Las muertes de adolescentes por arma blanca ponen en alerta al Reino Unido
El n¨²mero de homicidios en los que el arma empleada fue un cuchillo entre 2017 y 2018 fue de 285, la mayor cifra desde 1946
Las olas de asesinatos de adolescentes por arma blanca en el Reino Unido, especialmente en los barrios marginales de Londres, son recurrentes en los ¨²ltimos a?os. Y sobre todo, material atractivo para los tabloides, que despliegan a toda p¨¢gina su naturaleza sensacionalista con cada vida truncada de nuevo. Pero en los ¨²ltimos d¨ªas se ha convertido en una crisis nacional en la que han entrado en juego el miedo colectivo de muchos padres, los reproches frente a a?os de austeridad econ¨®mica que han reducido el n¨²mero de polic¨ªas, los ajustes de cuentas personales entre pol¨ªticos rivales, y sobre todo, los datos elocuentes: el n¨²mero de homicidios en los que el arma empleada fue un cuchillo entre 2017 y 2018 fue de 285, la mayor cifra desde 1946, seg¨²n datos del ministerio del Interior del Reino Unido. Una de cada cuatro v¨ªctimas era un var¨®n de entre 18 y 24 a?os. Una de cada cuatro, de raza negra.
Sara Thornton, presidenta del Consejo Nacional de Jefes de Polic¨ªa, ha exigido que el asunto sea considerado una "emergencia nacional", y que se re¨²na, si es necesario, el Gabinete de Crisis (COBRA, en sus siglas en ingl¨¦s) del Gobierno.
"Necesitamos un liderazgo m¨¢s solido del Gobierno", ha dicho Thornton en la BBC. "La dificultad radica en que no se est¨¢ destinando el dinero adecuado, y tampoco parece que nadie se est¨¦ responsabilizando de impulsar una estrategia general".
Son declaraciones de evidente carga pol¨ªtica que Thornton ha realizado horas antes de reunirse este mi¨¦rcoles, junto a otros altos responsables policiales, con el ministro del Interior, Sajid Javid. "Este tipo de violencia es una enfermedad que se ha extendido por nuestras comunidades, que ha infectado a nuestros j¨®venes y se ha cobrado ya muchas vidas", ha explicado el ministro en las p¨¢ginas de The Daily Telegraph.?Javid es uno de los candidatos m¨¢s elogiados en los ¨²ltimos meses para sustituir a Theresa May al frente del Partido Conservador. Musulm¨¢n, como el alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan. De origen humilde, hijo de un conductor de autob¨²s. Devoto de Margaret Thatcher y defensor de un conservadurismo individualista. Abandon¨® un trabajo muy lucrativo en Deutsche Bank para volcarse en la pol¨ªtica. Y no est¨¢ dispuesto a permitir que una ola de violencia se ponga en medio de su trayecto a la cumbre. Javid se ha enfrentado a May por el modo en que est¨¢ gestionando esta crisis, y se ha puesto del lado de los polic¨ªas que exigen que se reduzcan las restricciones a los registros personales aleatorios, los llamados stop and search. La primera ministra impuso muchas limitaciones a estos m¨¦todos policiales, durante su ¨¦poca como ministra de interior. Los grupos minoritarios ingleses ve¨ªan un evidente racismo en este tipo de registros. "Debe quedar absolutamente claro que usamos este tipo de registros en base a informaci¨®n previa", ha defendido Thornton. "Tratamos a la gente con respeto y de un modo justo, pero no deber¨ªamos reprimirnos ante consideraciones como la del presunto racismo. La gente joven est¨¢ muriendo en nuestras calles y debemos ponerle freno".
La primera ministra, inmersa en el ¨²nico asunto que monopoliza la vida pol¨ªtica en el Reino Unido -el Brexit- se ha visto sorprendida ante la virulencia de las cr¨ªticas y se ha puesto a la defensiva. "Si uno observa las cifras, se ve que no hay una relaci¨®n directa entre el n¨²mero de delitos y el n¨²mero de polic¨ªas. Lo necesario es asegurar que la polic¨ªa responda como debe cuando estos delitos se producen, y que sus responsables sean llevados ante la justicia. Pero tambi¨¦n, que analicemos las causas que subyacen en estos delitos de arma blanca. Es un esfuerzo de todos los departamentos del Gobierno, no solo de la polic¨ªa. Y as¨ª lo estamos tratando", explicaba May a principios de esta semana.
La realidad de las cifras, sin embargo, puede no servir para explicar las causas ¨²ltimas de la ola de violencia, pero es elocuente. Desde que May accedi¨® al Ministerio del Interior, el n¨²mero de oficiales de polic¨ªa se ha reducido en 21.500. El descenso en las cifras de criminalidad que hered¨® le convenci¨® de que hab¨ªa llegado el momento de reducir costes. Y es cierto que el n¨²mero de asesinatos con arma de fuego se ha reducido en el Reino Unido. Pero los a?os de austeridad, la rivalidad entre bandas callejeras, la violencia y las amenazas canalizadas a trav¨¦s de las redes sociales, explican las autoridades policiales, han incrementado la cifra de incidentes con pu?ales y cuchillos, mucho m¨¢s f¨¢ciles de adquirir en el mercado que una pistola. "Necesitamos que los agentes est¨¦n m¨¢s horas en las calles. Ya sabemos qu¨¦ t¨¢cticas funcionan a la hora de detectar zonas calientes, a la hora de usar registros aleatorios, a la hora de eliminar las guerras de territorios entre bandas rivales. Simplemente, no tenemos el n¨²mero de agentes necesarios", se ha quejado Thornton.
De momento, el Gobierno ya ha anunciado el reclutamiento de al menos 2.700 agentes de polic¨ªa y ha incrementado la cifra de los fondos presupuestarios destinados a la seguridad ciudadana. Junto a ello, al menos 250 millones de euros se han destinado a proyectos locales para proteger a los ni?os m¨¢s vulnerables.
El pasado fin de semana dos adolescentes m¨¢s murieron apu?alados. Yousef Ghaleb Makki, de 17 a?os, fue asesinado en Manchester de camino a casa de un amigo. Sin raz¨®n aparente. Jodie Chesney, tambi¨¦n de 17, fue asesinada a cuchilladas en un parque londinense, en medio de una pelea de bandas. Muchos medios brit¨¢nicos conservadores han elevado los decibelios del esc¨¢ndalo por el hecho de que Makki viviera en un barrio pr¨®spero y fuera a un colegio privado, dando a entender que la violencia estaba extendi¨¦ndose fuera de los barrios marginales. El Gobierno de May ha comenzado a reaccionar, con lentitud, al comprender que ya no se trataba de la en¨¦sima ola de indignaci¨®n popular ante unos asesinatos aislados.
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