La muerte de un ind¨ªgena eleva la tensi¨®n en el sur de Venezuela
Los caciques de la etnia Pem¨®n acusan a los militares de emboscarlos para apoderarse de las minas
El espanto ha regresado a las minas del sur de Venezuela. Charlie Pe?aloza Rivas, un ind¨ªgena de 21 a?os, ha muerto este s¨¢bado por un disparo en el est¨®mago y su hermano, Carlos Pe?aloza, y otro hombre est¨¢n heridos en un hospital tras la incursi¨®n de un comando de 14 militares armados a la comunidad Arekuna en Canaima, en el Estado de Bol¨ªvar.
Los ind¨ªgenas, pertenecientes a la etnia Pem¨®n, acusan a agentes de la Direcci¨®n General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) del asesinato y la agresi¨®n contra decenas de personas despu¨¦s de, supuestamente, hacerse pasar por turistas interesados en una excursi¨®n al emblem¨¢tico Salto ?ngel para as¨ª ingresar en las minas de oro. Los caciques presumen que el grupo for¨¢neo actu¨® bajo la ¡°anuencia¡± o ¡°complicidad¡± de los cuerpos de seguridad del Estado venezolano. ¡°Usaron armas de alta potencia, dos helic¨®pteros gubernamentales pertenecientes a Corpoelec (Corporaci¨®n El¨¦ctrica) y la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana), as¨ª como un helic¨®ptero privado presuntamente de la empresa Arameru¡±, dice un comunicado de l¨ªderes pemones.
Canaima es un hervidero tras el ataque. Como represalia por la muerte, los pobladores capturaron a tres de los presuntos responsables, uno de ellos estuvo, al menos, seis horas maniatado e interrogado por decenas de personas. La poblaci¨®n enardecida protest¨®, quem¨® un campamento de la empresa el¨¦ctrica estatal y cerr¨® una pista de aterrizaje, seg¨²n reporteros locales y un parlamentario.
Carlos Pe?aloza, convaleciente en el hospital, ha relatado que los hombres dispararon contra ¨¦l y su hermano porque se acercaron ¡°confiados¡± en que no les har¨ªan da?o. ¡°Despu¨¦s de eso, mis otros paisanos se molestaron y los rebeldes llamaron a un helic¨®ptero y los paisanos obligaron a los rebeldes a bajar del helic¨®ptero con una condici¨®n", agrega en una grabaci¨®n traducida por el partido Causa R. Otro v¨ªdeo, difundido por periodistas locales, muestra a militares uniformados en una persecuci¨®n, donde lanzaron gases lacrim¨®genos contra los pemones.
Los ind¨ªgenas heridos fueron trasladados en una avioneta al Hospital Ru¨ªz y P¨¢ez, localizado en Ciudad Bol¨ªvar y a unos 500 kil¨®metros de Canaima. Seg¨²n versiones de sus compa?eros, el centro de salud est¨¢ vigilado por militares. De ah¨ª que teman por su seguridad.
Los caciques ordenaron un boicot a las elecciones de concejales en el municipio Gran Sabana de Bol¨ªvar, regi¨®n donde est¨¢ Canaima, realizadas este domingo, un paro de actividades en los pr¨®ximos d¨ªas y se declararon en luto durante una semana. El Consejo Electoral reprogram¨® los sufragios en ese sector.
Vladimir Padrino L¨®pez, ministro de Defensa, asegur¨® que se investiga el incidente. ¡°Estamos esperando los resultados de las investigaciones, por lo pronto la decisi¨®n ha sido reprogramar, no han sido suspendidas (las votaciones), y el CNE anunciar¨¢ la fecha para estos comicios¡±, declar¨®.
Para cumplir su voluntad, los ind¨ªgenas ocuparon varios centros electorales de Santa Elena de Uairen, la capital de Gran Sabana, relat¨® el diputado opositor Americo De Grazia. ¡°El Parque Nacional Canaima es zona de guerra. Advertimos en muchas ocasiones c¨®mo el r¨¦gimen induc¨ªa a los ind¨ªgenas a vivir de la miner¨ªa, destruir su h¨¢bitat y cultura de vida. Ahora necesitan desplazarlos para posesionar a los turcos. Llegan francotiradores del DGCIM¡±, denunci¨® el parlamentario.
De Grazia culp¨® al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro de convertir al parque natural Canaima, una joya tur¨ªstica y patrimonio de la humanidad, en ¡°tierras de sangre y destrucci¨®n¡± con su proyecto del Arco Minero. Las riquezas mineras m¨¢s importantes del pa¨ªs yacen en el Macizo Guayan¨¦s y son vistas por el oficialismo como una salvaci¨®n ante la debacle financiera.
El experimento tiene dos a?os y un sinf¨ªn de cuestionamientos. El 24 de febrero de 2016, Maduro decret¨® la creaci¨®n de la Zona de Desarrollo Estrat¨¦gico Nacional ¡°Arco Minero del Orinoco¡± (AMO), una idea de Hugo Ch¨¢vez anunciada hace siete a?os. Para opositores y disidentes del oficialismo se trata de una carta en blanco para la explotaci¨®n de colt¨¢n, diamante y oro, entre otros recursos.
El Gobierno concedi¨® la explotaci¨®n de los recursos a la Compa?¨ªa An¨®nima Militar de Industrias Mineras, Petrol¨ªferas y de Gas (CAMINPEG), una sociedad estatal creada casi en paralelo al arco minero, y varias empresas privadas, en un ¨¢rea de 111.843 kil¨®metros de extensi¨®n o el equivalente a un territorio como Liberia.
Adem¨¢s, la violencia parece ir en aumento por el posible control de mafias en la regi¨®n desde que se inici¨® el proyecto. D¨ªas despu¨¦s del nacimiento del AMO se conoci¨® de la muerte de 17 mineros en el pueblo de Tumeremo, en Bol¨ªvar. As¨ª, las masacres continuaron como una maldici¨®n en la zona selv¨¢tica. En febrero, otros 18 mineros murieron en esa provincia en un operativo del Ej¨¦rcito. La Asamblea Nacional, los medios locales, activistas y pol¨ªticos atribuyeron los sangrientos episodios al control militar y de las mafias. ¡°La miner¨ªa ilegal siempre existi¨® en esa zona, aunque antes de una forma equilibrada. Pero desde el a?o 2000 se comienzan a consolidar grupos irregulares, algunos dirigidos por delincuentes desde una c¨¢rcel y por sindicatos¡ Luego, la degeneraci¨®n econ¨®mica empuj¨® a muchos a sobrevivir con la miner¨ªa ilegal, convirti¨¦ndose en casi la ¨²nica actividad laboral¡±, dice Armando Obdola, director general de la asociaci¨®n ind¨ªgena Kap¨¦ Kap¨¦.
Al sur del r¨ªo Orinoco, en esa regi¨®n explotada, viven pueblos ancestrales. Los ind¨ªgenas representan un 2,8% de la poblaci¨®n venezolana distribuidos en m¨¢s de 40 etnias, seg¨²n c¨¢lculos oficiales. Los grupos se localizan en los Estados de Amazonas, Anzo¨¢tegui, Apure, Bol¨ªvar, Delta Amacuro, Sucre y Zulia. Muchas de estas provincias son fronterizas con Brasil y Colombia. El presidente Hugo Ch¨¢vez reconoci¨® t¨ªtulos de demarcaci¨®n de las tierras de los pemones y otras dos etnias en 2000 y prometi¨® respetar sus derechos, pero los ofrecimientos parecen infructuosos ante las condiciones de la comunidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.