El fen¨®meno Guaid¨® entusiasma en tierra chavista
Una improvisada visita al Estado de Vargas se convierte en una masiva manifestaci¨®n de apoyo. El gobierno de Nicol¨¢s Maduro anuncia el cese de todos sus ministros
Todo comenz¨® a las 9.00 de la ma?ana del domingo con una arepa en un mercado popular. Juan Guaid¨® se sent¨® acompa?ado de cuatro colaboradores, pidi¨® una de queso, otra de pescado y un refresco. Tres horas despu¨¦s, estaba subido en lo alto de un cami¨®n con un micr¨®fono y una bandera ante miles de personas que coreaban su nombre.
El rumor de que Juan Guaid¨® hab¨ªa llegado a La Guaira, su tierra natal, comenz¨® a correr de boca en boca desde que puso un pie en su tierra natal y poco a poco comenzaron a acercarse los vecinos.
Si Juan Guaid¨® extra?aba la normalidad eligi¨® un mal lugar y un mal momento para recuperarla. Como si fuera una estrella de rock, familias, mujeres, j¨®venes, trabajadores del puerto y pescaderos del mercado se arremolinaban junto a ¨¦l. Le fue imposible dar un bocado a las famosas arepas del ¡®El Mosquero¡¯ sin que alguien se acercara. Todos quer¨ªan tocarlo, tomarse una foto o decirle que en ¨¦l est¨¢n depositadas sus esperanzas.
Minutos despu¨¦s y unas calles m¨¢s adelante, mantuvo una entrevista con la cantante Rosana Arbelo. La int¨¦rprete canaria le pregunt¨® por las islas donde el padre de Guaid¨® trabaja ahora como taxista. Pero ni siquiera eso pudo ser un acto ¨ªntimo. De las ventanas y balcones cercanos se descolgaban los vecinos entre los ladrillos para gritar su nombre. Todo un fen¨®meno social y pol¨ªtico para alguien que hace tres meses era un completo desconocido entre la poblaci¨®n.
Para cuando lleg¨® a la plaza de El c¨®nsul, el popular barrio era un mar de gente que comenz¨® a caminar detr¨¢s de ¨¦l. Sin saber a d¨®nde iban pero detr¨¢s de ¨¦l. La marcha era la met¨¢fora de un pa¨ªs. Lucrecia M¨¦ndez, de 62 a?os y ama de casa, vio pasar a la multitud, sac¨® la bandera de Venezuela de su balc¨®n y se sum¨® al gent¨ªo que, en pocos minutos, se hab¨ªa convertido en una enorme masa de miles de personas que cantaban ¡°hay un guerrero, vale por dos, es de La Guaira y se llama Juan Guaid¨®¡± o ¡°no me da la gana, una dictadura igualita a la cubana¡±. Otras, m¨¢s ofensivas, ten¨ªan al presidente Maduro en el centro de la diana.
¡°Acabo de verlo y quiero decirle que no podemos m¨¢s y que ¨¦l es nuestra ¨²ltima esperanza. Hemos pasado unos d¨ªas terribles sin agua y sin luz¡±, explicaba Lucrecia llev¨¢ndose la mano a la frente junto a algunos de sus vecinos.
A esa hora de la ma?ana, bajo el inclemente calor del Caribe, Guaid¨® ya estaba encaramado a un veh¨ªculo. Frente a la multitud repiti¨® lo que para sus seguidores es un soniquete que todos repet¨ªan como si se tratara de una lecci¨®n escolar pronunciada en voz alta: ¡°cese de la usurpaci¨®n, Gobierno de transici¨®n y elecciones libres¡±.
Ante todos ellos Guaid¨® insisti¨® en que continuar¨¢ recorriendo cada rinc¨®n del pa¨ªs para participar y seguir organizando los Comandos de la ¡®Operaci¨®n Libertad¡¯ y pidi¨® mantenerse en las calles de manera activa y pac¨ªfica. ¡°Hay muchas necesidades en el pueblo. Los venezolanos quieren salir de esta situaci¨®n de una vez por todas. Tenemos un 'Plan Pa¨ªs' bien delineado y dise?ado para ejecutar de manera inmediata luego del cese de la usurpaci¨®n...¡±.
El presidente encargado no hab¨ªa terminado de hablar cuando los miles de personas introdujeron el nuevo mantra: ¡°Miraflores, Miraflores¡±, el nombre del Palacio presidencial y el nuevo objetivo de Guaid¨® para recuperar ¡°la oficina de todos los venezolanos¡±.
Sin previo aviso, sin trabajo de campo de los partidos tradicionales y sin convocatoria a trav¨¦s de redes sociales por motivos de seguridad, Guaid¨® moviliz¨® la indignaci¨®n de una tierra tradicionalmente chavista donde hasta hace poco siempre gan¨® la opci¨®n bolivariana, que cay¨® derrotada por menos de 15.000 votos en 2015. Al final de la ma?ana el impecable traje azul con el que lleg¨® se hab¨ªa convertido en una simple camisa blanca y remangada con la que se secaba el sudor.
Pocas horas despu¨¦s de su aparici¨®n, se supo que Nicol¨¢s Maduro hab¨ªa pedido a todos sus ministros ¡°poner sus cargos a la orden a los efectos de una reestructuraci¨®n profunda de los m¨¦todos y funcionamiento del Gobierno bolivariano para blindar la Patria de Bol¨ªvar y Ch¨¢vez ante cualquier amenaza¡±.
El chavismo trataba de trasladar a la calle las consecuencias de una desastrosa semana sin agua y sin luz. La iniciativa, sin embargo, la hab¨ªa marcado Juan Guaid¨® desde las 9.00 de la ma?ana.
Los militares que desertaron denuncian abandono
Los militares venezolanos se sienten abandonados en Colombia. Luis Gonz¨¢lez Hern¨¢ndez, sargento segundo del Ej¨¦rcito, denunci¨® que representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados informaron que ten¨ªan 3 o 4 d¨ªas para desalojar el albergue en el municipio Villa del Rosario, en el Norte de Santander. ¡°Ellos nos iban a entregar una colchoneta, una s¨¢bana y 350 mil pesos, m¨¢s un mapa¡±, declar¨® el s¨¢bado a la emisora W Radio.
Gonz¨¢lez estaba rodeado de compa?eros, vestidos de civiles, y en las afueras de un hotel. ¡°No tenemos comunicaci¨®n con nuestro presidente Juan Guaid¨®. Queremos que ¨¦l se apersone aqu¨ª¡±, pidi¨®. M¨¢s de 700 soldados y polic¨ªas han huido de Venezuela despu¨¦s del intento de ingreso de ayuda humanitaria al pa¨ªs, el 23 de febrero, lo que evidenci¨® las fracturas dentro de la Fuerza Armadas venezolanas.
Juan Guaid¨®, reconocido como presidente interino por m¨¢s de 50 pa¨ªses, ha ofrecido amnist¨ªa a los funcionarios de cuerpos de seguridad que abandonen a Nicol¨¢s Maduro. Su promesa ha incomodado al oficialismo que ha calificado a los desertores como ¡°traidores¡±. Vladimir Padrino L¨®pez, ministro de Defensa, aprovech¨® la denuncia de abandono para desprestigiar a los refugiados.
Durante un mitin este domingo en La Guaira, Guaid¨® dijo que se hab¨ªa encontrado una soluci¨®n al problema y la canciller¨ªa colombiana anunci¨® un acuerdo con Colombia para proporcionar manutenci¨®n y cursos de formaci¨®n a los soldados. El embajador designado por Guaid¨® en Bogot¨¢ se?al¨® que el tema requiere la ¡°activa colaboraci¨®n¡± de los distintos gobiernos y las agencias de Naciones Unidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.