Nada termina con la toma de Baguz

Por muy ¡°oficial¡± que sea la declaraci¨®n de la toma de Baguz y el fin de D¨¢esh la situaci¨®n en el terreno no va a cambiar. A fin de cuentas, pr¨¢cticamente todo lo que se dice ahora por boca de Washington y sus aliados locales- las Fuerzas de Protecci¨®n Popular encuadradas en las Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias- repite lo ya dicho en 2017 con ocasi¨®n de la recuperaci¨®n de Mosul (Irak, julio), Deir el Zor (Siria, septiembre) o Raqa (Siria, octubre). Por eso, para no dejarse enga?ar por las apariencias, debemos entender que:

La guerra en Siria va a continuar. No solo el r¨¦gimen genocida de Al Bashar continua su ofensiva violenta para recuperar el control del territorio y seguir eliminando a sus opositores, sino que quedan todav¨ªa muchos grupos armados que no han renunciado a la violencia. Junto a los que juegan al ¡°cuanto peor, mejor¡± hay que contar tambi¨¦n con la amalgama de milicias y grupos yihadistas agolpados en la provincia de Idlib, a la espera de una ofensiva que probablemente implique no solo a las fuerzas armadas sirias, sino tambi¨¦n a Turqu¨ªa y otras potencias. En paralelo, no cabe suponer que las milicias kurdas depongan autom¨¢ticamente sus armas, sin tratar de sacar alguna tajada en t¨¦rminos pol¨ªticos.

D¨¢esh no ha sido derrotado. No es solamente que miles de sus combatientes sigan pululando por Siria, sino que con su renovado perfil insurgente tambi¨¦n est¨¢n actuando en Irak, especialmente en zonas rurales. Por otra parte, dado que hace tiempo ya que D¨¢esh se ha convertido en una ¡°marca¡± internacional, conviene no olvidar que hay facciones suyas muy activas tanto en Nigeria, como en varios pa¨ªses del Sahel, Egipto, Libia, Yemen, Afganist¨¢n y hasta en el subcontinente indio.

El monstruo seguir¨¢ ah¨ª por mucho tiempo. Al margen de que se elimine a Al Bagdadi o que D¨¢esh implosione, el virus yihadista ya ha contaminado a incontables individuos que se ven como elegidos para la gloria. Y mientras la respuesta se limite a las armas, tendremos desgraciadamente terrorismo para rato.

En definitiva, 1.737 d¨ªas despu¨¦s, lo ¨²nico que se ha logrado es el desmantelamiento de un pseudocalifato. Como ya hab¨ªa ocurrido anteriormente con los que Al Qaeda, Boko Haram o Al Shabaab declararon en su d¨ªa, su final estaba determinado desde el momento en que decidieron fijarse en el terreno, convirti¨¦ndose en un objetivo bien definido para enemigos muy superiores. Lo que cabe preguntarse en t¨¦rminos militares es c¨®mo una coalici¨®n liderada por Washington, con Londres y Par¨ªs de destacados acompa?antes, m¨¢s la aportaci¨®n de milicias locales en primera l¨ªnea ha necesitado tanto tiempo para llegar hasta aqu¨ª. Y ahora queda todo lo dem¨¢s