Muere Klaus Kinkel, el ministro de Exteriores menos diplom¨¢tico de Alemania

Klaus Kinkel, el ex ministro de Asuntos Exteriores de Alemania muerto el lunes a la edad de 82 a?os, gozaba de una rara fama que estuvo a punto de convertirlo en leyenda: de todos sus predecesores en el cargo, Kinkel fue el menos diplom¨¢tico.

"Nunca he ocultado el hecho de que tengo una naturaleza abierta y a veces tambi¨¦n furiosa de Suabia¡±, sol¨ªa repetir el ex l¨ªder del partido Liberal (FDP), para justificar un lenguaje y una forma de actuar que lo caracteriz¨® como un duro y un ministro sin pelos en la lengua. Kinkel ten¨ªa tambi¨¦n una segunda virtud. Antes de convertirse en ministro de Asuntos Exteriores, hab¨ªa sido hab¨ªa sido durante mucho tiempo uno de los principales funcionarios de la rep¨²blica. Conoc¨ªa el aparato del Gobierno mejor que nadie.

Kinkel se convirti¨® en un funcionario del ministerio del Interior en un lejano 1964 y tuvo la suerte de que, seis anos despu¨¦s, Hans Dietrich Genscher, el legendario pol¨ªtico liberal que entonces ocupaba la cartera del Interior se fijara en ¨¦l. Durante los a?os siguientes, su carrera estuvo estrechamente ligada a Genscher, una relacionas de casi padre-hijo, que caus¨® envidia a otros j¨®venes l¨ªderes del FDP.

Una de las tareas m¨¢s delicadas que tuvo Kinkel cuando trabajaba para Genscher en el ministerio del Interior fue entregar un explosivo expediente al canciller del SPD, Willy Brandt, que los servicios de inteligencia hab¨ªan recopilado sobre su vida privada. El contenido, sumado al descubrimiento de G¨¹nter Guillaume, un esp¨ªa de la ex RDA que trabaja como asesor personal del canciller, obligaron a Brandt a renunciar en 1974.

La renuncia de Brandt tambi¨¦n provoc¨® un enroque ministerial. Genscher fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores y nadie se extra?o cuando Kinkel fue nombrado por su mentor, primero jefe de la oficina del ministro y posteriormente, responsable del departamento de Planificaci¨®n. En 1979, Genscher convirti¨® a Kinkel en el primer civil en ocupar la presidencia del Servicio Federal de Inteligencia (BND), un cargo que ejerci¨® casi cuatro a?os sin mayores esc¨¢ndalos.

La estrella de Kinkel comenz¨® a brillar por si sola en 1990 cuando Helmut Kohl lo nombr¨® ministro de Justicia. Tan solo dos a?os despu¨¦s el pol¨ªtico, que en su juventud hab¨ªa sonado con ser m¨¦dico al igual que su padre, era nombrado ministro de Asuntos Exteriores en sustituci¨®n de Dietrich Genscher, quien hab¨ªa causado un terremoto pol¨ªtico en Bonn al anunciar su renuncia al cargo tras 18 a?os.

Kinkel desempe?¨® el cargo hasta 1998, una ¨¦poca marcada por el aparente fin de la guerra fr¨ªa, la reunificaci¨®n de Alemania y tambi¨¦n por el colapso del bloque oriental. ¡°El mundo no estaba en orden en ese tiempo, pero parec¨ªa estarlo¡±, dijo. Durante su ¨¦poca como ministro fue testigo de la guerra fraticida en Yugoslavia, el genocidio en Ruanda y la matanza en Srebrenica.

Cuando ocup¨® el despacho de Genscher, Kinkel Intent¨® superar a su maestro pero no cultivaba su lenguaje diplom¨¢tico cauteloso, sino un alem¨¢n directo. Varios medios del pa¨ªs recordaron este martes algunas facetas de la personalidad de Kinkel como ministro y todos coincidieron en se?alar que su cordialidad era un poco demasiado dura para los diplom¨¢ticos profesionales. ¡°Kinkel no estaba barnizado y pulido, era una persona honesta y ordenada. En Turqu¨ªa exigi¨® abiertamente el respeto de los derechos humanos, en China prob¨® la pol¨ªtica de la mano tendida¡±, escribi¨® el peri¨®dico S¨¹ddeutsche Zeitung.

Poco despu¨¦s de que los medios dieran a conocer la muerte del pol¨ªtico, la Canciller Angela Merkel elogi¨® a Kinkel como un luchador inflexible por la libertad. "Lloro por un fiel compa?ero de la ¨¦poca posterior a la reunificaci¨®n alemana. Klaus Kinkel fue un gran liberal y un luchador inflexible por la libertad y la democracia", dijo la canciller, citada por la portavoz adjunta del gobierno, Ulrike Demmer, a trav¨¦s de Twitter.

"La muerte de Klaus Kinkel me deja afectado. Fue un hombre honrado y humilde con car¨¢cter, cuyos consejos amistosos valor¨¦ mucho. Tengo mucho que agradecerle", escribi¨®, por su parte, el presidente de los liberales alemanes, Christian Lindner, a trav¨¦s de su cuenta de Twitter.