La amenaza a las libertades crece en el Este
Hungr¨ªa y Polonia encabezan la deriva autoritaria de los antiguos pa¨ªses comunistas
A paso firme, Europa del Este avanza hacia un autoritarismo in¨¦dito desde hace d¨¦cadas en el continente. Con medidas ultraconservadoras y un discurso populista e intolerante, Polonia y Hungr¨ªa lideran la deriva de los antiguos sat¨¦lites de la URSS. El primer ministro h¨²ngaro, V¨ªktor Orb¨¢n, y el ex primer ministro polaco y cerebro en la sombra del Gobierno, Jaros?aw Kaczy¨½ski, erosionan poco a poco una democracia que tanto cost¨® construir. Con pol¨ªticas xen¨®fobas frente a refugiados e inmigrantes, leyes contra las ONG de capital extranjero, reformas para controlar los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos y politizar la justicia, atacan la pluralidad, el derecho humanitario y hasta los valores de educaci¨®n para la democracia.
La lista es larga, pero si algo comparten Hungr¨ªa y Polonia ¨Cy por detr¨¢s, el resto del Este¡ª es su ataque a los diferentes. El Gobierno h¨²ngaro del Fidesz, miembro del Grupo Popular Europeo, ha aprobado varias leyes que han convertido al pa¨ªs en ¡°no seguro¡± para los solicitantes de asilo. La gota que colm¨® el vaso fue la aprobaci¨®n en marzo de una ley que permite detener a quienes entren irregularmente en el pa¨ªs y recluirles en ¡°centros¡± en la frontera.
Desde que comenz¨® la crisis de los refugiados en 2015, Orb¨¢n ha encabezado en la UE la oposici¨®n a acoger asilados. Su Ejecutivo, que ha explotado el discurso xen¨®fobo para que no le coma terreno el segundo partido, el ultraderechista Jobbik, ha recurrido ante los tribunales europeos la pol¨ªtica migratoria com¨²n, por la que cada Estado miembro debe reasentar una cuota de los refugiados llegados a Italia o Grecia. Tambi¨¦n es la principal voz del grupo de Visegrado, alianza de pa¨ªses de la regi¨®n centrada hoy en oponerse a la pol¨ªtica migratoria com¨²n.
Otra de sus actuaciones m¨¢s repudiadas internacionalmente ha sido el ataque a las ONG de capital extranjero y la persecuci¨®n a la Central European University (CEU),?prestigioso centro acad¨¦mico progresista con sede en Budapest, financiado por el multimillonario estadounidense de origen h¨²ngaro George Soros. El Gobierno ha aprobado una ley para su destierro ex profeso.
El magnate ¡ªgracias a quien Orb¨¢n pudo en su d¨ªa estudiar becado en Oxford¡ªse ha convertido en un enemigo para el primer ministro. El Ejecutivo ha llegado a usar su rostro en una controvertida campa?a antinmigraci¨®n. La ley contra las ONG arremete contra entidades que luchan por los derechos civiles y los refugiados; buen n¨²mero de ellas reciben dinero de Soros o alguna de sus fundaciones.
El otro gran frente autoritario lo abandera en Polonia el partido ultraconservador y nacionalista Ley y Justicia (PiS), en el Gobierno. Su ¨²ltima maniobra es un cambio legal que politiza la justicia. Pretende, por ejemplo, despedir a los jueces del Supremo y que los nuevos sean nombrados por el Parlamento, donde el PiS tiene mayor¨ªa. La ley ha motivado un aviso muy serio de Bruselas, hasta el punto de que el presidente del pa¨ªs, Andrezj Duda, la ha devuelto a la C¨¢mara para su revisi¨®n. Con todo, ha avanzado hacia el control judicial: el ministro puede nombrar a los presidentes de los juzgados ordinarios y se rebaja la edad de la jubilaci¨®n, con distinto l¨ªmite por g¨¦nero (60 a?os las mujeres, 65 los hombres).
Desde su triunfo electoral en 2015, la deriva autoritaria del PiS preocupa muy seriamente a la UE, que ha amenazado con retirar los derechos de voto a Polonia si no recula. Pero el PiS ya ha cambiado el Constitucional y reforzado su dominio de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos. Y ya no son solo las libertades: tambi¨¦n ha puesto en su punto de mira uno de los bosques m¨¢s antiguos de Europa.
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