21 millones de d¨®lares por obligar a una mujer que lavaba platos a trabajar los domingos

Marie Jean Pierre, inmigrante haitiana de 60 a?os, fue clara en la entrevista para el puesto de lavadora de platos en el hotel Conrad, en el exclusivo barrio de Brickell, Miami: el domingo no pod¨ªa trabajar porque era misionera de la Iglesia de los Soldados de Cristo. "El domingo yo honro a Dios". La empresa respet¨® sus creencias durante una d¨¦cada hasta que un gerente de cocina la oblig¨® a trabajar el s¨¦ptimo d¨ªa. Pierre cambi¨® los turnos con sus compa?eros hasta que la echaron por ¡°mala conducta, negligencia y ausencias injustificadas¡±. La empleada demand¨® al hotel por discriminaci¨®n religiosa y la semana pasada un jurado determin¨® que debe ser compensada con 21 millones de d¨®lares (18,5 millones de euros).

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En octubre de 2015, tras nueve a?os trabajando en el hotel Conrad, George Colon, el gerente de cocina, le incluy¨® a Pierre el turno de los domingos. La mujer solicit¨® a su pastor que escribiera una carta explicando que obligarla a trabajar ese d¨ªa ser¨ªa violar sus creencias religiosas, argumento que, seg¨²n una queja puesta por la empleada, fue ignorado. Durante varios meses Pierre logr¨® esquivar el trabajo de los domingos gracias al intercambio de horarios con sus compa?eros. Pero en marzo de 2016 la limpiadora de platos recibi¨® una carta de despido aduciendo ¡°mala conducta, negligencia y 'ausencias injustificadas¡±.

Pierre present¨® una queja ante la Comisi¨®n de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, diciendo que el hotel hab¨ªa discriminado sus creencias religiosas. La organizaci¨®n le explic¨® que su caso era s¨®lido y que ten¨ªa el "derecho a demandar". Ella llev¨® a los tribunales del distrito sur de Florida a Park Hotels and Resorts Inc. de Tysons, Virginia (anteriormente conocida como Hilton Worldwide, que administraba Conrad), alegando que el hotel hab¨ªa violado la Ley de Derechos Civiles de 1964, que proh¨ªbe la discriminaci¨®n en el empleo por raza, color, religi¨®n, sexo u origen.

Un jurado federal ha resuelto ahora que la empresa debe otorgarle 21,5 millones de d¨®lares a Pierre: 36.000 para cubrir los salarios y beneficios que ha perdido desde su despido, 500.000 para intentar compensar el dolor emocional y los casi 21 millones restantes por da?os punitivos o ejemplares, que son los que se otorgan para castigar a un acusado por negligencia o mala conducta graves. De esa cantidad, la demandante solo recibir¨¢ 300.000 d¨®lares, que es el m¨¢ximo que se puede pagar por da?os punitivos. Marc Brumer, el abogado de Pierre, dijo a The Washington Post que, al parecer, los miembros del jurado desconoc¨ªan la existencia de ese tope. Pero remarc¨® que lo importante no era el dinero sino enviar un mensaje contra las empresas que no respetan las creencias.

La historia no parece acabar aqu¨ª. Los abogados del hotel dijeron a NBC que planeaban apelar el fallo. "Nos sentimos muy decepcionados por el veredicto del jurado y no creemos que est¨¦ respaldado por los hechos de este caso o la ley", declar¨® la empresa Hilton en un comunicado difundido por la cadena de televisi¨®n. "Durante los 10 a?os que la se?ora Pierre trabaj¨® en el hotel se hicieron m¨²ltiples concesiones para cumplir con sus compromisos personales y religiosos", conclu¨ªa la misiva.