2019: gu¨ªa pol¨ªtica global para un a?o de lucha de potencias y de clases
La ralentizaci¨®n econ¨®mica puede exacerbar tensiones en un a?o marcado, entre otras cosas, por el Brexit, las elecciones europeas y la guerra comercial
2019 se presenta como un a?o potencialmente muy turbulento, marcado por una doble lucha que puede verse exacerbada por una inquietante ralentizaci¨®n econ¨®mica, los pulsos entre potencias y entre clases.
Entre potencias, porque vivimos un momento de cambio, con la superpotencia hegem¨®nica ¡ªlos Estados Unidos de Donald Trump¡ª?que busca de forma agresiva mantener su condici¨®n de supremac¨ªa con la confrontaci¨®n m¨¢s que con la cooperaci¨®n; porque la ascendente ¡ªChina¡ª se siente cada vez m¨¢s segura de s¨ª misma y aspira a mayor protagonismo; la decadente ¡ªRusia¡ª es cada vez m¨¢s insegura y, por tanto, dispuesta a dar zarpazos para reequilibrar su declive; y la Uni¨®n Europea anda afligida por desaf¨ªos existenciales.
Entre clases, en Occidente, por la creciente tensi¨®n entre los sectores hasta hace poco dominantes que defienden el modelo globalista y las clases populares que, al verse perjudicadas, abrazan propuestas antag¨®nicas. El nacionalismo, en potente auge en esta d¨¦cada, es el gran t¨®tem en todo este panorama.
En Occidente, este nacionalismo se perfila como el principal catalizador de la ira y el miedo de las clases perdedoras de la globalizaci¨®n. Obreros que sufren la desindustrializaci¨®n; clases medias y bajas sin la formaci¨®n y la cultura para cabalgar la ola de la nueva econom¨ªa; agricultores que sufren la competencia de otros mercados y malviven pese a los subsidios; j¨®venes que no encuentran su lugar en el mundo laboral. Estos segmentos sociales rechazan el sistema que les desfavorece y culpan a las ¨¦lites de haberlo plasmado de manera inicua. Se han aferrado a propuestas nacionalistas como vector de ese rechazo, como pulso a las ¨¦lites liberales y cosmopolitas que, junto a sectores sociales protegidos (funcionarios, pensionistas¡), tienden a defender el sistema. De ah¨ª vienen Trump, Salvini y el Brexit, aunque tambi¨¦n otros movimientos ideol¨®gicamente indefinidos como el de los chalecos amarillos?(Francia) o Cinco Estrellas (Italia).
En las potencias emergentes tambi¨¦n el nacionalismo es la principal bandera en este tiempo. En China, el r¨¦gimen autoritario lo utiliza en clave interna para mantener prietas las filas en momentos de desaceleraci¨®n econ¨®mica y en clave externa para consolidar su empuje hacia un reequilibrio geopol¨ªtico global. La democr¨¢tica India tambi¨¦n opt¨® por la propuesta nacionalista de Modi: habr¨¢ que ver si la revalida este a?o. Rusia vive tambi¨¦n agarrada al nacionalismo de Putin durante todo lo que va de siglo XXI.
La salida de Reino Unido de la UE prevista para el 29 de marzo, las elecciones a la Euroc¨¢mara el 26 de mayo, la guerra comercial global, la lucha de China para evitar una abrupta ralentizaci¨®n econ¨®mica, las legislativas en India, el descarnado pulso entre las potencias regionales en Oriente Pr¨®ximo, etc¨¦tera. Casi todo puede ser decodificado a trav¨¦s del prisma del nacionalismo, aun en circunstancias muy diferentes. Veamos.
BREXIT?
La Britannia que gobernaba las olas se halla con el agua del Brexit hasta el cuello. El refer¨¦ndum que lo aprob¨® fue el primer gran s¨ªmbolo del hartazgo de las clases populares con las sociedades abiertas. A finales de marzo expiran los dos a?os de negociaci¨®n previstos por el art¨ªculo 50 del tratado de la UE y debe materializarse el divorcio con Bruselas. Hasta donde llega la mirada, no hay en Westminster mayor¨ªa parlamentaria para ning¨²n tipo de Brexit: ni el que sell¨® Theresa May con los Veintisiete, ni ning¨²n otro.
No puede descartarse que al final el pragmatismo prevalezca, como est¨¢ en la tradici¨®n brit¨¢nica, pero a estas alturas cobra fuerza la hip¨®tesis del recurso a alg¨²n mecanismo que permita ganar tiempo y evitar una salida abrupta en marzo. Esto podr¨ªa realizarse v¨ªa una petici¨®n de Londres a los socios para que concedan una pr¨®rroga o ¡ªmenos plausible¡ª?con una revocaci¨®n unilateral brit¨¢nica de la activaci¨®n del art¨ªculo 50 (derecho reconocido a Londres por el Tribunal de Justicia de la UE). Es decir, un abandono unilateral del Brexit.
El tiempo a?adido abrir¨ªa paso a m¨²ltiples opciones; desde insistir en la b¨²squeda de un consenso en Westminster (y posterior verificaci¨®n de hasta qu¨¦ punto ese consenso ser¨ªa aceptable por los Veintisiete) a devolver la pelota a la ciudadan¨ªa v¨ªa elecciones anticipadas u otro refer¨¦ndum. Si bien la primera se antoja como la opci¨®n m¨¢s probable, no se puede descartar la perspectiva de una salida abrupta ¡ªBrexit duro o Brexit sin acuerdo¡ª?que aterra a los mercados (teniendo en cuenta el elevado grado de animosidad/irracionalidad del debate pol¨ªtico brit¨¢nico).
Incluso en el caso de que el pragmatismo se impusiera antes del 29 de marzo, podr¨ªa ser necesaria una pr¨®rroga, porque despu¨¦s del voto en Westminster, la tercera semana de enero, ser¨¢ necesario un tortuoso procedimiento de incorporaci¨®n de lo pactado al nuevo tratado en la legislaci¨®n brit¨¢nica.
ELECCIONES EUROPEAS?
Los comicios para elegir al nuevo Parlamento Europeo ser¨¢n un enorme campo de batalla en el que se medir¨¢n fuerzas defensoras y antagonistas del actual modelo globalista. Por primera vez, estas elecciones no ser¨¢n una mera traslaci¨®n a escala europea de impulsos internos de los Estados miembros, sino un verdadero pulso ideol¨®gico pancontinental. Dadas sus caracter¨ªsticas ¡ªcierta percepci¨®n de lejan¨ªa¡ª, las citas electorales europeas son terreno muy f¨¦rtil para el voto de protesta. Hay dos cifras a tener en mente para valorar el resultado.
En primer lugar, el conjunto de votos logrados por el n¨²cleo del consenso europe¨ªsta:populares, socialdem¨®cratas, liberales, verdes. En 2009, obtuvieron un 80% entre los cuatro. En 2014, un 70%. En segundo lugar, la tasa de participaci¨®n, en inexorable bajada desde 1979 (62%) hasta 2014 (42%).
Aunque el n¨²cleo europe¨ªsta retenga la mayor¨ªa en la C¨¢mara, un fuerte avance de los grupos antagonistas ser¨ªa un mensaje pol¨ªtico fort¨ªsimo y dif¨ªcilmente eludible en un a?o en el que habr¨¢ que renovar a los l¨ªderes de las instituciones ¡ªpresidente de Comisi¨®n, Consejo, Parlamento, Banco Central y representante de Exteriores¡ª y afrontar asuntos complejos. La UE mantiene abiertos al menos dos espinosos dosieres en los que el mensaje electoral se har¨¢ notar: uno, la reforma de la zona euro, en la cual los l¨ªderes se han propuesto especificar avances en la constituci¨®n de un presupuesto precisamente en el mes de junio, despu¨¦s de las elecciones; y dos, la cuesti¨®n migratoria, una intricada mara?a de normas e intereses divergentes que tocan el sistema de asilo, la solidaridad interna de los Veintisiete, la porosidad de las fronteras internas. Un sudoku irresoluble hasta ahora.
GUERRA COMERCIAL
La materia comercial es, junto a la cuesti¨®n migratoria, el coraz¨®n de la respuesta nacionalista al malestar social en Occidente. Muchos ciudadanos perciben que la globalizaci¨®n ha producido una fuerte deslocalizaci¨®n de los empleos en el sector manufacturero y que los flujos migratorios crean una fuerte competencia para puestos de trabajo y menguantes servicios sociales. Correcta o no, esa es la percepci¨®n de muchos, y la respuesta de los l¨ªderes nacionalistas es simple: proteccionismo comercial y fronteras selladas.
La embestida proteccionista de Trump ha provocado grandes turbulencias en las relaciones con la UE y China. Washington logr¨® una ventajosa renegociaci¨®n de su tratado de libre comercio con Canad¨¢ y M¨¦xico en 2018. Pero, obviamente, la UE y China son actores con un peso espec¨ªfico muy superior.
A la vez, el Dow Jones est¨¢ mandando inquietantes mensajes. Despu¨¦s de un potente periodo de ascenso en 2017, el ¨ªndice burs¨¢til est¨¢ claramente sufriendo y ha vivido un mes de diciembre muy negativo (ha perdido alrededor de un 10%). Quiz¨¢ estos dos factores expliquen que Trump haya aceptado una tregua en la batalla comercial con Pek¨ªn y Bruselas. Los primeros compases de 2019 ser¨¢n trascendentales para ver si se reanuda la guerra o si la situaci¨®n se destensa.
ESTADOS UNIDOS
En Estados Unidos hay al menos dos din¨¢micas que podr¨¢n tener un gran impacto global. En primer lugar, el riesgo de radicalizaci¨®n de la Administraci¨®n de Trump tras la estampida de las figuras que representaban el anclaje de pragmatismo y experiencia (Tillerson, Kelly y Mattis, por citar solo tres) en un Gobierno, por lo general, bastante poco ortodoxo.
En segundo lugar, ser¨¢ interesante observar la evoluci¨®n del Partido Dem¨®crata. En primer lugar, en su actitud en el Congreso despu¨¦s de recuperar el control de la C¨¢mara de Representante y, m¨¢s en general, en la presentaci¨®n de los aspirantes a ser el candidato o candidata del partido en las presidenciales de 2020. Como todos los partidos de su ¨¢rea, el dem¨®crata estadounidense debe decidir entre el anclaje centrista (que con distintas caracter¨ªsticas defendieron los Clinton y Barack Obama) o virar a la izquierda (en un eco de Sanders, siguiendo la ruta de los laboristas brit¨¢nicos comandados por Jeremy Corbyn). La veterana senadora Elizabeth Warren, del ala izquierda del partido, fue este lunes la primera en dar el paso al frente.
Hay una tercera din¨¢mica importante en clave nacional: la primera oleada de decisiones de un Tribunal Supremo claramente conservador despu¨¦s de los nombramientos realizados por Trump.
RALENTIZACI?N CHINA
China entr¨® en esta d¨¦cada a una velocidad de crecimiento del PIB anual del 10%. Saldr¨¢ de ella previsiblemente a un ritmo del 6%. Esta ralentizaci¨®n del ciclo expansivo inquieta a la c¨²pula china, que menciona abiertamente el asunto como un gran reto para los pr¨®ximos a?os. Los l¨ªderes del PCCh afrontan el desaf¨ªo de mantener vivo el contrato t¨¢cito que ha sellado con su ciudadan¨ªa hace tiempo: prosperidad a cambio de la renuncia a las libertades pol¨ªticas. Las expectativas de la poblaci¨®n son enormes y directamente proporcional puede ser la frustraci¨®n.
Este a?o es especialmente sensible para las autoridades chinas porque coinciden el 30? aniversario de la represi¨®n de Tiananmen, el centenario del movimiento estudiantil que desemboc¨® en la formaci¨®n del partido en 1921 y el 70? aniversario de la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Popular. Cada uno, a su manera, puede ser un catalizador de molestas manifestaciones de disenso. Las autoridades invierten copiosamente en herramientas de inteligencia artificial para incrementar su control.
ELECCIONES EN INDIA E INDONESIA
La primera (India, 1.340 millones de habitantes) y la tercera (Indonesia, 265 millones) democracias m¨¢s pobladas del mundo volver¨¢n a las urnas. El nacionalista hind¨² Narendra Modi buscar¨¢ un nuevo mandato en las elecciones legislativas previstas en India para abril y mayo de 2019. Los sondeos le otorgan de momento una ventaja frente a su principal competidor, Ra¨²l Gandhi, del hist¨®rico Congreso Nacional. La cita tiene enorme importancia. Una rev¨¢lida de Modi podr¨ªa darle impulso para desarrollar una pol¨ªtica m¨¢s abiertamente nacionalista.
Tambi¨¦n en Indonesia el actual presidente busca un segundo mandato en las presidenciales de abril. Joko Widodo se enfrentara, como en 2014, al exgeneral Prabowo Subianto. Para difuminar las dudas sobre su laxa religiosidad, Widodo ha elegido como n¨²mero dos al l¨ªder de la mayor organizaci¨®n isl¨¢mica del pa¨ªs.
LATINOAM?RICA
El 2019 de la regi¨®n latinoamericana estar¨¢ marcado por la dicotom¨ªa de los primeros compases de los nuevos l¨ªderes de los dos titanes del ¨¢rea: Brasil y M¨¦xico. El populista de ultraderecha Jair Bolsonaro y el populista de izquierdas Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO) afrontan, sin embargo, la tarea en condiciones muy diferentes. Bolsonaro, con un Parlamento muy fragmentado pero con una perspectiva de gran sinton¨ªa con Washington y en medio de una generalizada ola derechista en el continente. AMLO, con una s¨®lida mayor¨ªa parlamentaria pero con la latente amenaza de graves fricciones con el vecino del norte y sustancialmente aislado en el continente.
El desempe?o de los dos en su primer a?o de mandato tendr¨¢ importancia no solo para sus propios pa¨ªses, sino probablemente tambi¨¦n para toda la regi¨®n. Por el peso espec¨ªfico de ambos, y por la tendencia de Am¨¦rica Latina al r¨¢pido contagio transfronterizo de experiencias pol¨ªticas, como muestran el movimiento pendular continental hacia la izquierda en la primera d¨¦cada de este siglo y posterior generalizado reflujo a la derecha ahora. ?Qui¨¦n tendr¨¢ mayor fuerza de arrastre? ?El modelo Bolsonaro o el modelo AMLO?
Entre otros acontecimientos en el continente, hay que destacar las presidenciales en Argentina, donde Mauricio Macri luchar¨¢ para la reelecci¨®n herido por el hundimiento econ¨®mico, y las elecciones de Bolivia, donde Evo Morales busca competir por en¨¦sima vez pese a reiterados rechazos a la constitucionalidad de su candidatura.
ORIENTE PR?XIMO
La regi¨®n afronta multitud de retos, algunos muy desestabilizadores. Habr¨¢ que observar c¨®mo Ir¨¢n absorbe el golpe de las sanciones y si el descontento popular deriva en protestas; Israel vuelve a las urnas en abril y Netanyahu busca convertirse en el primer ministro m¨¢s longevo de la historia del pa¨ªs.
La monarqu¨ªa saud¨ª buscar¨¢ estabilizarse despu¨¦s del grave da?o sufrido por el asesinato del periodista Khashoggi; Yemen experimenta fr¨¢giles s¨ªntomas de posible alto el fuego que habr¨¢ que ver si persisten; Siria avanzar¨¢ probablemente en la tarea de reconstrucci¨®n y retorno de refugiados con Bachar el Asad al mando bajo la pax rusiana. Mosc¨² ha ganado mucha influencia en la regi¨®n, mientras EE UU est¨¢ en clara retirada.
?FRICA
El mayor pa¨ªs del continente por poblaci¨®n (Nigeria, casi 200 millones) y el segundo por superficie (Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, m¨¢s de cuatro veces Espa?a, y pr¨¢cticamente a la par con el primero, que es Argelia) afrontan procesos electorales.
En el caso de Congo ha empezado de forma incompleta y muy pol¨¦mica. Nigeria deber¨ªa acometerlo en febrero. Es dif¨ªcil sobrestimar la importancia de que estas elecciones tengan un desarrollo positivo.
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