La fiscal¨ªa italiana investiga si el padre de una v¨ªctima de abusos contrat¨® a un sicario para asesinar al pederasta
La chica, de 15 a?os, se quit¨® la vida antes de que su agresor fuera encarcelado
Giuseppe Matarazzo fue condenado en 2011 a once a?os y medio de prisi¨®n por haber abusado sexualmente de una menor. La adolescente, de 15 a?os, se quit¨® la vida antes de que ¨¦l entrara en la c¨¢rcel. El hombre, de 46 a?os, sali¨® en libertad el pasado junio despu¨¦s de haber reducido su condena por los beneficios penitenciarios. Un mes despu¨¦s, lo asesinaron a balazos en plena calle en Frasso Telesino, una ciudad al norte de N¨¢poles. Alguien le pidi¨® desde un veh¨ªculo que se acercara, para pedirle una informaci¨®n y cuando lo hizo, un hombre le descerraj¨® varios tiros hasta matarlo.
Ahora la fiscal¨ªa de Benevento cree que se trata de un crimen por encargo y que quien apret¨® el gatillo fue un sicario contratado por la familia de la chica fallecida. En concreto, las pistas que manejan los inspectores llevan hacia el padre, que est¨¢ investigado, aunque no ha sido ni interrogado ni detenido por el momento. Pero creen que tiene ¡°un m¨®vil importante¡± para la venganza.
Le pidieron desde un veh¨ªculo que se acercara para pedirle una informaci¨®n; cuando lo hizo, le descerrajaron varios tiros
El 28 de diciembre, los Carabinieri detuvieron a dos hombres, de 30 y 55 a?os, sospechosos de haber conducido el veh¨ªculo que se us¨® en el crimen, y acusados de homicidio premeditado. El fiscal de Benevento, Aldo Policastro, en unas declaraciones, en una rueda de prensa, recogidas por la agencia italiana ANSA, confirm¨® que segu¨ªan la hip¨®tesis de los sicarios a sueldo, a cambio ¡°de algunos miles de euros¡±.
¡°El homicidio ha sido seguramente por encargo y los dos arrestados son solo el inicio porque las investigaciones contin¨²an, en busca de un eventual intermediario y de los mandantes¡±, explic¨®. Seg¨²n su tesis, no hay ning¨²n v¨ªnculo entre los detenidos y la v¨ªctima ni tampoco entre los arrestados y el principal investigado por haber encargado el crimen, por lo que creen que alg¨²n intermediario pudo haberlos puesto en contacto.
El coche desde el que se dispar¨® a la v¨ªctima y en el que despu¨¦s huyeron los detenidos puso a la polic¨ªa tras la pista del detenido de mayor edad. Estaba a nombre de unos familiares, pero ¨¦l lo conduc¨ªa a menudo. Un testigo y la se?al GPS del veh¨ªculo lo sit¨²an en el momento y en el lugar del crimen. Y tambi¨¦n revelan que hab¨ªa rondado por la zona alg¨²n d¨ªa antes, por lo que la fiscal¨ªa cree que el homicidio pudo ser premeditado.
La detenci¨®n se precipit¨® cuando los inspectores descubrieron que este mismo hombre estaba intentando conseguir documentaci¨®n falsa para, presumiblemente, salir del pa¨ªs. M¨¢s tarde se descubri¨® que la pistola que se utiliz¨® como arma del crimen era tambi¨¦n suya, aunque los investigadores no creen que haya sido ¨¦l quien apret¨® el gatillo, y por el momento desconocen qui¨¦n pudo hacerlo.
Seg¨²n la prensa italiana, el arrestado se ha declarado inocente y ha dicho que se encontraba en la zona para colocar unos carteles publicitarios de un evento. Acerca de los documentos falsos, ha explicado que hizo varias consultas para unos amigos albaneses que quer¨ªan trasladarse a Italia.
El caso ha servido tambi¨¦n para reabrir el debate en ciertos sectores sobre las penas por abusos sexuales a menores y mujeres. El secretario general del sindicato de polic¨ªa penitenciaria, Aldo Di Giacomo, ha afirmado que el suceso ha despertado ciertas alarmas. ¡°Cuando no hay una certeza de castigo, hasta el punto de que en ocasiones no se determina ninguna distinci¨®n entre v¨ªctima y verdugo, sucede que se despiertan, sobre todo entre los familiares de las v¨ªctimas de delitos odiosos como la violencia sexual sobre menores, actos de tomarse la justicia por su mano como ¨²nico camino, algo que de todos modos siempre es condenable¡±, ha dicho.
El sindicato ha publicado en su p¨¢gina web que, seg¨²n un estudio de la revista Diritto penale contemporaneo (Derecho penal contempor¨¢neo), con la colaboraci¨®n de la universidad Bocconi de Mil¨¢n, realizado sobre 100 sentencias de violencia sexual en primer grado a menores y mujeres, la pena media para estos delitos es de cinco a?os, algo que el autor de la investigaci¨®n, el profesor Francesco Macr¨¬, considera ¡°insuficiente¡±.
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