Todos tienen raz¨®n
A estas alturas es evidente que seguir acompa?ando la inercia de las cosas es una mala respuesta que no conduce a nada sino al agravamiento de las tensiones fronterizas y la agudizaci¨®n de la emergencia humanitaria
Tomo prestado del joven guionista y escritor italiano, Paolo Sorrentino, el t¨ªtulo de su reciente novela para titular esta nota. Estamos ante una de las m¨¢s complejas tensiones geopol¨ªticas en la regi¨®n y en la que todas las partes concernidas tienen algo de raz¨®n: una emergencia humanitaria generada por las migraciones centroamericanas ¡ªdel tri¨¢ngulo norte¡ª hacia Estados Unidos transitando por M¨¦xico.
?Qu¨¦ viene? A estas alturas es evidente que seguir acompa?ando la inercia de las cosas es una mala ¡ªy c¨®moda¡ª respuesta que no conduce a nada sino al agravamiento de las tensiones fronterizas y la agudizaci¨®n de la emergencia humanitaria. Y para los pa¨ªses concernidos, mucho que perder si no se apunta a las causas de estas migraciones.
Indispensable salir del c¨ªrculo vicioso de pol¨ªticas reactivas inmediatistas que no detendr¨¢n la migraci¨®n ni el ejercicio de los pa¨ªses de pol¨ªticas de efectos centr¨ªfugos. EE UU, como cualquier pa¨ªs, protegi¨¦ndose de una inmigraci¨®n eventualmente descontrolada; M¨¦xico, buscando dejar de ser zona de paso hacia el norte y de residencia, por tiempo impredecible, de quienes no llegaron a cruzar hacia EE UU, y, los del tri¨¢ngulo, de proteger a sus habitantes de manera que puedan seguir viviendo en su terru?o sin tener que optar por una emigraci¨®n peligrosa e impredecible.
A las tres partes les conviene encontrar respuestas de fondo para salir del c¨ªrculo vicioso de meros operativos policiales o fronterizos; que se ir¨¢n tornando cada vez m¨¢s duros pero que a la larga acabar¨¢n siendo superados por las mareas humanas hacia el norte. No hay que hacer grandes investigaciones para identificar los dos problemas principales que gatillan estas di¨¢sporas: la pobreza y la violencia. ?Qu¨¦ hacer?
En primer lugar: repensar seriamente las din¨¢micas de la econom¨ªa, la cooperaci¨®n y la inversi¨®n. Es sugerente la iniciativa de una especie de plan Marshall para la regi¨®n, pero habr¨ªa que entrar a especificaciones de fondo para que pudiera ser viable. Para empezar, es necesario mirar m¨¢s all¨¢ de la ayuda norteamericana; que existe, pero que es peque?a (para Honduras, 60 millones de d¨®lares este a?o, por ejemplo). Deber¨ªa incrementarse, pero siempre ser¨¢ insuficiente.
Si el original plan Marshall para la recuperaci¨®n europea sirviese de ejemplo, estar¨ªamos hablando de otra cosa. No hay que olvidar que junto a la ayuda bilateral ¨¦ste implic¨®, en esencia, condiciones para una masiva inversi¨®n privada estadounidense. Es eso lo que levant¨® Europa en los 50 del siglo pasado y no la AID de esos tiempos.
Todos ganar¨ªan, as¨ª, con agresivas pol¨ªticas ¡ªtributarias y de otro orden¡ª tanto en el pa¨ªs generador de la inversi¨®n (EE UU) como en los destinatarios de la misma (sur de M¨¦xico y los de Centroam¨¦rica). De eso habr¨ªa que empezar a negociar multilateralmente ya; con calendario y programas que podr¨ªan cambiar el mapa de pobreza en 10-15 a?os. Muchas experiencias ¡ªy no s¨®lo el plan Marshall¡ª podr¨ªan servir de ejemplo, como las zonas especiales de desarrollo en China. Basarse pues, m¨¢s en programas de inversi¨®n que en ayuda bilateral.
En segundo lugar, se impone una revisi¨®n a fondo de pol¨ªticas de seguridad p¨²blica que en esencia vienen fracasando; en M¨¦xico y en el tri¨¢ngulo. Es la otra cara de la moneda. Por ser un asunto de impacto regional, concierne a todos los pa¨ªses concernidos y as¨ª hay que abordarlo, multilateralmente y con nuevas ideas para un plan de seguridad regional operativo y que funcione a partir de las capacidades locales.
Asistencia t¨¦cnica en esa materia ya ha existido, pero es insuficiente y ha ido retaceada. M¨¢s all¨¢ de ello, lo que hay que hacer, en algunos casos, es refundar instituciones que han fracasado por la inoperancia y la corrupci¨®n. Algunos especialistas italianos antimafia han elogiado algunas de las propuestas que para M¨¦xico ha lanzado L¨®pez Obrador para enfrentar la violencia; podr¨ªan ser un punto de partida.
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