Morena cede ante la oposici¨®n para crear la Guardia Nacional

En vez de militar, la Guardia Nacional ser¨¢ civil. Morena ha cedido a la presi¨®n de la oposici¨®n dentro y fuera del Congreso. Los cr¨ªticos denunciaban que la creaci¨®n de la Guardia Nacional, reforma de la Constituci¨®n mediante, profundizaba la militarizaci¨®n de la seguridad p¨²blica en M¨¦xico. Morena, que se resist¨ªa a cambiar, finalmente ha accedido a modificar el n¨²cleo de la reforma. Esto, pese a las cr¨ªticas del presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que esta misma ma?ana dec¨ªa que no va a aceptar una simulaci¨®n que no resuelva problemas.

Seg¨²n la reforma, acordada por todos lo grupos pol¨ªticos en el Senado, la nueva corporaci¨®n estar¨¢ adscrita a la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica y no a la Defensa Nacional. Para la oposici¨®n, este punto es clave, pues rebaja el peso del Ej¨¦rcito en el nuevo cuerpo. 127 de 128 senadores han votado a favor.

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Legisladores de todos los partidos han comparecido juntos este jueves en la sede de la c¨¢mara alta para informar del acuerdo. Han sido d¨ªas de negociaciones muy intensas. Morena y sus aliados part¨ªan de posiciones muy distintas a las que manten¨ªa la oposici¨®n. El partido de L¨®pez Obrador planteaba una reforma constitucional para crear un nuevo cuerpo militar, dependiente de la Secretar¨ªa de la Defensa, organizado de acuerdo a la l¨®gica castrense. Los militares se iban a encargar de reclutar, formar y organizar a los nuevos guardias nacionales. La oposici¨®n exig¨ªa que el mando de la guardia fuera civil y criticaba que el nuevo Gobierno tratara de profundizar la militarizaci¨®n de la seguridad p¨²blica en el pa¨ªs.

Finalmente y contra las ideas que ha expresado estos meses L¨®pez Obrador, unos y otros han acordado colocar el nuevo cuerpo bajo la direcci¨®n del encargado de la Seguridad P¨²blica, Alfonso Durazo. No solo eso. Tambi¨¦n se elimina la Junta de Jefes del Estado Mayor de la propuesta, un ¨®rgano de direcci¨®n de clara extracci¨®n militar. La reforma prev¨¦ adem¨¢s que la formaci¨®n de los guardias se rija por "por una doctrina policial fundada en el servicio a la sociedad, la disciplina, el respeto a los derechos humanos, al imperio de la ley, al mando superior y a la perspectiva de g¨¦nero". Mientras el Estado recluta a los integrantes de la nueva corporaci¨®n, polic¨ªas militares, navales y federales vestir¨¢n el nuevo uniforme. Criticada por el nuevo Gobierno, la Polic¨ªa Federal desaparece de facto. Mientras se conforma la Guardia Nacional y hasta por cinco a?os, el Ej¨¦rcito seguir¨¢ fungiendo de polic¨ªa.

El acuerdo viaja ahora de vuelta a la C¨¢mara de Diputados para su aprobaci¨®n definitiva. En enero, la c¨¢mara ya aprob¨® la reforma, pero los cambios impulsados en el Senado obligan a los legisladores de la C¨¢mara Baja a votarla de nuevo.

En la rueda de prensa conjunta que han ofrecido los legisladores, el senador Ricardo Monreal, de Morena, ha destacado el acuerdo "por unanimidad" de las bancadas. El resto de legisladores han loado el papel de sus partidos, clave, a su entender, en el cambio de opini¨®n de la mayor¨ªa.

Mientras esto ocurr¨ªa, L¨®pez Obrador conclu¨ªa su habitual conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional. Informado del acuerdo alcanzado en el Senado, el mandatario ha insistido en que el Ej¨¦rcito juega un papel esencial en la seguridad de la ciudadan¨ªa y ha criticado, de nuevo, a los que dicen que crear la Guardia Nacional equivale a militarizar el pa¨ªs. M¨¢s tarde, el l¨ªder de Morena en la C¨¢mara de Diputados, Mario Delgado, ha dicho igualmente que le gustaba m¨¢s la propuesta que aprobaron ellos, con un tipo de polic¨ªa militarizada. Un cambio de la propuesta ahora en la C¨¢mara de Diputados podr¨ªa ralentizar el proceso.?

Ante la levedad de la oposici¨®n parlamentaria, el colectivo de organizaciones Seguridad Sin Guerra se ha erigido como verdadera contraparte estos meses. Ya ocurri¨® a finales del Gobierno anterior, cuando el ejecutivo del presidente Enrique Pe?a Nieto lanz¨® en el Congreso la Ley de Seguridad Interior, que perpetuaba el papel policial del Ej¨¦rcito. Hoy, sus integrantes se han mostrado contentos con el anuncio en el Senado. Uno de ellos, Edgar Cort¨¦s, dec¨ªa por ejemplo, que el cambio en la reforma propuesta por Morena era un triunfo enorme de las organizaciones de la sociedad civil.

Lisa S¨¢nchez, de la organizaci¨®n M¨¦xico Unido contra la Delincuencia, ha pedido cautela hasta que se aprueben las leyes que desarrollan la reforma de la guardia. "Las leyes dar¨¢n forma al r¨¦gimen temporal de participaci¨®n militar en tareas de seguridad p¨²blica", dice. "?C¨®mo vamos a fiscalizar la participaci¨®n de las Fuerzas Armadas? ?C¨®mo van a explicitar las leyes secundarias la conformaci¨®n de esta guardia civil?"

La reforma obliga adem¨¢s a los estados a que presenten un plan de fortalecimiento de sus polic¨ªas en los seis meses siguientes a su aprobaci¨®n. Desde el despliegue masivo del Ej¨¦rcito en 2006 y 2007, una de las asignaturas pendientes de los gobiernos estatales ha sido precisamente este. En el contexto de la discusi¨®n de la Ley de Seguridad Interior, a finales de 2017, los defensores del texto dec¨ªan que el Ej¨¦rcito deb¨ªa seguir haciendo de polic¨ªa porque las polic¨ªas no estaban en condiciones de afrontar el reto de la inseguridad en el pa¨ªs. La nueva reforma plantea resolver esta situaci¨®n.