Muere un segundo ni?o migrante en custodia del Gobierno de EE UU

Un ni?o de ocho a?os procedente de Guatemala falleci¨® poco despu¨¦s de la medianoche de ayer en un hospital de Nuevo M¨¦xico mientras estaba bajo custodia del Gobierno de EE UU, inform¨® la polic¨ªa fronteriza. Se trata de la segunda muerte en tan solo un mes de un menor migrante mientras estaba bajo arresto de las autoridades. El d¨ªa de Nochebuena, tan solo unas horas antes de que en el pueblo guatemalteco de San Antonio Secort¨¦z se velase el cuerpo reci¨¦n llegado de la peque?a Jakelin Caal, de siete a?os, perd¨ªa la vida este otro peque?o.

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Si la muerte de la menor, producida el 8 de diciembre a ra¨ªz de una grave deshidrataci¨®n, tard¨® d¨ªas en hacerse p¨²blica, la Agencia de Seguridad Fronteriza opt¨® esta vez por emitir un comunicado, aunque sin la identidad del chico. Este empez¨® a mostrar ¡°se?ales de posible enfermedad¡± el lunes y fue trasladado junto con su padre a un hospital de Alamogordo, en Nuevo M¨¦xico. Una vez all¨ª no identificaron m¨¢s que un resfriado, le recetaron amoxicilina (un antibi¨®tico) e ibuprofeno (antinflamatorio). Despu¨¦s de 90 minutos en observaci¨®n por la fiebre sali¨® del centro. Pero esa misma tarde-noche empeor¨®, con n¨¢useas y v¨®mitos. Regres¨® al hospital y pereci¨® en los primeros instantes de la Navidad por causas a¨²n por determinar.

La polic¨ªa fronteriza no ha especificado en qu¨¦ centro de detenci¨®n se encontraba, si lo hac¨ªa en compa?¨ªa de su padre, ni cu¨¢ndo cruzaron la frontera. Tampoco se conocen a¨²n las circunstancias que provocaron la enfermedad.

Las autoridades han informado de que se abrir¨¢ una investigaci¨®n para revisar todas las acciones llevadas a cabo, as¨ª como las circunstancias que han rodeado a la muerte de ese ni?o. No son extra?as las muertes de inmigrantes en zonas des¨¦rticas, de hombres y mujeres dispuestos arriesgar todo mientras huyen de la violencia y la miseria, aunque vayan a ser detenidos en la frontera estadounidense. De fallecimientos de menores una vez en custodia, sin embargo, no se ten¨ªa constancia hasta el caso de Caal. La agencia de seguridad fronteriza ya ha notificado al Departamento de Seguridad Interior y al Gobierno de Guatemala el fallecimiento de este otro menor, que guarda desgraciadas coincidencias con la ni?a de primeros de mes.

Caal iba acompa?ada de su padre en un grupo de m¨¢s de 160 inmigrantes irregulares, cuando el 6 de diciembre se entregaron a los agentes de fronteras al sur de Lordsburg, tambi¨¦n en Nuevo M¨¦xico. Ocho horas despu¨¦s de ser detenida, la peque?a empez¨® a marearse y fue trasladada en helic¨®ptero a un hospital de El Paso (Texas), pero no sali¨® adelante. Seg¨²n la polic¨ªa fronteriza, la menor ¡°no hab¨ªa comido ni bebido agua durante varios d¨ªas¡±, aunque la familia lo niega.

El nuevo caso, independientemente de las causas y los protocolos seguidos por las autoridades, vuelve a poner a la infancia en el centro del debate migratorio, pura p¨®lvora en los Estados Unidos de Donald Trump. El presidente republicano ha hecho de la mano dura con los sin papeles una de las banderas de su pol¨ªtica. Un 25% de la Administraci¨®n, de hecho, se encuentra paralizada estas Navidades, con cientos de miles de empleados p¨²blico sin paga, por la batalla por el muro que quiere construir en la frontera mexicana. El Congreso no ha aprobado los fondos para financiarlo porque los dem¨®cratas rechazan dotar una partida presupuestaria para ese proyecto.

Las detenciones de inmigrantes irregulares en la frontera de EE UU se dispararon en el a?o fiscal de 2018 (de octubre a septiembre), hasta las casi 400.000, debido en buena parte al incremento de familias con ni?os. Como un menor no puede permanecer retenido m¨¢s de tres semanas, la Administraci¨®n de Trump decidi¨® empezar a separar a los menores de sus padres con el fin de poder prolongar los arrestos de los adultos, pero la alarma sociales le oblig¨® a rectificar el pasado verano.