Conte exhibe ante el Parlamento Europeo la brecha con Bruselas y sus socios
El primer ministro italiano acusa a la UE de "alejarse del pueblo" y critica la falta de "solidaridad" entre sus pa¨ªses
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha exhibido este martes el abismo que le sigue separando de Bruselas y de la mayor¨ªa de sus socios comunitarios. En un discurso ante el pleno del Parlamento Europeo, Conte ha afeado a unas instituciones pr¨®ximas a las ¡°¨¦lites¡± el haberse ¡°distanciado de la ciudadan¨ªa¡±. El primer ministro italiano ha defendido su plan de reformas frente a la ¡°austeridad¡± de la Comisi¨®n, ha denunciado la falta de ¡°solidaridad¡± en el seno de la UE en los asuntos migratorios y ha marcado distancias en pol¨ªtica exterior al abordar la crisis venezolana.
Antes de cerrar durante el periodo de Navidad, la Comisi¨®n Europea respiraba aliviada por no haber tenido que llegar hasta el extremo de sancionar a Italia por desafiar las reglas fiscales comunitarias. Los altos cargos de Berlaymont ¡ªsede de la Comisi¨®n Europea¡ª reconoc¨ªan que el acuerdo no era el ideal. Tal vez era una patada hacia adelante. Pero al menos daba pie a un periodo de distensi¨®n entre Bruselas y Roma a las puertas de unas elecciones en mayo. Este martes, sin embargo, el discurso de Conte en Estrasburgo ha puesto en evidencia la gran brecha que a¨²n sigue abierta entre el Ejecutivo de coalici¨®n del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga y la mayor¨ªa de sus socios europeos.
Conte llegaba con la mochila cargada de desencuentros. Las provocaciones de sus vicepresidentes, Luigi Di Maio y Matteo Salvini, provocaron que Francia llamara a consultas a su embajador en Roma. Varios pa¨ªses se desesperaron hace apenas una semana al no poder lograr un m¨ªnimo consenso para respaldar a Juan Guaid¨® como presidente interino de Venezuela por el bloqueo italiano. Y como guinda, otra ocurrencia de Salvini, la de hacerse con la propiedad de las reservas de oro del Banco de Italia, ha vuelto a enfurecer a las instituciones europeas. Todo eso en apenas un mes. Desde el pacto de diciembre ha llovido ya mucho.
Conte ha hecho gala de su fama de hombre gris y poco dado a los focos con un discurso previsible, con un tono casi apagado. Nada se sali¨® del guion: mostr¨® sus discrepancias respecto a Bruselas en los grandes debates, apenas recibi¨® un aplauso de cortes¨ªa y s¨ª tuvo que escuchar las cr¨ªticas de los portavoces de las grandes familias europeas. ¡°?Cu¨¢nto tiempo seguir¨¢ siendo una marioneta en las cuerdas de Salvini y Di Maio?¡±, le espet¨® el l¨ªder de los liberales (ALDE), Guy Verhofstadt.
Conte ha construido su discurso sobre el futuro de Europa sobre la premisa de que la Bruselas ¡°olig¨¢rquica¡±, la de las ¡°¨¦lites¡±, se ha ido ¡°apartando de los ciudadanos¡±. Idea que ha repetido con varias formulaciones: ¡°Europa debe escuchar a los ciudadanos¡± y ¡°No solo deben tenerse en cuenta los intereses de Bruselas¡±.
Parte de esa distancia que, dijo, existe entre ciudadan¨ªa e instituciones la ha atribuido a que la econom¨ªa se haya impuesto a la pol¨ªtica. ¡°Frente a la crisis econ¨®mica, se ha fomentado la pol¨ªtica de austeridad¡±, ha se?alado el primer ministro. Y, pese a que ahora tiene que lidiar con un pa¨ªs en recesi¨®n que no ha recuperado los niveles de riqueza anteriores a la Gran Recesi¨®n, ha reivindicado su programa como el ¡°mayor plan de reformas estructurales jam¨¢s concebido¡±.
¡°Falta de solidaridad¡±
Conte ha apelado en varias ocasiones a ¡°recuperar la solidaridad¡± entre pa¨ªses. En el terreno fiscal, pero tambi¨¦n en la pol¨ªtica migratoria, el otro gran punto de desencuentro con Bruselas. En ese flanco ha recibido la mayor parte de las cr¨ªticas de la izquierda. El socialdem¨®crata Udo Bullmann le ha acusado de estar dando la ¡°cara fea de la inhumanidad¡± por su pol¨ªtica de puertos cerrados.
El primer ministro ha denunciado la ¡°hipocres¨ªa¡± de Europa al se?alar que el mecanismo de redistribuci¨®n de inmigrantes ¡°no funciona¡±, en especial con los que llegan por motivos econ¨®micos. ¡°Los flujos migratorios no se pueden manejar diciendo que hay que gestionar la inmigraci¨®n en el pa¨ªs de primera llegada¡±, ataj¨®.
En una velada alusi¨®n a Francia, Conte ha llamado tambi¨¦n a los l¨ªderes europeos a ¡°no tener miedo del conflicto¡±. ¡°Deber¨ªamos demostrar que podemos controlarlo. No deber¨ªamos oponernos al cambio con un conservadurismo est¨¦ril y perjudicial. En lugar de eso, deber¨ªamos permitir que el conflicto emerja para demostrar, de una forma democr¨¢tica, su fuerza propulsora¡±, a?adi¨®.
La distancia con sus socios tambi¨¦n se ha plasmado en el ¨¢mbito exterior. Llam¨® a la UE a no renunciar ¡°al di¨¢logo¡± con China o Rusia y se reafirm¨® en su postura de no reconocer a Guaid¨®. ¡°No podemos entronizar a nadie que no haya pasado por elecciones libres y democr¨¢ticas¡±, insisti¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.