Londres elige entre vasallaje o caos
Ante la incapacidad de May de gestionar el Brexit, el intento de organizar otro refer¨¦ndum es solo la v¨ªa de eludir la elecci¨®n entre lo malo y lo peor
Dos a?os despu¨¦s de que los ingleses decidieran recuperar su soberan¨ªa ¡ª?la hab¨ªan perdido?¡ª, disponen de solo cuatro meses y medio para elegir entre el vasallaje o el caos. Es la alternativa a la que les ha llevado Theresa May, que acaba de sumar la octava dimisi¨®n en su Gobierno por la err¨¢tica negociaci¨®n sobre el Brexit. La situaci¨®n, sin embargo, puede empeorar porque eso es exactamente lo que ha ocurrido desde que los brit¨¢nicos votaron por salir de la UE.
El listado de malas noticias, en efecto, es interminable: desde la profunda divisi¨®n del pa¨ªs en dos bloques al bandazo del Brexit duro al blando y la inestabilidad pol¨ªtica, pasando por la voladura de las l¨ªneas rojas exhibidas por Londres frente a Bruselas o la incertidumbre, letal para la econom¨ªa. As¨ª, la libra ya ha perdido el 12% de su valor y Reino Unido ser¨¢ el pa¨ªs europeo que menos crezca en 2019 y 2020.?
La ¨²ltima p¨¦sima noticia ha sido la dimisi¨®n, el viernes pasado, del ministro de Transportes, Jo Johnson, autor de esa diatriba entre vasallaje y caos, es decir, entre el sometimiento a las reglas del mercado ¨²nico sin voz ni voto de Londres (la oferta de May rechazada por todos) o la desastrosa salida sin acuerdo el 29 de marzo.
Hermano del tambi¨¦n dimisionario Boris y pol¨ªtico de gran prestigio y popularidad, Jo Johnson, que vot¨® contra el Brexit, era el encargado de pactar el estrat¨¦gico acuerdo sobre Transportes, un sector clave para las futuras relaciones del Reino Unido con la UE. Su renuncia echa gasolina al incendio declarado en algunas aerol¨ªneas que, alarmadas por el desastre, tratan como apestados a sus accionistas brit¨¢nicos y les amenazan con eliminar sus derechos de voto para demostrar a Bruselas una mayor¨ªa de propiedad comunitaria y operar as¨ª sin problemas en toda la UE.
Las llamas se observan tambi¨¦n en Getlink, gestora del Eurot¨²nel, por el que anualmente cruzan sin controles fronterizos 1,6 millones de camiones, 2,5 millones de coches y 21 millones de personas. Con destino a las factor¨ªas brit¨¢nicas de Toyota, por ejemplo, por ah¨ª pasan a diario suspensiones alemanas, ruedas espa?olas, tubos de escape holandeses o cinturones de seguridad h¨²ngaros. Muchos de esos camiones transportan entre 8.000 y 10.000 paquetes de objetos vendidos por comercio electr¨®nico de entrega r¨¢pida. Si el 29 de marzo no hay acuerdo, ?cu¨¢l ser¨¢ el coste y el tiempo perdido en revisiones aduaneras y tr¨¢mites burocr¨¢ticos?
Ante la incapacidad de Londres de gestionar este proceso, el intento de organizar otro refer¨¦ndum es solo la v¨ªa de eludir la elecci¨®n entre lo malo y lo peor. O de ganar tiempo pr¨®rroga tras pr¨®rroga. Es decir, de evitar peores noticias cuando ya se ha cumplido ese teorema adjudicado al poeta estadounidense Allen Ginsberg: ¡°No puedes ganar. No puedes empatar. Y tampoco puedes abandonar el juego¡±. O sea, juegas al Brexit.
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