Meng Wanzhou, candidata a heredar el imperio Huawei

De los m¨¢s de 180.000 empleados que tiene Huawei repartidos por todo el mundo, Canad¨¢ (a petici¨®n de Estados Unidos) ha optado por detener a su ejecutiva de mayor perfil. Meng Wanzhou, adem¨¢s de ser directora financiera y vicepresidenta de este grupo de telecomunicaciones chino, es tambi¨¦n hija del fundador de la compa?¨ªa y una firme candidata a heredar el tim¨®n de una de las empresas chinas con mayor proyecci¨®n internacional. Meng, cuyo arresto abre un nuevo frente en las tensas relaciones entre Pek¨ªn y Washington, se enfrenta ahora a una posible extradici¨®n a Estados Unidos para responder, en nombre de la empresa de su padre, por las supuestas violaciones de las sanciones de EE UU sobre Ir¨¢n.

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Meng, de 46 a?os, forma parte de una de las familias m¨¢s poderosas de China. Su padre es Ren Zhengfei, el ingeniero y exmilitar que en 1987 fund¨® Huawei en la ciudad de Shenzhen, una urbe fronteriza con Hong Kong que se ha convertido en el icono del proceso de apertura econ¨®mica de China y que est¨¢ considerada el polo tecnol¨®gico en Asia. La compa?¨ªa, de capital privado, es una de las pocas empresas del pa¨ªs que ha logrado hacerse un hueco significativo en el mercado internacional. No solamente es uno de los principales actores en telefon¨ªa m¨®vil, sino el l¨ªder en infraestructuras de telecomunicaciones de todo el mundo.

Padre e hija no comparten apellido porque a los 16 a?os ella decidi¨® adoptar el nombre de su madre, algo poco habitual en el pa¨ªs asi¨¢tico, cuando sus progenitores decidieron divorciarse. Tras estudiar contabilidad y trabajar durante poco m¨¢s de un a?o en un banco estatal, Meng se incorpor¨® a la empresa de su padre en 1993. En los inicios ejerci¨® como secretaria, ocup¨¢ndose meramente de las tareas de administraci¨®n o de atender al tel¨¦fono. Con los a?os fue escalando posiciones, siempre en los ¨¢mbitos de la contabilidad y las finanzas. En marzo se convirti¨® en la vicepresidenta del grupo, algo que los analistas interpretaron como un paso definitivo que la sit¨²a en la primera l¨ªnea para la sucesi¨®n de Ren, de 74 a?os.

Como ocurre con su padre, muy poco se sabe sobre la vida personal de esta ejecutiva. En una de sus contadas entrevistas, publicada en la prensa local en 2013, Meng asegur¨® que su marido no est¨¢ vinculado con el sector en el que ella trabaja y que tiene un hijo y una hija. Entonces se le pregunt¨® tambi¨¦n sobre la posibilidad de que su padre la nombrara consejera delegada, pero ella neg¨® esos rumores: ¡°?C¨®mo es posible que una persona sola pueda decidir esto? Desde el d¨ªa que Huawei se fund¨®, se estableci¨® el principio de nombramiento por m¨¦ritos, no por nepotismo¡±.

Su discreci¨®n se ha hecho patente tambi¨¦n durante su detenci¨®n el pasado 1 de diciembre, ya que solicit¨® a la justicia canadiense que prohibiera la publicaci¨®n de los detalles del suceso. El arresto?se produjo el mismo d¨ªa en que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, cenaron en Buenos Aires y acordaron la fr¨¢gil tregua comercial.?Seg¨²n The Wall Street Journal, Meng habr¨ªa sido puesta bajo custodia porque Huawei habr¨ªa transferido tecnolog¨ªa y productos elaborados en suelo estadounidense a Ir¨¢n, algo que no est¨¢ permitido por la ley estadounidense.

Huawei, una compa?¨ªa en el punto de mira

Con la detenci¨®n de Meng Wanzhou se abre un nuevo frente en el tenso conflicto entre Pek¨ªn y Washington, que claramente trasciende de lo comercial. Huawei es, en parte, a lo que aspira China en su conjunto: dejar atr¨¢s la producci¨®n en serie y barata para convertirse en un l¨ªder en innovaci¨®n.?Cuando en 1987 Ren Zhengfei fund¨® la compa?¨ªa, el capital inicial fue de poco m¨¢s de 2.600 euros. El a?o pasado, los ingresos de la empresa ascendieron a los 77.000 millones y su beneficio neto super¨® los 6.000 millones.

El grupo es tambi¨¦n s¨ªmbolo de lo que Estados Unidos teme: que Pek¨ªn logre la primac¨ªa tecnol¨®gica a su costa. De hecho, EE UU ha limitado enormemente el negocio de Huawei en el pa¨ªs alegando motivos de seguridad nacional, basados en sospechas de que detr¨¢s de la empresa est¨¢n las autoridades chinas o que sus dispositivos son usados para el ciberespionaje. Algunos Gobiernos occidentales temen que Pek¨ªn obtenga acceso a las redes de comunicaci¨®n m¨®viles y de quinta generaci¨®n (5G) a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa de Huawei, aunque la compa?¨ªa insiste en que no existe ning¨²n tipo de control del r¨¦gimen chino.?El hecho de que Ren trabajara como ingeniero para el Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n antes de fundar Huawei es otro de los argumentos de aquellos que insisten en estos v¨ªnculos, si bien nunca ostent¨® un cargo militar.

Pero, como sucede con la familia fundadora, la compa?¨ªa tecnol¨®gica tambi¨¦n guarda sus secretos. Al no cotizar en Bolsa, su accionariado y estructura corporativa son opacos. Huawei se declara al respecto ¡°una empresa privada ¨ªntegramente propiedad de sus empleados¡±, pero casi nada se sabe de los nombres y apellidos que hay detr¨¢s.