La calle en Argelia no quiere nada que venga de Buteflika
Estudiantes, hinchas de f¨²tbol, actores, periodistas¡ El movimiento que ha puesto contra las cuerdas al r¨¦gimen mantiene el objetivo de echar al presidente
El lunes por la tarde, en cuanto trascendi¨® la noticia de que el octogenario presidente, Abdelaziz Buteflika, renunciaba a postularse para un quinto mandato y pospon¨ªa las elecciones presidenciales previstas para el 18 de abril, empezaron a concentrarse j¨®venes en el centro de Argel en un ambiente de fiesta. Pero la imagen fue tan fugaz como enga?osa. ¡°Yo estaba ah¨ª¡±, comenta por tel¨¦fono desde Argel el director de cine y fot¨®grafo Damien Ounouri. ¡°Y eran muy pocos los j¨®venes. Enseguida todo el mundo fue consciente del enga?o. Nos dimos cuenta de que lo ¨²nico que pretende Buteflika es mantenerse en el poder de forma inconstitucional. En el sector del cine hemos organizado asambleas y todos vamos a ir a la gran manifestaci¨®n que se est¨¢ convocando para el viernes¡±.
Buteflika ha prometido convocar una conferencia nacional con personalidades que se encargar¨ªan de pilotar la transici¨®n y crear un comit¨¦ electoral que convoque elecciones. El presidente, de 82 a?os, se comprometi¨® a seguir al frente de la naci¨®n hasta que se elija a un sucesor. Buteflika recibi¨® el lunes al diplom¨¢tico argelino Lajdar Brahimi, de 83 a?os, antiguo ministro de Exteriores y antiguo mediador de la ONU en varios conflictos b¨¦licos, como el sirio. Brahimi se perfila como posible presidente de esa conferencia que promueve Buteflika.
Sin embargo, el nombre de Brahimi qued¨® descartado para muchos activistas ese mismo lunes en cuanto se vieron im¨¢genes suyas sentado junto a Buteflika. El abogado Samir Benslimane, que vive en la ciudad costera de B¨¦jaia, a 250 kil¨®metros de Argel, explica por tel¨¦fono: ¡°Brahimi puede tener prestigio en el extranjero, pero para los argelinos no lo tiene. Porque en los ¨²ltimos a?os ha venido a reunirse varias veces con Buteflika y siempre sal¨ªa diciendo que el presidente est¨¢ en poder de sus facultades mentales. Si ¨¦l se presta a este juego est¨¢ atentando tambi¨¦n contra la Constituci¨®n. No olvidemos que Buteflika era solo un candidato a las presidenciales. No tiene ning¨²n derecho a posponerlas¡±.
El periodista Amar Ingrachen explicaba desde Argel: ¡°Brahimi es un puente del sistema, representa un brazo diplom¨¢tico de la autocracia. Quienes tengan que dirigir la transici¨®n deben ser personas que nunca hayan pertenecido al r¨¦gimen¡±.
Mientras tanto, en la ma?ana de este martes cientos de estudiantes protestaban en Argel contra Buteflika. Los estudiantes han sido una parte muy activa en una protesta que engloba todas las clases sociales, g¨¦neros y generaciones de la sociedad. Ah¨ª estaba la estudiante de psicolog¨ªa Sonia Gassemi, de 23 a?os. ¡°Hemos escrito en post-it de colores nuestras reivindicaciones y las hemos pagado en los muros de la plaza Audin. Muchas dec¨ªan: ¡°No a la prolongaci¨®n del cuarto mandato¡±. ¡°Sistema, vete¡±. ¡°Pac¨ªfica, pac¨ªfica¡±. Gassemi, que tambi¨¦n es activista de derechos humanos, explica que no hay ning¨²n l¨ªder ni ninguna facultad que lleve la voz cantante sobre las otras. "Tengo la impresi¨®n de que todos representamos un mismo cuerpo, el del futuro de Argelia".
Desde el pasado 22 de febrero la agenda la est¨¢ marcando la calle. Ese d¨ªa, miles de personas rompieron el muro del miedo y recorrieron las avenidas de las principales ciudades del pa¨ªs. Cada viernes, desde aquel d¨ªa, han ido saliendo m¨¢s y m¨¢s argelinos, hasta sumar millones. Y casi todos ellos cantaban una canci¨®n de un grupo de hinchas del equipo USMA, de Argel, que se titula Casa del Muradia. La canci¨®n juega con el nombre de la residencia presidencial de Muradia y con la serie espa?ola La casa de papel, difundida en el extranjero por Netflix.
La canci¨®n da un repaso por los cuatro mandatos de Buteflika: ¡°En el primer mandato dijimos: nos enga?aron con el decenio negro [la guerra civil de los noventa]; en el segundo, ya estaba claro cu¨¢l era la historia de la casa del Muradia; en el tercero, el pa¨ªs decay¨® a causa de intereses personales; en el cuarto, la mu?eca est¨¢ muerta [en alusi¨®n a Buteflika] y el asunto sigue; y en el quinto, van a seguir entre ellos¡±.
Falta de liderazgo
El protagonismo lo tiene la calle, pero ?qui¨¦n es la calle? No hay un l¨ªder claro. Ni siquiera los tres j¨®venes hinchas que escribieron, compusieron y grabaron La Casa del Muradia con un tel¨¦fono quieren dar entrevistas ni salir fotografiados. Y sin embargo, a pesar de esa falta de liderazgo, han conseguido ponerse de acuerdo durante al menos un mes en continuar las protestas. En las redes sociales ya se est¨¢ preparando otra gran manifestaci¨®n hist¨®rica para el pr¨®ximo viernes.
¡°Estas protestas han sido posibles gracias a las redes sociales¡±, explica el abogado Samir Benslimane. ¡°Los argelinos sent¨ªan fobia ante la pol¨ªtica. El poder les quit¨® el espacio p¨²blico de debate. En cuanto han tenido un lugar como las redes donde expresarse sin mediadores lo han aprovechado¡±.
Benslimane cree que la estrategia del poder no necesita de ning¨²n experto en ciencias pol¨ªticas para verla venir: ¡°Pretenden ganar tiempo. Que llegue el mes de Ramad¨¢n a finales de abril, despu¨¦s los ex¨¢menes, las vacaciones, el calor¡¡±.
Anis Lahrir, un estudiante de 23 a?os que se manifest¨® este martes en Argel, explica que ni el Ramad¨¢n ni los ex¨¢menes ni las vacaciones conseguir¨¢n debilitar el movimiento: ¡°Vamos a conseguir que caiga todo el r¨¦gimen¡±.
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