Un instituto forense para poner nombre a 26.000 cuerpos en M¨¦xico
El Gobierno de L¨®pez Obrador propone un organismo nacional para coordinar los trabajos periciales en los 32 Estados del pa¨ªs
Consuelo Vel¨¢zquez no estudi¨® ciencias forenses, pero esta esposa desesperada por encontrar a su marido lleg¨® a la conclusi¨®n m¨¢s obvia: alguien ten¨ªa que ponerle nombre a esos muertos amontonados en c¨¢maras frigor¨ªficas. Y decidi¨®, sin saber lo que era, crear un banco de datos ¡ªartesanal¡ª de cad¨¢veres. "SF 296/18 [n¨²mero del cuerpo]. Masculino. Mordedura de borde a borde. Desgaste general de dientes. Estatura 1,77. Amputada mano izquierda. SF 297/18. Tatuaje en t¨®rax superior: Ram¨ªrez D¨ªaz. Tatuaje en hombro izquierdo: tortuga azul". Solo ten¨ªa un bloc de notas, un bol¨ªgrafo y cientos de fotograf¨ªas de restos humanos en frente. Desde que su marido desapareci¨® supo que su misi¨®n en la vida iba m¨¢s all¨¢ de buscarlo.
La difusi¨®n en redes sociales y grupos de familias de desaparecidos en Whatsapp de esos apuntes recabados el verano pasado en la morgue de Guadalajara (Jalisco) hizo que nueve familias encontraran a sus desaparecidos, de 47 que revisaron. "Nos dimos cuenta de que con nuestros propios medios, limitados, pod¨ªamos encontrar personas. ?Por qu¨¦ el Gobierno, que tiene los recursos, el dinero, no trabaja como debe ser?", cuenta indignada a este diario v¨ªa telef¨®nica.
El Gobierno de L¨®pez Obrador ha puesto en marcha esta semana un programa para esclarecer la desaparici¨®n de 40.000 personas e identificar unos 26.000 cuerpos aparecidos en 1.100 fosas clandestinas durante los a?os de la guerra contra el crimen organizado. Entre las medidas anunciadas est¨¢ la creaci¨®n de un Instituto Nacional Forense que centralice gran parte de la carga de trabajo que hasta ahora recae sobre los Estados.
El principal reto que asume este nuevo Gobierno es esclarecer la identidad de los cuerpos que ya ha encontrado. M¨¦xico es un pa¨ªs con decenas de miles de cad¨¢veres amontonados en institutos forenses y decenas de miles de familias destrozadas. Muchas de ellas peregrinan por los diferentes Estados buscando, instancia por instancia, a su familiar. Pese a la escalada hist¨®rica de violencia en el ¨²ltimo a?o ¡ªcon m¨¢s de 90 homicidios al d¨ªa, m¨¢s grave que en los peores a?os de la guerra contra el narco¡ª que ha colapsado las instituciones forenses y los equipos de investigaci¨®n de las fiscal¨ªas, no existe todav¨ªa ninguna base de datos nacional que registre las pruebas gen¨¦ticas de los miles de cuerpos encontrados sin nombre en las 32 entidades. La consulta solo puede hacerse a nivel estatal.
Uno de los principales problemas que ha obstaculizado la identificaci¨®n de los cuerpos es que hace falta unificar los criterios entre los diversos ¨®rganos ministeriales. "Ni siquiera los datos biom¨¦tricos registrados en cada dependencia est¨¢n homologados entre s¨ª", explica la exdirectora del Laboratorio de Gen¨¦tica Forense de la PGR, Martha Acela. "La Polic¨ªa Federal registra 16 marcadores [de an¨¢lisis gen¨¦tico] y otras instituciones, 24. Necesitamos un est¨¢ndar para que unos y otros puedan trabajar juntos y adem¨¢s para estar homologados con otros pa¨ªses", detalla. "La creaci¨®n de una base de datos nacional no resuelve en s¨ª misma la identificaci¨®n de los cuerpos. Es necesario que se garantice primero que el registro de los datos se har¨¢ correctamente, con un mismo protocolo", a?ade Acela.
La idea de crear una base de datos a nivel nacional la tuvo la Cruz Roja en 2015. Pero desde hace cuatro a?os, solo 15 entidades del pa¨ªs se hab¨ªan unido a la iniciativa. Seg¨²n explica desde el Gobierno el director de pol¨ªticas y estrategia en derechos humanos, F¨¦lix Santana, la misi¨®n de este nuevo Ejecutivo es imponer por decreto esta nueva medida a partir de marzo. "Hay una enorme deuda de al menos 50 a?os con los desaparecidos de mi pa¨ªs. Si institucionalmente se hubiera atendido desde la Guerra Sucia [represi¨®n pol¨ªtica desde 1964 hasta 1.982], habr¨ªamos tenido en estos momentos mayores capacidades institucionales desde las entidades. Pero nunca se les dio atenci¨®n", explica Santana en una entrevista a este diario. "Es desgraciadamente muy mexicano que en un Estado que no est¨¢ en guerra tengamos este nivel de crisis", apunta el director.
La creaci¨®n del Instituto Forense Nacional incluye la homologaci¨®n de criterios para recabar los datos, pero tambi¨¦n mejorar la coordinaci¨®n entre los Estados. "Ahora mismo hay algunos Semefos [institutos forenses] que dependen de las fiscal¨ªas locales; otros, de las secretar¨ªas de salud estatales; y otros del poder judicial. Este nuevo Instituto busca tambi¨¦n que se homologuen institucionalmente, que dependan todos de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n [Interior]", anuncia Santana. Adem¨¢s de la centralizaci¨®n del poder en el Gobierno federal, el objetivo es "estandarizar la obtenci¨®n de datos con un mismo protocolo y que permita cruzar las muestras de ADN obtenidas en los diferentes Estados con el resto del pa¨ªs, que todas las bases se intercomuniquen", se?ala el director.
Cuando Consuelo iba a la morgue de Guadalajara, en cada uno de esos cad¨¢veres (tiro de gracia, torturado, esposado, decapitado) ve¨ªa a su marido, Rogelio Ruiz, desaparecido el 23 de noviembre de 2015 con 47 a?os. "Lo primero que te encuentras al entrar es con un olor putrefacto, yo ya me he acostumbrado, pero muchas familias todav¨ªa no", recuerda. Despu¨¦s de varios meses de acudir al forense como quien acude a un trabajo, las secretarias del organismo le permitieron acceder a un ordenador que generalmente no ven las familias. Ah¨ª hay cientos de fotograf¨ªas de cuerpos nuevos que encontraron en una fosa o en un canal o entre la basura. Y como muchas mujeres como ella no pod¨ªan permitirse tomar un d¨ªa entero revisando im¨¢genes, decidieron turnarse y tomar nota de todo lo que ve¨ªan. "?Imag¨ªnese si existiera algo as¨ª para todo el pa¨ªs? Nos ahorrar¨ªa tanto sufrimiento...", cuenta por tel¨¦fono a este diario.
El Gobierno mexicano contempla la creaci¨®n de este registro nacional de cuerpos con sus datos biom¨¦tricos. La realidad de cientos de dependencias p¨²blicas es que hasta ahora eran incapaces de organizarse con otros Estados e incluso con dependencias de la misma entidad. Fueron miles de familias las que tuvieron que acudir a dejar sus muestras de ADN en las entidades donde pudieron haber encontrado el cad¨¢ver de su familiar. Muchos, renunciando a sus trabajos para cruzar el pa¨ªs cada semana, vendiendo su casa y sobreviviendo de sus ahorros para realizar un trabajo que nunca debieron hacer (seg¨²n la ley), pero que ninguna instituci¨®n les garantiz¨® que har¨ªa por ellos. Con esta nueva medida, se pretende acabar con esta pr¨¢ctica.
Rosa Hilda Cisneros se ha recorrido el pa¨ªs buscando a su hija, Dulce Yamel¨ª Gonz¨¢lez, desaparecida el 12 de mayo de 2012, cuando ten¨ªa 21 a?os. Desde San Fernando, Tamaulipas, uno de los n¨²cleos de las peores matanzas del crimen organizado, esta mujer "chaparrita", de 55 a?os, cuenta que se ha tenido que hacer experta a la fuerza en antropolog¨ªa, perito forense, criminal¨ªstica y hasta dentista. "Todo ello en el fuero com¨²n y en el federal", agrega. Su vida desde hace siete a?os consiste en patear montes y rastrear fosas buscando restos humanos que la lleven a Dulce, pero tambi¨¦n, en dejar su material gen¨¦tico en cada Estado donde sospecha que pudieron arrojar a su ni?a asesinada. "Yo me he hecho m¨¢s de nueve pruebas de ADN, en Tamaulipas, Jalisco, Veracruz, San Luis Potos¨ª y en la Ciudad de M¨¦xico. En algunas he tenido que hacerlo varias veces porque me dec¨ªan que hab¨ªan perdido mi muestra, ?f¨ªjese la seriedad!, y le puedo asegurar que si ahora voy a ver en los Semefos [morgues] me doy cuenta de que tampoco las tienen. As¨ª es de indignante esto". "Lo que nosotros aspiramos es que, una vez teniendo un solo banco nacional de datos, las familias den una muestra en un punto y se comparta a nivel nacional. Con una ser¨¢ suficiente", agrega Santana.
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