Canad¨¢ y sus cuentas pendientes con Noruega: pugnan por la estatua de alce m¨¢s alta del mundo

En Canad¨¢, el alce no es un animal del mont¨®n. El miembro m¨¢s robusto de la familia de los c¨¦rvidos hace de mascota para distintos equipos deportivos y aparece en la moneda de 25 centavos. Forma parte, junto con la hoja de arce y el hockey, de los s¨ªmbolos m¨¢s distintivos de este pa¨ªs norteamericano. Pero hay algo relacionado con este animal que inquieta a los canadienses. Los noruegos les arrebataron en 2015 el r¨¦cord de la estatura de alce m¨¢s alta del mundo. Y eso, en este pa¨ªs, duele.

Moose Jaw (¡°Quijada de alce¡± en espa?ol, 33.800 habitantes) es una peque?a ciudad de la provincia canadiense de Saskatchewan. Ah¨ª fue erigida en 1984 la estatua de este animal al que los pobladores bautizaron como Mac. Sus 9,8 metros de altura y sus cerca de 10 toneladas de peso la convirtieron en la mayor del mundo durante 31 a?os, hasta que la artista Linda Bakke, a solicitud de la Administraci¨®n P¨²blica de Carreteras de Noruega, cre¨® en 2015 una figura 30 cent¨ªmetros m¨¢s alta en terrenos de la municipalidad de Stor-Elvdal (2.490 habitantes).

Hace semanas, Justin y Greg, una pareja de humoristas canadienses, comenzaron a difundir en redes sociales un v¨ªdeo donde invitan a la gente a pasar a la acci¨®n para recuperar la cima del palmar¨¦s. ¡°Habitantes de Moose Jaw: los noruegos han cometido una ofensa grave contra ustedes¡±, comenta el d¨²o en las im¨¢genes con la estatua de Mac detr¨¢s. Poco tiempo despu¨¦s, lanzaron una campa?a de financiaci¨®n por internet para obtener 50.000 d¨®lares canadienses (unos 33.000 euros) que permitan cubrir los gastos para incrementar la altura del alce de cemento. De momento tienen en torno a 15.000 d¨®lares (unos 10.000 euros).

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Fraser Tolmie, alcalde de Moose Jaw, agradeci¨® y respald¨® la idea de Justin y Greg. ¡°Necesitamos restaurar el orgullo canadiense¡±, expres¨® con una mezcla de firmeza y comicidad en conferencia de prensa. Jacki L'Heureux-Mason, directora de la Oficina de Turismo de esa ciudad, comenta a EL PA?S que han recibido diversas sugerencias para utilizar el dinero que se recaude y que as¨ª Mac vuelva a reinar. Por ejemplo, ponerle unos patines de hielo, agregarle el sombrero caracter¨ªstico de la Real Polic¨ªa Montada o aumentar el tama?o de su cornamenta. De acuerdo a L'Heureux-Mason, esta ¨²ltima opci¨®n ser¨ªa la m¨¢s viable.

¡°Vamos a realizar estudios para saber si estos trabajos afectar¨ªan la estructura de Mac. Es posible que con mayor peso la estatua dure menos a?os. De ser as¨ª, podr¨ªamos barajar otros escenarios; incluso construir una nueva¡±, afirma la directora de la Oficina de Turismo de Moose Jaw. ¡°Contamos con un equipo de profesionales que lograr¨¢ lo que nos hemos planteado¡±, agrega.

L'Heureux-Mason subraya que la respuesta a la iniciativa ha sido muy amplia. ¡°Nuestra comunidad se ha movilizado mucho, hemos recibido apoyo de otras provincias canadienses y, de igual forma, desde el sur de la frontera¡±, afirma. En efecto, las redes sociales y la p¨¢gina de la campa?a de financiaci¨®n muestran las simpat¨ªas de un buen n¨²mero de estadounidenses.

La cadena canadiense CBC contact¨® a Linda Bakke, la autora de la estatua noruega. ¡°No pens¨¦ que Mac significara tanto para los habitantes de Moose Jaw, as¨ª que tengo un cargo de conciencia por todo esto. Lo siento¡±, coment¨®. Sin embargo, Bakke afirm¨® que, a pesar de los planes que se tienen para el alce canadiense, el pa¨ªs europeo recuperar¨¢ el cetro m¨¢s adelante, ya que la artista est¨¢ en conversaciones para construir otra estatua que medir¨¢ cerca de 20 metros. Linda Otnes Henriksen, vicealcaldesa de Stor-Elvdal, estuvo en Moose Jaw el pasado 2 de marzo. En su visita,? subray¨® que esta rivalidad puede servir para darle un impulso a la industria tur¨ªstica de ambas poblaciones y para crear lazos de amistad entre noruegos y canadienses. De cualquier modo, las autoridades de Moose Jaw desean recuperar pronto el cetro perdido.