El cinismo del papa Francisco
La neutralidad del Vaticano en la crisis venezolana sirve de apoyo a Maduro
No es Ir¨¢n la ¨²nica teocracia contempor¨¢nea que abjura del presidente Guaid¨®. Se resiste a reconocerlo el Vaticano, tanto por la idiosincrasia bolivariana del papa Francisco como porque su actual secretario de Estado, Pietro Parolin, fue el art¨ªfice de la reconciliaci¨®n ¡ªde la comuni¨®n¡ª entre el chavismo y la Santa Sede en los tiempos id¨®latras del mariscal Hugo.
Es la raz¨®n por la que Nicol¨¢s Maduro ha pedido la mediaci¨®n moral y pol¨ªtica del sumo pont¨ªfice. Pretende involucrarlo como ¨¢rbitro de una conferencia de pa¨ªses ¡°neutrales¡± ¡ªM¨¦xico, Uruguay¡ª convocada en Montevideo este jueves como salida al aislamiento del tirano venezolano.
Proliferan, se multiplican, las democracias que han arropado la legitimidad de Guaid¨®, pero Francisco se resiste a implicarse entre ellas. Y no solo por su identificaci¨®n con la doctrina social del chavismo, sino por un equivalente rechazo al veneno del capitalismo. Francisco abraz¨® a Cristina Kirchner con una elocuencia inversamente proporcional a la audiencia g¨¦lida que le concedi¨® al presidente Macri. La diferencia de trato a sus compatriotas tanto explica el rechazo al auge liberal de los Gobiernos de Am¨¦rica Latina como presupone la tutela impl¨ªcita al r¨¦gimen de Maduro.
La diplomacia de la Santa Sede se relame en las obligaciones de su hist¨®rico cinismo, se recrea en la est¨¦tica de la especulaci¨®n, pero el ejercicio de equilibrismo implica ahora un margen de credibilidad y de esperanza a la supervivencia de Maduro. No hay equidistancia posible. Eludir el reconocimiento de Guaid¨® es una manera de alistarse con los pa¨ªses que cooperan con el dictador. Lo hacen China, Ir¨¢n, Rusia, Cuba, Turqu¨ªa, Siria. Y podr¨ªa incluirse la bandera blanca y amarilla de la Santa Sede. Las ¨²nicas reflexiones pontificias respecto a la crisis se restringen al prevalecimiento de la paz y de la convivencia.
La ambig¨¹edad del Vaticano puede extrapolarse a la posici¨®n de Italia. El puente del T¨ªber ha logrado unir de forma accidental y extravagante el criterio pol¨ªtico y el confesional de Roma. El presidente Mattarella ha intentado inculcar en el Gobierno tricolore la oportunidad de adherirse al consenso comunitario en el reconocimiento de Guaid¨®, pero la resistencia del Movimiento Cinco Estrellas malogra toda expectativa, m¨¢s all¨¢ de los v¨ªnculos geopol¨ªticos entre la Liga de Salvini y la Rusia de Putin en los planes de sabotaje a la Uni¨®n Europea.
Se halla Francisco de viaje ecum¨¦nico en la satrap¨ªa de Emiratos ?rabes. Y aboga por la libertad religiosa en el medievo de Al¨¢, pero la misi¨®n se ha demostrado m¨¢s extravagante que necesaria. En lugar de encubrir a los dictadores del Golfo, deber¨ªa el Papa desenmascarar al de Venezuela.
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