Holanda desconoce el paradero de 180 menores a los que rechaz¨® asilar y permanecen en el pa¨ªs

El servicio holand¨¦s de inmigraci¨®n desconoce el paradero de 180 menores que han visto rechazada su solicitud de asilo en los seis ¨²ltimos a?os. Seg¨²n sus expedientes, los ni?os no han salido del pa¨ªs, y no se descarta que la falta de documentos legales les haya abocado a moverse en c¨ªrculos ilegales dominados por gente que puede aprovecharse de ellos. Su caso es el m¨¢s delicado del grupo de 1.400 ni?os que no consiguieron una amnist¨ªa gubernamental pensada para casos especiales, y han corrido distinta suerte.

Las cifras han sido publicadas por el Ministerio de Justicia a instancias de la televisi¨®n p¨²blica holandesa (NOS), que los ha desglosado por categor¨ªas. Un total de 2.140 ni?os pidieron asilo entre 2013 y 2018. Dos tercios (los 1.400 antes mencionados) no lo lograron, y de estos, 740 recibieron una orden de deportaci¨®n, pero siguen en el pa¨ªs sin documentos en regla. De ellos, las autoridades han perdido la pista de 180. Otros 400 s¨ª han logrado un permiso de residencia por otras v¨ªas, ya sea a trav¨¦s de la reunificaci¨®n familiar, porque precisan tratamiento m¨¦dico o bien Inmigraci¨®n fall¨® en su favor.

En conjunto, los portavoces de Justicia reconocen que solo 80 menores rechazados han abandonado Holanda. Son ¡°muy pocos¡±, seg¨²n Mark Harbers, secretario de Estado de Inmigraci¨®n, contrario a que los padres alimenten falsas esperanzas de residencia. Lo hacen a base de acudir a todas las instancias legales [las leyes les amparan para hacerlo] en busca de una sentencia favorable. ¡°Regresar al pa¨ªs de origen a la fuerza es duro. Pueden hacerlo de forma voluntaria, as¨ª que es preciso abordar mejor la responsabilidad de los padres en estos retrasos¡±, ha se?alado.

El hecho de que la mayor¨ªa de los menores con estos problemas residan en Holanda desde hace cinco o m¨¢s a?os, puedan estar escolarizados y tengan amigos, ha llevado a organizaciones como Defense for Children a pedir al Gobierno que eval¨²e todas las circunstancias antes de dictar una orden de deportaci¨®n.

Es el caso de la familia armenia Tamrazyan, que permanece encerrada desde hace casi dos meses en la iglesia protestante de Bethel, en La Haya. Los padres y sus tres hijos llegaron hace nueve a?os, pero Inmigraci¨®n los considera inmigrantes econ¨®micos porque Armenia aparece en su lista de pa¨ªses seguros. Sasun, el padre, de 43 a?os, asegura que huy¨® de su tierra por motivos pol¨ªticos y teme por su vida si retorna. ¡°No les vamos a conceder el asilo¡±, ha puntualizado Mark Harbers, que se apoya en el rechazo final dictado ya a su petici¨®n de asilo.

De momento, a los Tamrazyan les apoyan cientos de predicadores y fieles que se turnan en los oficios religiosos para evitar que entre la polic¨ªa a detener a la familia. La legislaci¨®n vigente impide a las fuerzas de orden o cualquier otro funcionario interrumpir una misa o rezo, aunque Inmigraci¨®n tambi¨¦n ha dicho que no piensa esperar sin plazo. Este caso es especialmente delicado para el Gobierno holand¨¦s de centro derecha en el poder porque Hayarpi Tamrazyan, de 21 a?os, la hermana mayor, es miembro de Uni¨®n Cristiana. Es uno de los cuatro partidos de la coalici¨®n en el poder, y ha hecho campa?a para relajar la amnist¨ªa para los menores en busca de asilo.