Los militares venezolanos bloquean un puente que Colombia quiere usar para trasladar ayuda humanitaria
Crece la expectativa a ambos lados de la frontera ante el env¨ªo de alimentos y medicinas
Mientras en Caracas el presidente interino de Venezuela, Juan Guaid¨®, mantiene la presi¨®n para forzar el ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela, un moderno puente sin estrenar en la frontera con Colombia se ha convertido en el m¨¢s reciente foco de atenci¨®n para tomarle el pulso a ese desaf¨ªo abierto a Nicol¨¢s Maduro. Las autoridades colombianas establecieron all¨ª un puesto para la recepci¨®n y almacenamiento de las 60 toneladas de medicinas y alimentos que son esperadas con creciente expectativa en C¨²cuta, la principal ciudad fronteriza, al tiempo que del lado venezolano los militares bloquearon el paso al atravesar un cami¨®n cisterna y contenedores de carga.
El env¨ªo de ayuda, a trav¨¦s de Colombia, Brasil y una isla del Caribe no concretada, es una iniciativa de Guaid¨® apoyada por Washington y Bogot¨¢ que, adem¨¢s de aliviar la escasez de medicinas y otros bienes b¨¢sicos que sufre Venezuela, est¨¢ considerada por los contrarios a Maduro como una forma de medir la fidelidad de los militares, que pueden facilitar el paso de la ayuda humanitaria a trav¨¦s de la frontera, con el l¨ªder chavista. Este rechaza la ayuda al considerarla tanto una ¡°agresi¨®n¡± como una excusa para una intervenci¨®n en Venezuela.
Uno de los centros de acopio para una operaci¨®n sobre la cual hay m¨¢s inc¨®gnitas que certezas es el Puente Internacional de Tienditas, donde esta semana Colombia estableci¨® un puesto de mando unificado. En la estructura, a unos 10 minutos del centro de C¨²cuta, se encuentran las bodegas dispuestas para recibir las ayudas, y una vez est¨¦n all¨ª se esperar¨¢ el d¨ªa correcto para poder introducirlas en Venezuela y poder repartirlas, ha explicado sin mayores detalles Eduardo Jos¨¦ Gonz¨¢lez, director de la Unidad Nacional para la Gesti¨®n del Riesgo de Desastres (UNGRD), la entidad colombiana encargada de liderar los esfuerzos. Aunque nadie ha confirmado que el primer env¨ªo vaya a ingresar por Tienditas, los militares venezolanos parecen desear anticiparse a ese escenario.
Tambi¨¦n lleg¨® el lunes a la ciudad colombiana de C¨²cuta una comisi¨®n de diputados de la Asamblea Nacional venezolana (declarada en desacato en 2017 por el chavismo y presidida por Juan Guaid¨®) para afinar los detalles de la entrega de alimentos y medicinas. El grupo est¨¢ integrado por Gaby Arellano, Ismael Garc¨ªa, Germ¨¢n Ferrer y Jos¨¦ Manuel Olivares. La UNGRD ha se?alado que, llegado el momento, el reparto de la ayuda se llevar¨¢ a cabo en territorio venezolano, no en la parte colombiana, a pesar de que algunas familias de migrantes ya comienzan a reunirse en los alrededores de Tienditas con la expectativa de ser atendidos. Los preparativos se adelantan con gran sigilo.
Tienditas es en s¨ª mismo un s¨ªmbolo de los encuentros y desencuentros entre los Gobiernos de Colombia y Venezuela. Con unos 240 metros de largo y 40 metros de ancho, fue un sue?o de integraci¨®n entre dos pa¨ªses postergado durante d¨¦cadas. La ambiciosa estructura, pensada principalmente para el paso de veh¨ªculos de carga, consta de dos amplios corredores, cada uno de tres carriles, m¨¢s un paso peatonal y de bicicletas. Cuenta con una robusta infraestructura de control aduanero. Las obras concluyeron a mediados de 2016, pero para entonces Maduro hab¨ªa ordenado el cierre de la frontera y nunca lleg¨® a ser inaugurado.
Desde entonces el puente ha permanecido sellado, aunque en perfectas condiciones. Mientras, un puente cercano, el antiguo Sim¨®n Bol¨ªvar, con especificaciones obsoletas y riesgos estructurales tras m¨¢s de medio siglo de servicio, se ve desbordado por el flujo de venezolanos. Se calcula que, por esa infraestructura, hasta 35.000 personas cruzan al lado colombiano cada d¨ªa en busca de bienes y servicios o bien emprenden el ¨¦xodo para huir de la crisis que azota al pa¨ªs.
Tambi¨¦n est¨¢n los pasos Francisco de Paula Santander y La Uni¨®n, en el departamento de Norte de Santander, y otros cruces en La Guajira (al norte) y Arauca (sur-oriente), adem¨¢s de una infinidad de carreteras y pasos clandestinos que hist¨®ricamente han favorecido todo tipo de contrabando a lo largo de una porosa frontera de m¨¢s de 2.200 kil¨®metros.
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