Ruta Futuro
Ojal¨¢ ese mismo camino sea utilizado para encontrar la narrativa que le est¨¢ haciendo falta al Gobierno de Colombia
Ruta Futuro. As¨ª llam¨® el presidente colombiano Iv¨¢n Duque a la nueva pol¨ªtica de drogas de su Gobierno, en general una continuidad en el concepto de prevenci¨®n y de la droga como un problema de salud p¨²blica, como lo plante¨® el Gobierno anterior, incluyendo con un cambio sem¨¢ntico, la sustituci¨®n de cultivos il¨ªcitos como la apuesta por la legalidad en los territorios.
En buena hora porque honra en el debate mundial sobre drogas a Colombia, que ha venido planteando una salida m¨¢s realista y no terminamos invirtiendo, a estas alturas, la ecuaci¨®n. Por el contrario, apostarle a esa nueva v¨ªa dignifica al campesino cultivador; dos, reconoce al adicto o consumidor como un enfermo; y tres, obliga a los pa¨ªses compradores a asumir su enorme y esquiva responsabilidad hist¨®rica.
Bien lo dijo Einstein: ¡°No se puede hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes¡±. La tentaci¨®n prohibicionista del pasado no result¨®. El problema requiere entender que el negocio de las drogas no distingue partidos pol¨ªticos ni debates criollos.
La ¨²nica diferencia entre la pol¨ªtica actual con la anterior es el componente de la aspersi¨®n a¨¦rea, a la cual se volver¨ªa. Pero esta resulta imposible toda vez que el glifosato no puede usarse por mandato de la Corte Constitucional, probados sus efectos nocivos sobre la salud y el medio ambiente.
Es una realidad que el problema est¨¢ desbordado en la resiembra de coca, llegando a m¨¢s de 180.000 hect¨¢reas, y que los narcotraficantes est¨¢n engrosando su enriquecimiento a tasas del 150% anual, seg¨²n las autoridades, pero es que esta lucha, por ahora fracasada, no puede cambiarse de Gobierno a Gobierno, pues la pol¨ªtica de Estado debe mirar el mediano y el largo plazo si quiere recoger frutos.
Colombia ha liderado a nivel mundial un nuevo enfoque a partir de la sesi¨®n especial de UNGASS (Sesi¨®n Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas) sobre drogas, precisamente porque establec¨ªa o mejor exig¨ªa la corresponsabilidad de todos los integrantes de la cadena. Ojal¨¢ no insista en la fumigaci¨®n porque no se conoce la existencia de un herbicida distinto al glifosato que sea efectivo, la aspersi¨®n a¨¦rea de peque?as zonas a trav¨¦s de drones ya fracas¨® como pudo verse en Antioquia. Por eso, exigir la corresponsabilidad mundial y participar activamente en los cambios de paradigmas para enfrentar ese monstruo son m¨ªnimos innegociables.
La salida est¨¢ efectivamente en atacar las rentas de los mafiosos a trav¨¦s de la extinci¨®n de bienes y la persecuci¨®n y castigo al lavado de activos, en el control de los insumos que entran por los puertos porosos donde los uniformados cierran los ojos mientras la corrupci¨®n les abulta los bolsillos y en el tratamiento de los adictos como enfermos. Pero principalmente la Ruta Futuro est¨¢ en la sustituci¨®n voluntaria que ha sido reconocida como la apuesta por la legalidad.
En 17 meses, la sustituci¨®n lleg¨® en el Gobierno de Juan Manuel Santos a los municipios donde se concentra el 66% de la coca en Colombia y en esos, 51.721 hect¨¢reas han sido sustituidas por 97.000 familias cocaleras. Esto es a¨²n m¨¢s profundo, porque es un tema de recuperaci¨®n de valores, de reconocerse a s¨ª mismos como ciudadanos de una naci¨®n que apuesta a la legalidad, en la que tanto ha insistido Duque. Y no como campesinos delincuentes cuando la siembra de la llamada mata que mata era para sobrevivir. Empieza a clarificarse la Ruta cuando no se echa por la borda lo alcanzado por complacer las discusiones ideol¨®gicas por encima del inter¨¦s colectivo. No es desde el discurso doctrinante como se salvan vidas y se construye pa¨ªs.
Ojal¨¢ esa misma Ruta sea utilizada para encontrar la narrativa que le est¨¢ haciendo falta al Gobierno actual para mostrarse con la capacidad de gobernar y honrar a tantos j¨®venes que creyeron, votando por el actual presidente, que la pol¨ªtica es posible. Pero para eso le tocar¨¢ volver a barajar y hacer los cambios que toquen. Necesita rodearse de pol¨ªticos, en el mejor sentido de la palabra, con representaci¨®n, con liderazgos activos en el Congreso.
Necesita acertar en decisiones que llenen de esperanza a la gente, no de angustia por las amenazas de p¨¦rdida de capacidad adquisitiva por una ley de financiamiento sin un ministro que d¨¦ la cara.
Necesita anticiparse y reconocer a los interlocutores reales en la soluci¨®n de problemas para que las marchas estudiantiles no paralicen las ciudades por meses porque se prefiri¨® hablar con los rectores cuando los dolientes principales son quienes necesitan la instrucci¨®n.
Necesita reconocer que no hay paro sin pol¨ªtica detr¨¢s o de lo contrario no sabr¨¢ donde est¨¢n las salidas a los problemas. Que la cr¨ªtica de los medios no se acaba con leyes con apariencia de modernizaci¨®n para acallar las voces independientes. D¨¦jele eso a otros, expertos en conspiraciones, porque usted presidente necesita es gobernar.
Encontrar la ruta para que su propio partido le sea leal, para que incluso otros partidos lo rodeen en las decisiones de Estado como las necesarias reformas pol¨ªticas y de la justicia. Tiene que cumplir en la lucha contra la corrupci¨®n y no caer en errores de ternas mediocres o funcionarios con mentiras en sus hojas de vida. Mientras tenga claridad y no lo acompa?e la mezquindad de algunos que lo rodean, le ser¨¢ muy f¨¢cil encontrar la ruta del futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.