La Liga ?rabe condena la pol¨ªtica de Trump hacia Israel

¡°Aunque sea el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo y tenga la mayor econom¨ªa, la declaraci¨®n sobre la soberan¨ªa israel¨ª de los Altos del Gol¨¢n solo obliga a EE. UU. No tienen ning¨²n tipo de valor jur¨ªdico. El resto de potencias lo rechazan¡±, espet¨® Ahmed Abul Gheit, secretario general de la Liga ?rabe, en la rueda de prensa posterior a la cumbre. Pr¨¢cticamente todos los representantes ¨¢rabes mencionaron la cuesti¨®n en sus intervenciones durante la ceremonia de apertura, incluido el rey Salman de Arabia Saudita: ¡°Reiteramos nuestro rechazo categ¨®rico de cualquier medida que mine la soberan¨ªa siria sobre el Golan¡±,

En la misma l¨ªnea se expresaron dos invitados de lujo de la cumbre, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. Para los pa¨ªses ¨¢rabes, se trataba de visualizar la soledad de Trump en su apuesta romper los dif¨ªciles consensos hilvanados hace d¨¦cadas por la comunidad internacional en Oriente Pr¨®ximo, incluido el que enfrenta a palestinos e israel¨ªes. Si bien el apoyo a la soluci¨®n de dos Estados basado en las resoluciones de la ONU es un gastado mantra, la renovaci¨®n del compromiso ¨¢rabe con este plan no es del todo balad¨ª, pues Trump pretende lanzarlo a la papelera de la Historia. Seg¨²n se ha filtrado en la prensa, el presidente estadounidense pretende presentar un plan de paz que viola algunos principios incluidos en las resoluciones de la ONU, y que de forma pomposa ha sido bautizado por Washington como ¡°el acuerdo del siglo¡±.

Ahora bien, probablemente, toda esta ret¨®rica no tendr¨¢ ninguna aplicaci¨®n pr¨¢ctica, como suele ser habitual. Sin ir m¨¢s lejos, durante los prelog¨®menos de la cumbre, la Casa Blanca anunci¨® que recibir¨¢ al mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi en Washington el pr¨®ximo 9 de abril. El presidente al Sisi, cuyo r¨¦gimen ha sido acusado de graves violaciones de derechos humanos incluso por la ONU, es un estrecho aliado de Trump por sus furibundas posiciones antiislamistas. Asimismo, no es de esperar tampoco que los gestos de Trump hacia Netanyahu, que han violado varias l¨ªneas rojas tradicionales de la diplomacia estadounidense, enfr¨ªen las buenas relaciones entre Washington y Riad, cimentadas sobre todo en su inquina hacia Teher¨¢n.

Trump e Israel sepultaron la cuesti¨®n que se cre¨ªa hace unos meses que dominar¨ªa la cumbre: la posible readmisi¨®n de Siria en la organizaci¨®n pan-¨¢rabe. Su condici¨®n de miembro fue suspendida en 2011 a ra¨ªz de la brutal represi¨®n de las protestas durante la ¡°primavera ¨¢rabe¡±. Sin embargo, ni tan siquiera fue incluida en el orden del d¨ªa. ¡°Es una cuesti¨®n que se abord¨® en las reuniones preparatorias de forma no oficial, pero no exist¨ªa un consenso. Algunos pa¨ªses argumentaron que la situaci¨®n no estaba madura¡±, apunt¨® Abdul Gheit.

¡°El retorno de Siria de momento no es posible por el veto de EE. UU. y algunos de sus aliados en la regi¨®n, como Arabia Saudita. Estos pa¨ªses exigen que el r¨¦gimen realice concesiones para su reintegraci¨®n a la comunidad internacional¡±, apunta el analista tunecino Salahdin Jourchi. Despu¨¦s de que el a?o pasado varios pa¨ªses realizaran gestos de deshielo hacia Damasco -Emiratos lleg¨® a restablecer relaciones diplom¨¢ticas-, parec¨ªa que los l¨ªderes ¨¢rabes estaban dispuestos a buscar una reconciliaci¨®n con Al Asad. Sin embargo, el hecho de que el r¨¦gimen sirio no quiera abandonar su relaci¨®n estrat¨¦gica con Ir¨¢n, bestia negra de Riad, ha frenado el acercamiento.