X¨®chitl G¨¢lvez: ¡°Necesitamos m¨¢s candidatas y m¨¢s gobernadoras¡±

La violencia de g¨¦nero es un detonante para X¨®chitl G¨¢lvez. Fue testigo de m¨²ltiples agresiones a su madre en su propio hogar. Por eso no guarda su enfado cuando un legislador discrimina a sus compa?eras o a ella misma en el Senado mexicano. ¡°Toda mi vida viv¨ª violencia. Me saca de quicio, me descompone¡±, dice la senadora del Partido Acci¨®n Nacional (PAN) en entrevista con EL PA?S. Le vienen a la mente por lo menos tres sucesos de discriminaci¨®n durante su carrera pol¨ªtica solo por ser mujer. El m¨¢s reciente, cuando un colega suyo perteneciente a Morena, la interrumpi¨® en medio de una comparecencia y le dijo que no preguntara sobre los salarios de los funcionarios. ¡°Me call¨® de un modo inadecuado¡±, recuerda. ¡°En ese momento no pude reaccionar como deb¨ª de hacerlo, pero despu¨¦s fui a reclamarle, muy airada¡±, dice.

Los anuncios oficiales celebran que el n¨²mero de mujeres en el Senado, por primera vez, sea hist¨®rico. ¡°La legislatura de la paridad g¨¦nero¡±, presume la publicidad de la C¨¢mara alta. Pese a ello, G¨¢lvez (Tepatepec, Hidalgo, 1963) sabe que son muy pocas las senadoras que presiden una comisi¨®n. ¡°Para la discusi¨®n de la Guardia Nacional nuestro coordinador de partido escogi¨® a dos hombres¡±. Al manifestar su enojo a Mauricio Kuri, el dirigente de la bancada del PAN, ¨¦ste le respondi¨® que se irritaba por cualquier cosa. Por ello decidi¨® enviar un mensaje al grupo de WhatsApp donde conversan los senadores de su partido. ¡°Mand¨¦ un video de Nike donde aparecen mujeres enojadas, llorando. ¡®?Estamos locas? No¡¯. Se los mand¨¦ para confrontarlos. Nadie me dijo nada¡±, relata.

Aunque recibi¨® una disculpa del legislador, G¨¢lvez cree que no es suficiente. ¡°La misoginia en la pol¨ªtica a¨²n no se ha racionalizado¡±, indica. ¡°No solo es una disculpa por no nombrarte parte de algo, es algo mucho m¨¢s profundo. Esta cultura machista a¨²n no lo racionaliza¡±, cuenta luego de amenazar al legislador con marcharse del grupo parlamentario. Tal vez por eso sus compa?eros no la bajan de ¡°cabrona¡±, un adjetivo que no molesta a la hidalguense. ¡°Digo las cosas como son, no me ando con juegos¡±.

M¨¢s informaci¨®n

Luc¨ªa Riojas: ¡°Ocupar la mitad de la C¨¢mara no se ha traducido en ejercer la mitad del poder¡±

Nestora Salgado: ¡°No fue f¨¢cil ser comandante de la polic¨ªa comunitaria porque existe mucho machismo¡±

Martha Tagle: ¡°Con debates de madrugada y acuerdos en cantinas, la pol¨ªtica en M¨¦xico es muy machista¡±

Vanessa Rubio:¡°El empoderamiento real de las mujeres est¨¢ en el acceso equitativo a las oportunidades¡±

Solo las mujeres cabronas, dice, son capaces de sobrevivir a un mundo donde el poder de los hombres ejerce diversos tipos de violencia. A los 16 a?os dej¨® el Estado de Hidalgo, una de las 13 entidades del pa¨ªs con los niveles m¨¢s altos de violencia de g¨¦nero, de acuerdo con cifras del INEGI. ¡°Tuve que romper el paradigma de que las mujeres no tienen oportunidades de educaci¨®n y lo tuve que hacer imponi¨¦ndome y rebel¨¢ndome, porque la preferencia en mi casa la ten¨ªan los hombres¡±, cuenta. Se independiz¨® y dej¨® su casa para estudiar Ingenier¨ªa en Computaci¨®n en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), una disciplina donde solo una de cada diez estudiantes es mujer.

Al egresar, trabaj¨® en la industria de la construcci¨®n, donde vio otra brecha. Solo 10,9% de los empleos son para mujeres y muy pocas ocupan puestos directivos. Fue en este periodo donde fue acosada sexualmente por un empresario. Ten¨ªa 24 a?os. ¡°Lo denunci¨¦, no me call¨¦, pero no pas¨® absolutamente nada y el tipo sigui¨® ¡±, detalla. ¡°Al menos puedo decir que tuve la valent¨ªa de hacerlo p¨²blico¡±, recuerda.

As¨ª como se abri¨® paso en el mundo de los negocios, tambi¨¦n se ha abierto las puertas en la pol¨ªtica. Para ella, mientras su compa?eros est¨¢n posando para la foto en reuniones, sus compa?eras legisladoras de todos los partidos son las que ¡°le chingan¡±. Y chingarle, para ella, es presentar iniciativas como la que busca incluir la violencia pol¨ªtica en raz¨®n de g¨¦nero como causa de nulidad en una elecci¨®n. G¨¢lvez compiti¨® para ser gobernadora de su Estado natal en 2010, perdiendo por cinco puntos detr¨¢s de su rival, Francisco Olvera, del PRI. Aunque recuerda que no todo fueron desavenencias por ser mujer, hubo un par de an¨¦cdotas de funcionarios que la menospreciaron. ¡°En esa ocasi¨®n gan¨¦ perdiendo¡±.

Pertenece al grupo parlamentario de Acci¨®n Nacional, un partido de derecha conservadora, pero ella se define a s¨ª misma como una legisladora ciudadana sin compromisos partidarios. Est¨¢ a favor de la interrupci¨®n legal y segura del embarazo, de los matrimonios entre personas del mismo sexo y del consumo legal de la marihuana. ¡°La oposici¨®n me respeta, sobre todo porque hablo de frente y sin poses¡±, se?ala. ¡°No me interesa ver con qui¨¦n quedo bien. La ¨²ltima vez que le di gusto a alguien fue cuando me cas¨¦ y eso ya se acab¨®¡±, cuenta.

En la escena pol¨ªtica se ha definido por decir las cosas como le nacen, aunque incluyan una palabra altisonante de vez en cuando. Cree que aunque se ha hecho mucho por mejorar la participaci¨®n de las mujeres, a¨²n quedan muchos pendientes. ¡°Que haya m¨¢s candidatas y despu¨¦s m¨¢s gobernadoras, porque ah¨ª no hay una cuota¡±, dice. La senadora destaca con orgullo que m¨¢s de la mitad de los asuntos importantes en el PAN son discutidos y presentados por legisladoras. ¡°Hay que cre¨¦rsela y dejar de victimizarse¡±, dice, antes de mandar otro mensaje de WhatsApp a su bancada y prepararse para una reuni¨®n. No importa si son pocas o son muchas mujeres en la sala, dice, ella va a ¡°chingarle¡± como mejor sabe.