Prep¨¢rense para el pr¨®ximo tent¨¢culo del Kremlin alrededor del cuerpo de Europa
Con distintos niveles de ¨¦xito, Rusia act¨²a en Europa a trav¨¦s de gasoductos, propaganda, espionaje, v¨ªnculos pol¨ªticos y religiosos. La UE afronta el reto de responder con unidad al desaf¨ªo

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Uno a uno, d¨ªa tras d¨ªa, como en un aterrador relato mitol¨®gico, polim¨®rficos tent¨¢culos se extienden desde la impenetrable atalaya del Kremlin y alcanzan y ci?en el hermoso cuerpo de Europa. Un d¨ªa aparecen en forma de un nuevo gigantesco gasoducto extendido por el lecho del mar B¨¢ltico; otro con el aspecto de una joven becaria en el Parlamento Europeo que resulta ser la hija del portavoz del presidente ruso; otro m¨¢s con la apariencia de la estrecha relaci¨®n entre Mosc¨² y un vicepresidente italiano; otro m¨¢s todav¨ªa sustanci¨¢ndose en venenos letales de corte sovi¨¦tico en territorio brit¨¢nico; o en un brote de fake news inyectado para sembrar discordia. Por razones de pulcritud de redacci¨®n este p¨¢rrafo debe concluir: pero, queriendo, podr¨ªa alargarse bastante.
Esta semana afloraron tres an¨¦cdotas que alimentan el relato: la cuesti¨®n Elizaveta Peskova, hija de Dimitri ¡ªportavoz de Vlad¨ªmir Putin¡ª, y becaria en el Parlamento Europeo por un diputado de la ultraderecha francesa (el antiguo Frente Nacional que, por cierto, en el pasado tuvo cr¨¦ditos de bancos rusos); la detenci¨®n en Suecia de un presunto esp¨ªa ruso; la presentaci¨®n de un informe del King's College que se?ala que medios estatales rusos ¡ªRT y Sputnik¡ª publicaron 735 art¨ªculos con 138 versiones contradictorias sobre el ataque con el agente qu¨ªmico Novichok hace un a?o en Reino Unido en las cuatro semanas siguientes al suceso: un claro intento de enturbiar las aguas. El primer asunto es un tema probablemente menor e incluso irrelevante, pero seguro que Putin habr¨¢ gozado viendo el esc¨¢ndalo que se ha montado en Europa; el segundo, ordinaria administraci¨®n en el viejo oficio del espionaje; el tercero, una nueva evidencia de peligrosas nuevas t¨¢cticas, aunque queda por determinar su impacto real.
Enormemente m¨¢s grave, en cambio, es el gigantesco pulso que se libra alrededor del gasoducto Nord Stream 2, que pretende elevar la capacidad de suministro directo desde Rusia hasta Alemania sorteando el paso por los pa¨ªses del Este europeo. El proyecto, liderado por la rusa Gazprom, tiene una gran relevancia geopol¨ªtica. Suscita enormes suspicacias en toda Europa, en un escenario de creciente dependencia energ¨¦tica del continente, y especialmente en los pa¨ªses del Este que ven erosionada su posici¨®n como pa¨ªses de tr¨¢nsito del gas. El fragor de la batalla es m¨¢ximo, y a mediados de mes las instituciones europeas alcanzaron una soluci¨®n de compromiso, que supone un paso adelante porque extiende a gasoductos procedentes de fuera de la UE la aplicaci¨®n de las reglas del mercado com¨²n y porque deja en manos de la Comisi¨®n la ¨²ltima palabra sobre posibles excepciones; pero no llega a abortar el proyecto Nord Stream 2 como reclamaban sus numerosos cr¨ªticos. Alemania (y Rusia) siguen adelante. Rusia es el principal exportador de gas y petr¨®leo a la UE. El tent¨¢culo se mueve.
Si el principal pa¨ªs europeo lucha a pecho descubierto por un proyecto tan favorable para Rusia en materia energ¨¦tica, tambi¨¦n conviene detener la mirada en otro importante pa¨ªs de la UE: Italia. El vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior Matteo Salvini es un expl¨ªcito defensor de una mejora de relaciones con Rusia. Ha viajado en m¨²ltiples ocasiones a Mosc¨², tanto como l¨ªder de la Liga en el pasado como en calidad de miembro del Ejecutivo. El primer ministro, Giuseppe Conte, quebr¨® la unidad europea en un G7 el a?o pasado al afirmar que Rusia deber¨ªa volver a ese foro. Roma no ha llegado a quebrar el frente europeo en materia de sanciones, pero es claramente una fuerza que pone la sordina.
La br¨²jula europea
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En cuanto a sanciones, la UE y Estados Unidos estudian una nueva ronda conjunta como reacci¨®n al apresamiento por parte de Rusia de tres barcos y un par de decenas de marineros de Ucrania ¡ªotro tent¨¢culo¡ª el pasado mes de noviembre. Habr¨¢ que ver en qu¨¦ queda la cosa, es posible que haya desarrollos pronto. De momento, cabe destacar entre los activos la unidad mantenida por los europeos al respecto desde la invasi¨®n rusa en Ucrania en 2014. Pero tambi¨¦n hay que se?alar que el opositor ruso Alex¨¦i Navalni criticaba en una entrevista publicada esta semana por Financial Times la ineficacia del actual sistema sancionatorio occidental. Calificaba de ca¨®tico el estadounidense, y sosten¨ªa que no hab¨ªa una voluntad real de golpear el flujo de dinero sucio.
Rusia, una extra?a superpotencia con el PIB de Italia y graves problemas demogr¨¢ficos, cuenta con m¨²ltiples palancas para alcanzar sus objetivos estrat¨¦gicos en Europa. No solo los recursos energ¨¦ticos, militares, de inteligencia. Tambi¨¦n v¨ªnculos hist¨®ricos, ideol¨®gicos, o capacidad de penetraci¨®n v¨ªa nuevas tecnolog¨ªas. La conexi¨®n eslava u ortodoxa es ¨²til en los Balcanes; el conservadurismo patri¨®tico y tradicionalista crea lazos en Europa occidental; las demostradas capacidades de alboroto del debate p¨²blico v¨ªa robo y filtraci¨®n de contenidos pol¨ªticos o diseminaci¨®n de fake news tambi¨¦n es una palanca grave, m¨¢xime ahora que se acercan las elecciones europeas. Putin reequilibra con inteligencia su inferioridad en m¨²ltiples dominios. Conviene no sobrerreaccionar hist¨¦ricamente ante asuntos menores y de escaso impacto (como quiz¨¢ ha ocurrido en algunos casos de fake news); pero no cabe duda de que es imprescindible mantener las filas prietas y la guardia alta. Priorizar el inter¨¦s energ¨¦tico alem¨¢n o el inter¨¦s exportador italiano no parece el camino adecuado.
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