Trump emprende una gran ofensiva contra las inversiones extranjeras en Cuba
Washington reactiva la ley que permite a los ciudadanos de origen cubano llevar a los tribunales a las empresas en la isla por propiedades confiscadas tras la revoluci¨®n de 1959. La medida abre un importante frente comercial con Europa
La Administraci¨®n de Donald Trump ha pulsado este mi¨¦rcoles una tecla sobre Cuba que ning¨²n otro Gobierno estadounidense, independientemente del color pol¨ªtico, se hab¨ªa atrevido a pulsar en m¨¢s de 20 a?os. Washington dejar¨¢ que el 2 de mayo entre en vigor por primera vez una norma seg¨²n la cual ciudadanos de origen cubano pueden lanzar un alud de demandas para reclamar propiedades a empresas extranjeras con negocios en la isla, medida que abre un nuevo e importante frente entre Estados Unidos y Europa, principal socio comercial del pa¨ªs caribe?o, con Espa?a como uno de los principales afectados.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, hizo el anuncio en una fecha simb¨®lica, el aniversario de la invasi¨®n de Bah¨ªa Cochinos, en 1961, cuando tropas de exiliados cubanos entraron en la isla con apoyo de Estados Unidos para tratar infructuosamente de derrocar a Fidel Castro. Adem¨¢s, seg¨²n avanz¨® el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, en un discurso en Miami ante veteranos de aquella operaci¨®n, se impondr¨¢n nuevas restricciones a las remesas de dinero enviadas a la isla, nuevas limitaciones a viajes no familiares y medidas para evitar que La Habana sortee las restricciones y acceda a divisas.
Washington redobla su presi¨®n en un momento de escalada de sanciones tambi¨¦n hacia Venezuela y Nicaragua, cuyos reg¨ªmenes engloba bajo la expresi¨®n "troika tir¨¢nica". De hecho, este mi¨¦rcoles la Administraci¨®n aprob¨® tambi¨¦n sanciones contra Laureano Ortega, hijo del presidente de Nicaragua, y el Banco Corporativo de Nicaragua, a los que bloquea cualquier activo en EE UU. Tambi¨¦n actu¨® contra el Banco Central de Venezuela y su gobernadora, Josefa Ruzza, neg¨¢ndoles acceso al sistema financiero estadounidense, por considerarlos c¨®mplice en el mantenimiento de Nicol¨¢s Maduro en el poder efectivo del pa¨ªs.
En el caso de los pleitos en Cuba, Washington deja de renovar la suspensi¨®n del T¨ªtulo III de la conocida ley Helms-Burton, por la cual cualquier individuo puede reclamar ante la justicia estadounidense propiedades que le fueron confiscadas a ra¨ªz de la revoluci¨®n de 1959, lo que afecta a las empresas que hacen negocios en las islas porque muchos pueden estar utilizando esos terrenos u otros bienes.
"Despu¨¦s de m¨¢s de 22 a?os de retrasos, los estadounidenses por fin tendr¨¢n una oportunidad de justicia", dijo Pompeo. Aquella ley fue aprobada en 1996 bajo la Administraci¨®n de Bill Clinton, pero dicho apartado se dej¨® durante dos d¨¦cadas sin efecto a trav¨¦s de suspensiones semestrales que iban aprobando todos los Gobiernos para evitar el colapso en los tribunales (se calculan decenas de miles de pleitos potenciales) y evitar una batalla comercial con otros pa¨ªses.
"El t¨ªtulo III se suspendi¨® con la esperanza de que el r¨¦gimen cubano emprendiera una transici¨®n a la democracia. Pero la Administraci¨®n de Donald Trump reconoce la realidad, que los dictadores ven la conciliaci¨®n como debilidad. El intento de Obama de moderar al r¨¦gimen no funcion¨®", a?adi¨® el jefe de la Diplomacia estadounidense. La llegada del republicano al poder supuso el fin de la fase de deshielo que hab¨ªa comenzado el presidente dem¨®crata con La Habana. Trump volvi¨® a limitar los viajes a la isla y vet¨® el flujo comercial con el conglomerado militar. Pero el embargo econ¨®mico al r¨¦gimen castrista entra ahora en aguas inexploradas. Cuando se aprob¨® la ley, un estudio cifr¨® en hasta 200.000 los posibles pleitos derivados de dicha posibilidad de reclamaci¨®n. Ahora no es posible anticipar los efectos.
La Uni¨®n Europea -y muy especialmente el Gobierno espa?ol- se ha llevado las manos a la cabeza. El nuevo cerco puede perjudicar a empresas hoteleras espa?olas como Meli¨¢, Iberostar, Barcel¨® o NH, con una importante presencia en la isla. El ministro de Exteriores espa?ol, Josep Borrell, lo expres¨® en su reciente visita a Washington, con motivo de la cumbre de la OTAN. ¡°Creo que les han quedado claras las razones por las cuales Espa?a se opondr¨ªa a eso. Hay una cuesti¨®n de principio, que es que nos negamos a aceptar la extraterritorialidad de las leyes norteamericanas, creemos que ser¨ªa un abuso de su capacidad de imponer normas a los dem¨¢s. Y, en segundo lugar, por los intereses econ¨®micos de nuestro pa¨ªs¡±, dijo tras verse con su hom¨®logo estadounidense, Pompeo.
Estados Unidos ha advertido de que ninguna compa?¨ªa quedar¨¢ exenta, pero ha tratado del calmar los ¨¢nimos de Bruselas asegurando, seg¨²n las palabras de la vicesecretaria de Estado para Am¨¦rica Latina, Kimberly Breier, "la mayor parte de las empresas europeas no tiene que preocuparse" por la ley, que solo afecta a aquellas que utilicen propiedades en su d¨ªa embargadas. Aun as¨ª, la Uni¨®n Europea y Canad¨¢ aseguraron en una declaraci¨®n conjunta que proteger¨¢n los intereses de sus compa?¨ªas ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), una instituci¨®n que, de todos modos, Trump critica con dureza.
La estrategia sobre Cuba ha pasado por encima de cualquier intento de acercar posturas en las hoy por hoy dif¨ªciles relaciones comerciales con Europa. La pol¨ªtica de Trump no contempla La Habana como un problela aislado, sino como una fuente de ox¨ªgeno al chavismo en Venezuela. Es en buena parte la inteligencia cubana, seg¨²n EE UU, la que est¨¢ logrando mantener a Nicol¨¢s Maduro en el poder efectivo del pa¨ªs caribe?o, pese a que desde el pasado enero la primera potencia mundial y una cincuentena de pa¨ªses -entre ellos Espa?a- reconocen al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaid¨®, como presidente, y reclaman la marcha de Maduro y la celebraci¨®n de elecciones.
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