Se busca donante privado para Alianza de Civilizaciones
El exministro espa?ol Miguel ?ngel Moratinos asume la jefatura de un proyecto con 15 a?os de vida con el reto de hacerlo bajar al terreno y captar nuevas aportaciones
Si uno mira el gr¨¢fico de donaciones que ha recibido la Alianza de Civilizaciones desde que se puso en marcha en 2005 para fomentar el di¨¢logo y luchar contra los radicalismos, puede sacar varias conclusiones: la primera es que el dinero con el que cuenta va algo en retroceso y cada vez recibe menos aportaciones voluntarias, fuente esencial de ingresos; la segunda es que el atractivo inicial del proyecto empez¨® a flaquear a los cinco a?os y volvi¨® a revivir ligeramente, en t¨¦rmino de donaciones al menos, en 2013, cuando el portugu¨¦s Jorge Sampaio cedi¨® el relevo en la direcci¨®n al catar¨ª Nassir Abdulaziz al Nasser -cada vez que Qatar aporta a la Alianza, pone sobre la mesa un mill¨®n de d¨®lares-.
El pasado 7 de enero se produjo un nuevo punto de inflexi¨®n con la llegada a la jefatura del ex ministro de Exteriores espa?ol Miguel ?ngel Moratinos. Objetivos: m¨¢s dinero y, sobre todo, hacer aterrizar por fin aquel proyecto que promovieran hace m¨¢s de 14 a?os el que fuera presidente espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Recep Tayyip Erdogan, por entonces primer ministro turco. "No se ha desarrollado suficientemente", se?ala Moratinos en una entrevista con este diario.
La idea en 2005, tras atentados de corte islamista como los de EE UU, Bali, Madrid o Londres sonaba muy bien: di¨¢logo entre confesiones, entre Occidente y Oriente para evitar y combatir los radicalismos y la violencia. Hasta ah¨ª bien. Se uni¨® el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y se form¨® un grupo de alto nivel con nombres como el del arzobispo sudafricano Desmond Tutu, el expresidente iran¨ª Mohamed Jatam¨ª, el exdirector de Unesco Federico Mayor Zaragoza o el rabino estadounidense?Arthur Schneier. ?Qu¨¦ se hizo hasta ahora? Muchas cosas en torno a la educaci¨®n, j¨®venes, inmigraci¨®n, medios de comunicaci¨®n... Aunque ninguna que recuerde demasiado la opini¨®n p¨²blica salvo, tal vez, tratar de mediar en la crisis desatada tras la publicaci¨®n en septiembre de 2005 en el peri¨®dico dan¨¦s Jyllands Posten de caricaturas de Mahoma. Ante las protestas en pa¨ªses musulmanes, Zapatero y Erdogan pidieron "respeto y calma" en una tribuna conjunta publicada en International Herald Tribune, el 6 de febrero de 2006.
Pese al respaldo internacional de inicio y lo ambicioso de la idea, d¨¦cada y media despu¨¦s, Moratinos, su actual jefe, insiste: "A la Alianza le falta aterrizar". Esto es, poner un piso en la tierra y actuar de forma espec¨ªfica en las crisis que encajen en su mandato. "Queremos empezar a actuar", prosigue, "para que la gente no crea que estamos en un nivel declarativo satisfactorio, sino que adem¨¢s tenemos resultados sobre el terreno de forma inmediata". Ejemplos de esto: ?Y si la Alianza hubiera estado en los barrios de Saint Denis o Molenbeek antes de los atentados de Par¨ªs y Bruselas? ?Y si un grupo de expertos hubiera asistido a las autoridades alemanas durante la llegada masiva de refugiados en 2015? ?Y si especialistas de la organizaci¨®n velaran por el desarrollo del papel de la mujer en Afganist¨¢n tras la salida de las tropas estadounidenses?
Las aportaciones de BMW
Pero para todo eso hace falta dinero. La Alianza de Civilizaciones es una iniciativa especial de la ONU que no participa del presupuesto general de la organizaci¨®n, as¨ª que depende de lo que se llama Trust Fund (Fondo fiduciario) en el que desembolsan sus donaciones los Estados y organizaciones internacionales miembros (146 en total). A la cabeza en los 13 a?os de vida de la Alianza, sus copatrocinadores: Turqu¨ªa (9.584.380 d¨®lares) y Espa?a (7.682.989 d¨®lares). Es el sumatorio, esto es, no quiere decir que sean los que m¨¢s aportan al a?o. Turqu¨ªa s¨ª est¨¢ a la cabeza, con donaciones en torno al mill¨®n; mientras, Espa?a, se sit¨²a entre los 200.000 y 300.000 d¨®lares al a?o (225.772 en 2018). Pero la gr¨¢fica de este Trust Fund pone a la zaga y pisando fuerte a otros dos donantes, el ya mencionado Qatar (5.500.000 d¨®lares) y el ¨²nico y muy significativo ente privado que ayuda a la Alianza a realizar sus programas: la empresa del autom¨®vil alemana BMW, que desde 2011 ha entregado 5.250.000 d¨®lares, m¨¢s del doble que la propia Alemania y por delante de pa¨ªses como Reino Unido, Suecia, Finlandia y Arabia Saud¨ª.
Y no parece que el grupo b¨¢varo vaya a aflojar el paso a tenor de la donaci¨®n del pasado a?o: 750.000 d¨®lares. La puerta est¨¢ abierta. No es un dinero que llegue de una empresa privada, con una presencia discreta hasta ahora en este tipo de proyectos sin ¨¢nimo de lucro, y acabe en la hucha para pagar los gastos regulares. BMW patrocina con nombres y apellidos iniciativas con la Alianza como el Premio a la Innovaci¨®n Intercultural.
Por eso, porque esa v¨ªa sale bien, Moratinos quiere involucrar a otros actores privados. "He constatado en 30 a?os de viajes", afirma el exministro de Exteriores espa?ol, "que jam¨¢s ha habido tanto dinero y recursos como ahora. El problema es c¨®mo llegar a ellos". Sin la empresa privada, defiende el alto representante de la Alianza, no es posible llevar a cabo su plan. Y volviendo a los copatrocinadores, Turqu¨ªa y Espa?a, Moratinos ya ha iniciado el di¨¢logo con Turkish Airlines, aerol¨ªnea interesada en seguir la estela de BMW, y se ha entrevistado con grupos econ¨®micos y deportivos espa?oles para tantear su posible implicaci¨®n. Hay otras opciones abiertas fuera de Europa y vinculadas al sector privado, pero hasta que no cuajen, la Alianza prefiere reservarse los detalles.
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