La salud de la jueza Ginsburg vuelve a preocupar a EE UU
La magistrada, de 85 a?os, se ha sometido a una extracci¨®n de dos n¨®dulos cancerosos en el pulm¨®n izquierdo
En medio del caos pol¨ªtico que est¨¢ golpeando a Washington han sonado las alarmas por la salud de la jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg. La inquietante ca¨ªda que protagoniz¨® en noviembre la magistrada le permiti¨® a los doctores detectar tempranamente un c¨¢ncer que se le estaba engendrando en los pulmones. En respuesta,?Ginsburg, de 85 a?os, se ha sometido este viernes a una extracci¨®n de dos n¨®dulos cancerosos en un hospital de Nueva York, en el que permanecer¨¢ en reposo los pr¨®ximos d¨ªas.
Ginsburg, la juez de mayor edad del Supremo, se fractur¨® tres costillas a inicios de noviembre. En la operaci¨®n los m¨¦dicos se percataron de una anomal¨ªa en un l¨®bulo inferior del pulm¨®n izquierdo. Las biopsias revelaron dos lesiones cancerosas de c¨¦lulas no peque?as que le fueron extra¨ªdas en el Centro de C¨¢ncer Memorial Sloan Kettering. ¡°Ambos n¨®dulos extra¨ªdos durante la cirug¨ªa eran malignos¡±, inform¨® el Supremo a trav¨¦s de un comunicado. "Despu¨¦s de la cirug¨ªa, no hubo evidencia de enfermedad restante", agreg¨® la misiva.
El mensaje de los profesionales es alentador, ya que afirman que no se planea someter a la jueza a ning¨²n tratamiento adicional y que los ex¨¢menes a los que la han sometido no han dado muestras de que la enfermedad se haya extendido a otra parte del cuerpo. Esta no es la primera vez que Ginsburg debe hacer frente a esta enfermedad. En 1999 se someti¨® a una cirug¨ªa por un c¨¢ncer de colon y una d¨¦cada despu¨¦s recibi¨® tratamiento para las primeras etapas del de p¨¢ncreas. En otro orden de complicaciones en 2012 se rompi¨® dos costillas y en 2014 fue operada del coraz¨®n.
La salud de la segunda mujer en llegar al Supremo se sigue de cerca en Estados Unidos. La magistrada, icono de la lucha por los derechos civiles, es una de las voces m¨¢s progresistas dentro del m¨¢ximo tribunal estadounidense. Su defensa del aborto, del matrimonio homosexual, y sus contundentes discursos a favor de las igualdades la convierten en un elemento seguro para los ideales dem¨®cratas.
En caso de que Ginsburg se jubilase -no ha mostrado ning¨²n inter¨¦s en hacerlo- o falleciese, el presidente Donald Trump, tendr¨ªa la ins¨®lita posibilidad de nombrar a su tercer candidato al Tribunal Supremo, donde los cargos son vitalicios e influyen durante d¨¦cadas en la transformaci¨®n de la sociedad estadounidense. Los ¨²ltimos dos miembros han inclinado la balanza al conservadurismo alineado con las posturas del republicano.?
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