro de radicalizar el modelo pol¨ªtico chavista produjo el hist¨®rico derrumbe de la econom¨ªa venezolana, que se ha expresado en una contracci¨®n del 44 % del Producto Interno Bruto entre 2014 y 2018.
Algunas organizaciones especializadas, como la Fundaci¨®n Bengoa y el Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, llevaban tiempo cuestionando el pronunciamiento de la FAO, alertando sobre el violento deterioro de las condiciones sociales de la poblaci¨®n y el crecimiento del hambre en Venezuela, uno de los aspectos en los cuales el chavismo tradicionalmente ha considerado que tiene logros concretos para mostrar. Ni los jerarcas del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela ni el gabinete de Maduro se ha pronunciado sobre el nuevo informe de la FAO.
Aunque jam¨¢s ha dejado de ser un problema que genera inquietudes y pol¨¦micas, la desnutrici¨®n y el hambre no hab¨ªan ocupado, en t¨¦rminos hist¨®ricos, un lugar especialmente protag¨®nico en el radar de preocupaciones inmediatas del venezolano promedio en los estudios de opini¨®n. En los mejores tiempos de Ch¨¢vez este punto incluso hab¨ªa desaparecido del listado de preocupaciones inmediatas de la ciudadan¨ªa, aquejada tradicionalmente por otros asuntos, como la seguridad ciudadana, los servicios p¨²blicos y el desempleo.
Hoy, la ingesta de comida, la escasez y el aumento de los precios encabezan todas las respuestas de la poblaci¨®n en las consultas demosc¨®picas realizadas por las firmas de opini¨®n especializadas.
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