El lento camino hacia unas elecciones libres en Venezuela

El camino para convocar unos comicios libres en Venezuela, la ¨²ltima fase de la ruta que se ha marcado Juan Guaid¨® como presidente interino, tiene m¨¢s de carrera de fondo que de velocidad. ?l mismo ha calculado que tardar¨¢ entre 6 y 12 meses en lograrse, pero los expertos se?alan que m¨¢s que plazos, hay que pensar en reunir las condiciones para que haya unas elecciones limpias. ¡°Llegamos a esta situaci¨®n porque las ¨²ltimas fueron de mala calidad y hechas a la carrera¡±, sostiene Luis Lander, director del Observatorio Venezolano Electoral, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que se dedica a supervisar procesos electorales. Se refiere a las de mayo de 2018, que dieron una muy cuestionada victoria a Nicol¨¢s Maduro.

Lo primero que hay que hacer, seg¨²n Lander, es reestructurar el Consejo Nacional Electoral (CNE) y los ¨®rganos de justicia electoral, en los que interviene el Tribunal Supremo y la Contralor¨ªa ¡ªuna especie de Tribunal de Cuentas¡ª, poderes totalmente plegados a Maduro. Los miembros del CNE fueron escogidos en procesos irregulares y sus decisiones han demostrado ser parciales. Por eso, seg¨²n este experto, deber¨ªan ser sustituidos. ¡°La justicia electoral, expresada en sentencias de tribunales de diversas jerarqu¨ªas, ha mostrado sesgos inaceptables¡±, se?ala.

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A ello se une que ¡°la Contralor¨ªa ha inhabilitado pol¨ªticamente a ciudadanos mediante dict¨¢menes administrativos, algo que viola la Constituci¨®n¡±, explica. De esa manera se ha dejado fuera de juego a partidos pol¨ªticos de oposici¨®n y a sus l¨ªderes m¨¢s fuertes, como Henrique Capriles y Leopoldo L¨®pez.

Pese a que renovar estos cargos es competencia de la Asamblea Nacional (el Parlamento), en la que la oposici¨®n tiene mayor¨ªa, en los ¨²ltimos tres a?os ha sido constantemente bloqueada por el Tribunal Supremo, que controla Maduro. De hecho, el r¨¦gimen desat¨® una cacer¨ªa pol¨ªtica en 2017 cuando hubo que nombrar a nuevos magistrados, y los juristas escogidos por los parlamentarios acabaron en el exilio.

Juan Manuel Trak, soci¨®logo venezolano de la Universidad Cat¨®lica Andr¨¦s Bello, apunta a que la primera condici¨®n para tener elecciones con garant¨ªas ¡°es que haya otro Gobierno, de transici¨®n y de amplia base, junto con un nuevo CNE que hiciera posible unas elecciones libres, justas y competitivas¡±, explica. ¡°De otra manera ser¨ªa inviable. Maduro ha demostrado que no est¨¢ dispuesto a jugar limpiamente, que las elecciones solo le son ¨²tiles en tanto pueda controlar el resultado. Unas elecciones donde no hay incertidumbre son unas elecciones ama?adas. Para una convocatoria, Maduro no puede estar en el poder¡±, apunta

La llamada a elecciones es otro aspecto clave, se?ala Lander. ¡°El d¨ªa que se hace la convocatoria tambi¨¦n debe hacerse p¨²blico el cronograma electoral, con todas las tareas a cumplir para llegar a la jornada, postulaciones, auditor¨ªas [12 b¨¢sicas seg¨²n establece la ley], elecci¨®n de miembros de mesa, an¨¢lisis del registro, y concreci¨®n de la observaci¨®n nacional e internacional¡±, detalla. ¡°Todo esto requiere por los menos seis meses para hacerse. En las elecciones realizadas en la regi¨®n en el ¨²ltimo a?o, el menor tiempo empleado ha sido de nueve meses¡±, indica este experto. Y advierte: ¡°El apresuramiento deteriora la calidad del proceso, especialmente cuando se trata de unas elecciones que puedan contribuir a resolver la tensi¨®n, para que la inmensa mayor¨ªa, no solo la oposici¨®n o solo el chavismo, las reconozca¡±.

Ese deterioro se produjo, seg¨²n Lander, en las ¨²ltimas presidenciales, las que han desatado la crisis actual. Fueron el 20 de mayo de 2018, anticipadas, y estuvieron plagadas de irregularidades desde la propia convocatoria, realizada por un ente sin competencias para ello, la Asamblea Constituyente, creada por Maduro para suplantar las funciones de la Asamblea Nacional (el Parlamento, de mayor¨ªa opositora).

El factor tiempo

En esas elecciones se excluy¨® a varios partidos opositores, hubo una alta abstenci¨®n y el resultado fue impugnado por los contrincantes de Maduro (Henri Falc¨®n y Javier Bertucci) por la violaci¨®n de los acuerdos de garant¨ªas. En una tradici¨®n que viene desde 1947, las presidenciales en Venezuela se han realizado en diciembre salvo en cuatro excepciones, todas ocurridas durante el chavismo: en julio de 2000, por la renovaci¨®n de poderes a la que oblig¨® la nueva Constituci¨®n; en octubre de 2012, ante la convalecencia de Hugo Ch¨¢vez; en abril de 2013, por la muerte sobrevenida del l¨ªder de la revoluci¨®n bolivariana, y en mayo 2018, convocadas por Maduro para tratar de zanjar la crisis pol¨ªtica y eludir las urnas en diciembre, en medio del descalabro y el descontento que ha dejado en los ciudadanos m¨¢s de un mill¨®n por ciento de inflaci¨®n al cierre de 2018.

A estas siguieron los comicios de gobernadores y alcaldes; todos ellos procesos hechos contra reloj y anticipados, como las legislativas que ahora ha sugerido Maduro, que deber¨ªan ocurrir a finales de 2020, pero que para el chavismo servir¨ªan para sacarse la piedra en el zapato que ha significado el control del Parlamento por parte de la oposici¨®n. ¡°La democracia requiere tiempo¡±, insiste Lander.

Otro aspecto fundamental en unos eventuales comicios presidenciales en los que deber¨ªa desembocar el conflicto venezolano es el registro electoral. Es necesario incorporar a m¨¢s de dos millones de venezolanos que han cumplido 18 a?os desde la ¨²ltima actualizaci¨®n del padr¨®n y a los casi tres millones que han migrado estos a?os y que por ley tienen derecho al voto en unas presidenciales. ¡°Hoy las sedes consulares son insuficientes para esta demanda de electores que hay fuera de Venezuela. Este ser¨ªa un aspecto por resolver¡±, indica Lander.

La observaci¨®n nacional e internacional calificada, finalmente, es clave, destaca este experto. ¡°En 2006, la Uni¨®n Europea organiz¨® una excelente observaci¨®n internacional, la mejor que se ha hecho en Venezuela: una misi¨®n permanente por varios meses, que monitore¨® el proceso en todas sus fases, pues la debilidad que suelen tener los observadores internacionales es que no conocen el contexto¡±, destaca. El grupo de contacto que ha creado la Uni¨®n Europea podr¨ªa ser el comienzo.