El ins¨®lito viaje de 273 cad¨¢veres por Guadalajara
Un tr¨¢iler del centro forense de Jalisco con cientos de cuerpos abandonados en la segunda ciudad m¨¢s grande de M¨¦xico ilustra el colapso de las instituciones ante la peor ola de violencia de su historia
Aquella tarde, la pipa de marihuana le supo raro a Mart¨ªn Alonso. ¡°Me estaba dando el primer toque y hasta cambi¨® el pinche aroma de la mota. Dije ?qu¨¦ pedo? Y es que en la calle ol¨ªa bien gacho¡±. Para no molestar a su hija de tres a?os, Alonso, de 30, hab¨ªa salido a fumar a la puerta de su casa, un zulo en ruinas como el de la mayor¨ªa de sus vecinos. Extra?ado, dej¨® la pipa y sigui¨® el rastro de la peste.
¡°Primero dec¨ªan que hab¨ªan matado a unos puercos, pero yo pues ya sab¨ªa m¨¢s o menos el olorcillo de cuando a unos amigos los cortaron en pedacitos y los tiraron tambi¨¦n por ah¨ª¡±. Aquella tarde, el 14 de septiembre, un tr¨¢iler con 273 cad¨¢veres hab¨ªa aparcado ah¨ª, detr¨¢s de su casa, entre los escombros y el terreno de unos agricultores. Y ah¨ª estuvo hasta el d¨ªa siguiente. Por la ma?ana, Alonso volvi¨® a asomarse y los chorros rojos se escurr¨ªan por la compuerta met¨¢lica manchando de sangre el silencioso campo de ma¨ªz.
?Qu¨¦ mejor lugar para deshacerse de un cami¨®n con 273 cad¨¢veres en Guadalajara, la segunda ciudad m¨¢s grande de M¨¦xico, que uno de los arrabales m¨¢s duros de la periferia? ?Qu¨¦ mejor lugar que Tlajomulco, la colonia donde las estad¨ªsticas dicen que el 70% vive entre la pobreza y la marginaci¨®n, donde sus vecinos cuentan que es normal encontrarse con cuerpos descuartizados en bolsas de basura?
Eso debieron pensar Luis Octavio Cotero, director del Instituto Forense de Jalisco, y Ra¨²l S¨¢nchez Jim¨¦nez, fiscal general del Estado, los dos cerebros de la operaci¨®n seg¨²n la versi¨®n oficial, cesados por el gobernador a lo largo de esta semana. Qu¨¦ mejor lugar que la miseria para esconder m¨¢s miseria.
¡°?No son basura, tienen nombre!¡±, ¡°?No son reses que van en camiones a la carnicer¨ªa!¡±, gritaban este viernes a las puertas del Instituto Forense colectivos de familiares de desaparecidos de varios Estados: Veracruz, Quer¨¦taro, Nayarit. Seg¨²n las cifras oficiales, solo en Jalisco hay 3.362. En todo M¨¦xico, 36.265. Seg¨²n los familiares, muchos m¨¢s.
¡°Al ver los tr¨¢ilers con tantos cuerpos amontonados en bolsas de basura, todas las madres de la rep¨²blica pensamos que ah¨ª pod¨ªa estar nuestro hijo¡±, explica Beatriz Torres, que ha recorrido casi 1.000 kil¨®metros desde la capital de Veracruz para llegar hasta aqu¨ª. De costa a costa buscando a su hijo.
La ola de violencia que sacude M¨¦xico se ha extendido hasta zonas consideradas oasis, reproduciendo en la capital de Jalisco im¨¢genes m¨¢s propias de territorios rojos como Tamaulipas o Guerrero: morgues saturadas de cuerpos hasta el punto de tener que guardarlos en camiones refrigerados como si fueran ganado. Instituciones colapsadas que no cumplen con los protocolos de registro e identificaci¨®n de los fallecidos. Y que en ¨²ltima estancia, y de modo irregular, son sacados de la morgue, para buscar otro lugar donde almacenarlos.
El Instituto Forense de Jalisco (Semefo) tiene capacidad para 170 cuerpos. Hoy son 444 repartidos entre la c¨¢mara refrigerada de sus instalaciones y dos camiones extra, alquilados hace a?o y medio. Algunos cuerpos tienen m¨¢s de dos a?os. Tan solo 60 est¨¢n debidamente registrados e identificados.
El viaje de los 273 cad¨¢veres hacinados en el tr¨¢iler parece sacado de uno de los sarc¨¢sticos, delirantes y did¨¢cticos relatos del escritor mexicano Jorge Ibarg¨¹engoitia. El 31 de agosto, el cami¨®n sali¨® del estacionamiento del Semefo rumbo a una bodega en Tlaquepaque, otra ¨¢rea metropolitana de la ciudad. Los vecinos se quejaron por el olor y la alcaldesa orden¨® clausurar el almac¨¦n. Era la ma?ana del 14 de septiembre y el paseo de cad¨¢veres acababa de comenzar.
Llevaron el cami¨®n a las instalaciones de la Fiscal¨ªa, pero era demasiado grande y al entrar se qued¨® atorado en la puerta del garaje. Llamaron a unos operarios para que limaran el techo. Cuando estaban trabajando empez¨® a llover. Pararon por el riesgo a morir electrocutados. Entonces, al conductor se le ocurri¨® que pod¨ªan guardarlo temporalmente en un bald¨ªo del propietario del tr¨¢iler. De camino, se volvi¨® a atascar en una vereda de tierra en Tlajomulco, detr¨¢s de las casas en ruinas, pegado al campo de ma¨ªz.
Intentaron sacarlo del barro. No pudieron y decidieron abandonarlo. Para rematar, el director del Instituto Forense que ha sido despedido tiene a su hija desaparecida desde hace dos meses y ha acusado al secretario de Gobierno ¡°de conductas no muy probas¡±. ¡°Voy a tener que andar con cuidado ¨Cdijo esta semana en una entrevista en la radio¨C no me vaya a suceder nada m¨¢s a m¨ª o a alguien de mi familia¡±.
Leticia V¨¢zquez, otra de las madres que claman justicia y dignidad, perdi¨® a su hija en noviembre de 2014 en las playas de Puerto Vallarta: ¡°El caso ha pasado por cinco Ministerios P¨²blicos, dos delegados de Gobierno y cuatro fiscales. ?Cu¨¢nto tiempo m¨¢s vamos a estar esperando?¡±. Tras el esc¨¢ndalo, el Gobierno estatal se ha comprometido a comprar una nueva nave frigor¨ªfica con 300 plazas y a registrar todos los cuerpos antes de noviembre, apenas un mes antes de que se acabe su legislatura.
Guadalajara, el segundo motor econ¨®mico de M¨¦xico, el otro Silicon Valley al sur de California, donde han aterrizado gigantes como Cisco, HP, Intel o Tesla, donde se celebra cada a?o la feria del libro en espa?ol m¨¢s potente del mundo, es tambi¨¦n un lugar donde el poder del crimen organizado es capaz de derribar un helic¨®ptero del ej¨¦rcito a ca?onazos, poner en jaque al centro de la ciudad bloqueando a la vez 39 carreteras o planear una emboscada contra un exfiscal a plena luz del d¨ªa a la salida de un restaurante a de moda.
Guadalajara, la nave nodriza durante los ochenta de la primera organizaci¨®n criminal que reuni¨® a los principales capos encargados de abrir las puertas de M¨¦xico a la coca¨ªna colombiana, es hoy la cuna de un nuevo cartel. El m¨¢s poderoso y el que m¨¢s ha crecido tras el declive de las mafias cl¨¢sicas: Jalisco Nueva Generaci¨®n.
¡°Nos ha superado la ola de violencia¡±, reconoc¨ªa el jueves el gobernador pri¨ªsta Arist¨®teles Sandoval, poniendo palabras a las cifras: los asesinatos han dejado 224 v¨ªctimas el mes de agosto, m¨¢s de siete al d¨ªa, una muerte violenta cada tres horas. La cifra acumulada en lo que va de a?o llega a 1.468, rozando el total de 2017, el a?o que rompi¨® todos los r¨¦cords sangrientos en la historia reciente de M¨¦xico. M¨¢s muertes que en los peores tiempos de la llamada guerra contra el narco.
El ascenso de Jalisco Nueva Generaci¨®n ha corrido paralelo a los a?os de Gobierno estatal pri¨ªsta. En 2012 apenas eran una escisi¨®n del cartel de Sinaloa. Durante toda la legislatura, el pulso ha sido constante entre el narco y el Estado, que en mayo le asest¨® un duro golpe con la detenci¨®n casi simultanea de dos de sus cabecillas. En dos meses, tomar¨¢ el relevo el nuevo Gobierno de Enrique Alfaro, exalcalde de Guadalajara, por el progresista Movimiento Ciudadano. El gobernador entrante ha declinado participar en este reportaje. Desde el Ejecutivo saliente le lanzan un consejo: ¡°Van a necesitar mucha ayuda federal, solo con la fuerza estatal no podemos contenerlos¡±.
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