Brasil: ?contagio filipino?
No es arbitrario trazar paralelos entre el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, y Jair Bolsonaro
Cuando Rodrigo Duterte, de verbo encendido, triunf¨® en 2016 en las elecciones presidenciales filipinas, lo que hab¨ªa dicho en la campa?a y su trayectoria como alcalde de Davao (Mindanao) despert¨® preocupaci¨®n. Se anunciaba a s¨ª mismo como abanderado de la ¡°guerra contra las drogas¡± y de la lucha contra el crimen; el uso de escuadrones de la muerte y sus formas despiadadas de entender el ¡°orden p¨²blico¡± como implacable alcalde de Davao en los a?os previos eran ya una alerta. Pero muchos pensaron que se trataba b¨¢sicamente de una ret¨®rica ad hoc para la campa?a presidencial.
Poco m¨¢s de dos a?os despu¨¦s, la realidad confirm¨® los peores pron¨®sticos: miles de ejecuciones extrajudiciales contra supuestos ¡°narcotraficantes¡± (20.000 seg¨²n algunas fuentes) junto con un abrumador respaldo en la opini¨®n p¨²blica en la actualidad (75%); casi el doble de los que votaron por ¨¦l. La indagaci¨®n preliminar que ya ha iniciado la fiscal Fatou Bensouda en la Corte Penal Internacional no ha detenido ni aplacado el discurso inflamado presidencial ni las ejecuciones extrajudiciales.
No es arbitrario trazar paralelos entre Duterte y Jair Bolsonaro. Con el 46% de los votos en la primera vuelta y alta preferencia en las encuestas actuales, Bolsonaro muy probablemente ser¨¢ el ganador el 28 de octubre. Pocos analistas esperan que su m¨¢s cercano seguidor, Fernando Haddad (29,28%), del PT, pueda cerrar la brecha.
Pesan en este resultado los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que enlodaron al sistema pol¨ªtico y, en particular, al Gobierno de Lula. Puesto fuera de carrera por una decisi¨®n judicial, Lula no ha logrado transmitir su popularidad a Haddad ni desligarse ¨¦ste, en su cort¨ªsima campa?a, de las percepciones sobre corrupci¨®n en el Gobierno del PT
Choca el apoyo que viene recibiendo un extremista como Bolsonaro. ?Se ha vuelto Brasil ultraderechista? Al respecto hay algunas consideraciones a tener en cuenta.
Primero: no es una novedad que la inseguridad ciudadana es una preocupaci¨®n fundamental en la sociedad brasile?a, en particular entre la poblaci¨®n de grandes ciudades como Rio de Janeiro o S?o Paulo. El discurso inflamado y autoritario, en un contexto como ese, tiende a tener acogida ante la percepci¨®n de impunidad de la delincuencia. ?C¨®mo enfrentarla?
No es desconocido el uso indiscriminado de la fuerza por la polic¨ªa de ciudades como R¨ªo y el apoyo ¡ªo, al menos, la indiferencia¡ª de amplios sectores a m¨¦todos ¡°expeditivos¡± de enfrentar a la delincuencia. M¨¢s de 5.000 personas fueron muertas por la polic¨ªa en Brasil el 2017. Ahora Bolsonaro promete darles licencia para matar con lo que esa cifra quedar¨ªa empeque?ecida pues, a la vez, ofrece facilitar el acceso de la ciudadan¨ªa a la posesi¨®n y uso de armas de fuego entre civiles. Resultado previsible: m¨¢s muertes.
Segundo: si bien podr¨ªa ganar Bolsonaro, no tienen por qu¨¦ ser autom¨¢tica la analog¨ªa con Filipinas pues la realidad social y pol¨ªtica de Brasil es diferente a la de Filipinas. El proceso democratizador y democr¨¢tico de Brasil, desde el fin de la dictadura en 1985, ha sido amplio y extendido. Tanto en lo social (reducci¨®n de la pobreza) como en el ejercicio de derechos ciudadanos. El discurso machista y mis¨®gino de Bolsonaro no parecer¨ªa poder encajar f¨¢cil, sin resistencia, para un continuum estilo Duterte pese a que la tentaci¨®n autoritaria ¡ªas¨ª como la a?oranza de los a?os de la dictadura¡ª existe.
En todo esto la inseguridad ciudadana ¡ªproblema real¡ª es el principal caldo de cultivo, m¨¢s que una s¨²bita ideologizaci¨®n ultraderechista en la sociedad brasile?a. Dar respuestas efectivas y eficaces a problemas como ese, dentro del Estado de derecho, se presenta como una necesidad impostergable para la protecci¨®n de la democracia. Ahora es Brasil, pero de quedar el tema desatendido m¨¢s adelante podr¨ªa contagiarse a otros pa¨ªses de la regi¨®n como ocurri¨® luego de la irrupci¨®n militar en 1964 seguida, luego, de una retah¨ªla de golpes militares en otros pa¨ªses latinoamericanos.
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