Maracaibo, zona cero del apag¨®n
La capital petrolera de Venezuela afronta a la ruina econ¨®mica despu¨¦s del saqueo de m¨¢s de 500 comercios durante el corte el¨¦ctrico
Maracaibo, la ciudad petrolera de Venezuela, es una tierra devastada. Hace ocho d¨ªas, sumidos en un prolongado apag¨®n, miles de personas dejaron una estela desastrosa en la capital del Estado occidental de Zulia. Los v¨¢ndalos arrasaron con unos 562 comercios e industrias, desvalijaron hoteles e impusieron el terror durante unas 72 horas.
Los estragos son comparables con un desastre natural. ¡°Siento que pas¨® un tornado¡±, dice Marianela Finol, propietaria de una farmacia, que fue desvalijada por una estampida de desconocidos hace ocho d¨ªas. Su negocio hab¨ªa servido de sustento a su familia desde 2012, aunque en los ¨²ltimos a?os hab¨ªa disminuido su productividad por la hiperinflaci¨®n y los cortes de electricidad.
Su relato se entrecorta cuando recuerda la embestida. Finol, una ingeniera de 62 a?os, no hall¨® ni los documentos administrativos de la empresa. ¡°Se llevaron todo: las computadoras, el tanque del agua, los cables. Fue espantoso ver c¨®mo qued¨®. Solo dejaron estantes vac¨ªos, muebles y l¨¢mparas, el resto se lo robaron¡±. Su farmacia est¨¢ en el centro comercial San Rafael. El ataque fue cometido por unas 1.000 personas que destrozaron y hasta incendiaron negocios. ¡°Me siento indefensa. De pronto no hab¨ªa nada. ?Qu¨¦ pasa? Nadie nos protege, impera la anarqu¨ªa¡±, agrega.
Ricardo Acosta, vicepresidente de la federaci¨®n patronal de Zulia, est¨¢ seguro de la incapacidad de las fuerzas de orden p¨²blico. ¡°Ellos son responsables de que esta situaci¨®n se haya agravado. Hay comercios que no volver¨¢n a abrir¡±, explica.
Los saqueos comenzaron en la avenida La Limpia, al oeste de Maracaibo, y se propagaron como un virus por la ciudad. La polic¨ªa detuvo a 602 personas por la violencia, pero varios testigos aseguran que actu¨® una masa enardecida superior. ¡°Eran miles, casi toda la poblaci¨®n y muchos estaban amparados por los cuerpos de seguridad¡±, cont¨® un hombre, que pidi¨® no revelar su identidad, y que mostr¨® una fotograf¨ªa donde aparece una patrulla de polic¨ªa repleta de refrescos presumiblemente extra¨ªdos de una planta de Pepsi-Cola.
Cuatro instalaciones de la Empresa Polar, la mayor productora de alimentos, sufrieron da?os irreparables cuando entraron unas 500 personas que se llevaron miles de productos y destruyeron cuatro autom¨®viles. Es solo una porci¨®n de la ruina. Fergus Walshe, director de la C¨¢mara de Comercio de Zulia, asegura que se necesitar¨ªan m¨¢s de 100 millones para reponer las mercanc¨ªas y las infraestructuras da?adas por los saqueos en la ciudad. ¡°Esto ocasionar¨¢ desempleo, m¨¢s de 2.000 personas pueden quedarse sin trabajo¡ Yo tengo varias farmacias, dos de ellas sufrieron p¨¦rdida total durante el saqueo¡±, afirma.
El desabastecimiento se acerca al occidente del pa¨ªs. La mayor¨ªa de las industrias desvalijadas surt¨ªan de alimentos a esa regi¨®n de Venezuela. William Contreras, ministro de Comercio, prometi¨® apoyar a los afectados, pero muchos temen que los pr¨¦stamos en bol¨ªvares sean insuficientes para reponer mercanc¨ªas y equipos. La hiperinflaci¨®n es un enemigo que impide la prosperidad de los peque?os empresarios.
Todav¨ªa explotan transformadores de energ¨ªa y algunos territorios permanecen sin luz. Walshe, de 54 a?os, bromea al recordar los estruendos de los estallidos. ¡°La primera vez pens¨¦ que nos invad¨ªan los marines, las explosiones eran escandalosas¡±, comenta.
El gobernador Omar Prieto, un aliado radical de Nicol¨¢s Maduro, ha indicado en una rueda de prensa que se trat¨® de ¡°problemas de menor impacto¡± en 40 establecimientos. Madelyn Palmar, una periodista radicada en Maracaibo, asegura que el pasado jueves se produjo una nueva explosi¨®n en una subestaci¨®n el¨¦ctrica. ¡°Quedamos de nuevo sin luz otras 24 horas. Afortunadamente, no se presentaron m¨¢s motines¡±, detalla.
Para unos el apag¨®n es un designio de la corrupci¨®n y la desinversi¨®n que durante, al menos, 20 a?os ha deteriorado a la industria, aunque Maduro acusa a Estados Unidos y a Juan Guaid¨®, reconocido por 50 pa¨ªses como presidente interino, de un ciberataque al sistema el¨¦ctrico. Winston Cabas, presidente de la Asociaci¨®n de Ingenieros de Venezuela, descarta la tesis del sabotaje. ¡°No hubo mantenimiento¡±. El experto atribuye este fallo a un incendio en la principal subestaci¨®n de energ¨ªa Malena (al norte del Estado sure?o de Bol¨ªvar), avivado por la maleza. ¡°Estamos en verano. Se produjo una chispa y sigui¨® el fuego. Cualquiera que desee puede ver el incendio rese?ado en los mapas satelitales de Google Earth¡±, a?ade.
Maduro nunca aport¨® pruebas. El mandatario disminuy¨® sus apariciones en televisi¨®n y actos p¨²blicos. Su vicepresidenta, Delcy Rodr¨ªguez, inform¨® que el mandatario har¨¢ una reestructuraci¨®n ¡°profunda¡± de su Gabinete para ¡°blindar¡± de ¡°amenazas¡± al pa¨ªs. Tambi¨¦n orden¨® el resguardo y mantenimiento de estaciones el¨¦ctricas, aunque ya estaban custodiadas por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana antes del siniestro.
En 2018, Zulia experiment¨® una ola de apagones que ocasion¨® violentas protestas. Ese a?o, los transformadores explotaban como fuegos artificiales. El jueves, tres subestaciones de electricidad estallaron en Maracaibo y dejaron muchas localidades en la penumbra. El calor es inclemente todo el a?o, las m¨¢ximas temperaturas pueden alcanzar los 44 grados cent¨ªgrados y obligan a sus pobladores a usar aire acondicionado. De ah¨ª que Zaida Guti¨¦rrez, de 37 a?os, abanique a sus hijos para aminorar su sofocamiento ante la imposibilidad de prender el aparato por miedo a un nuevo corte de energ¨ªa. ¡°Son constantes los bajones (interrupciones) del servicio, prefiero conservar mis cosas bien y que no se me da?en por apagones. Parece una tonter¨ªa, pero este colapso de servicio est¨¢ generando un malestar incontrolable en la gente. Dios se apiade de nosotros porque esta crisis se extiende y nunca tocamos fondo¡±, dice.
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