Guaid¨® eleva la presi¨®n con una gira por Venezuela que arranc¨® de forma masiva
El presidente encargado busca recuperar la iniciativa en un pa¨ªs abatido tras m¨¢s de cien horas de apag¨®n el¨¦ctrico
Juan Guaid¨® se abri¨® paso entre la multitud, subi¨® a la parte trasera de un veh¨ªculo, de ah¨ª salto a un cami¨®n y dio una ¨²ltima zancada con la que logr¨® llegar a la tarima principal. A esa hora, casi doce de la ma?ana hora local, miles de personas esperaban en la avenida Cede?o bajo el inclemente sol de la ciudad de Valencia la aparici¨®n del presidente encargado de Venezuela. ¡°Eso solo lo puede hacer cuando alguien viene del movimiento estudiantil¡±, coment¨® un joven universitario a su novia al ver la agilidad con la que el l¨ªder opositor, de 35 a?os y casi 1¡¯90 metros de altura, se mov¨ªa por un ca¨®tico pasillo humano que parec¨ªa dise?ado para impedir su llegada.
Desde la tribuna, ante unas diez mil personas, Guaid¨® dio comienzo a una nueva etapa que llam¨® ¡®operaci¨®n libertad¡¯ y que lo llevar¨¢ por el interior del pa¨ªs en una larga serie de m¨ªtines, dando continuidad al formato de los cabildos populares que tan buen resultado le ha dado. ¡°Vamos a visitar todos los estados posibles, son pasos para lograr el cese de la usurpaci¨®n¡±, dijo. ¡°Este proceso es indetenible y la ¨²nica vuelta atr¨¢s es la vuelta a casa derrotados (...) Nada va a frenar el camino a la libertad¡±, insisti¨®.
Ante quienes le reprochan la ausencia de una hoja de ruta que solo llegaba hasta C¨²cuta y el intento de introducir la ayuda humanitaria, Guaid¨® record¨® que tiene un plan: ¡°Uno; organizarnos y montar comandos por la libertad para el cese de la usurpaci¨®n. Dos; ubicar a empleados p¨²blicos y militares y hablarles amablemente porque estamos en el momento definitivo del cambio y tres; dirigirnos a Miraflores (sede la presidencia) a reclamar y a exigir la libertad de Venezuela¡±, record¨® ante la masa de gente.
Ante este panorama, Guaid¨® sostuvo que vendr¨¢n d¨ªas de persecuci¨®n y amenazas pero que no servir¨¢n para detener la lucha. ¡°Lo m¨¢s importante es que nos encuentren movilizados¡± y repiti¨® su enigm¨¢tica advertencia: ¡°No tengan duda que todas las cartas est¨¢n en la mesa¡±. ¡°El Gobierno de Maduro bloquea comida, queman medicinas, persiguen a m¨¦dicos y golpean a periodistas y creen que con eso nos van a intimidar¡±. ¡°Dijeron que la oscuridad era culpa de un ciberataque, pero Venezuela sabe donde est¨¢ el cambio, no nos perdonan que nos hayan dado ayuda para el pueblo (¡) y no nos perdonan que el mundo entero est¨¦ pendiente de nosotros, insisti¨®.
El presidente encargado tambi¨¦n se refiri¨® a los ataques a los periodistas. ¡°Persiguen periodistas y creen que eso nos va a callar. ¡±Los enfermos de poder hablan de victoria porque est¨¢n enquistados en Miraflores¡±, dijo.
El arranque de la ¡®Operaci¨®n libertad¡¯ hab¨ªa comenzado muy temprano, primero en la catedral y despu¨¦s en un mercado popular donde fue recibido como una estrella de rock mientras hablaba de los tiempos en los que ¡°los comercios estaban llenos de productos hechos en Venezuela¡±.
La llegada de Guaid¨® a Valencia, capital de Carabobo, fue el comienzo de una gira que le llevar¨¢ por todo el pa¨ªs y es el intento por recuperar la iniciativa de una lucha pol¨ªtica jalonada por golpes de efecto, pero que qued¨® congelada cuando el apag¨®n sumi¨® a los venezolanos en la cotidianidad de las tinieblas. El objetivo de su primer gran acto p¨²blico tras su regreso al pa¨ªs era devolver la esperanza a una poblaci¨®n abatida y con los brazos ca¨ªdos despu¨¦s de m¨¢s de cien horas de apag¨®n el¨¦ctrico.
Distintas voces dentro del movimiento opositor tambi¨¦n le hab¨ªan reprochado a Guaid¨® que hubiera comenzado en el extranjero su gira y que hubiera llegado antes a Bogot¨¢, Brasil o Argentina que a una de las ciudades m¨¢s grandes del pa¨ªs.
Mientras tanto el chavismo moviliz¨® a sus seguidores en las calles de Caracas. Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Venezuela (PSUV) dijo a sus simpatizantes que no permitir¨¢n que Miraflores se ¡°convierta¡± en el palacio de los negocios de la ¡°oligarqu¨ªa¡°. Un d¨ªa antes, Nicol¨¢s Maduro insisti¨® en cadena nacional la teor¨ªa del complot internacional que dej¨® el pa¨ªs a oscuras durante casi cuatro d¨ªas. Durante el mismo hizo un nuevo llamamiento a estar vigilantes a las tres patas sobre los que se asienta su poder reciente: el ej¨¦rcito, las milicias populares y los colectivos, los grupos paramilitares al servicio del chavismo. A todos ellos convoc¨® a estar alerta y acto seguido moviliz¨® a los milicianos ¡°para proteger los servicios estrat¨¦gicos de la naci¨®n¡±. El propio Maduro aclar¨® en televisi¨®n que la estrat¨¦gica misi¨®n a la que est¨¢n llamados m¨¢s de un mill¨®n de milicianos consiste en ¡°cortar, podar y limpiar¡± de maleza las abandonadas instalaciones el¨¦ctricas.
Al final del d¨ªa, el contraste en la calle y entre los l¨ªderes era evidente. Frente a un din¨¢mico Guaid¨® que se mov¨ªa de forma ¨¢gil entre veh¨ªculos y la masa de gente, un Nicol¨¢s Maduro, cada vez m¨¢s voluminoso, ha reducido sus apariciones p¨²blicas.
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