Algo no tan inesperado

Tras la serie concatenada y coordinada de atentados altamente cruentos que han tenido lugar en Sri Lanka podr¨ªa decirse, sin m¨¢s, que ilustran c¨®mo el extremismo islamista est¨¢ hoy m¨¢s extendido que nunca en el mundo. Igualmente cabr¨ªa, sin m¨¢s, aducir que ponen de manifiesto la medida en que los actos de terrorismo relacionados con el yihadismo global acontecen tambi¨¦n all¨ª donde menos se esperan, es decir, fuera de las sociedades mayoritariamente musulmanas en las cuales los yihadistas sit¨²an a su enemigo cercano o de las occidentales que corresponder¨ªan a lo que definen como su enemigo lejano. Pero, si bien lo primero es cierto, esto segundo eludir¨ªa la consideraci¨®n de algunos factores clave para comprender lo sucedido en Colombo y en otras localidades del pa¨ªs surasi¨¢tico.

La amenaza del yihadismo global en Sri Lanka, que acaba de manifestarse en la forma de un brutal terrorismo justificado como obligaci¨®n religiosa por quienes lo instigan y para quienes lo perpetran, no emana de la nada. Por una parte, es producto de la creciente influencia y articulaci¨®n que una determinada forma fundamentalista y excluyente de entender el credo isl¨¢mico ¡ªes decir, el salafismo¡ª ha ido adquiriendo en el seno de la minor¨ªa musulmana de la isla, explotando las diferencias y tensiones existentes entre esta y la mayor¨ªa budista u otras minor¨ªas. Por otra parte, deriva de la extraordinaria movilizaci¨®n internacional suscitada por la propaganda y las actividades de organizaciones yihadistas ¡ªprincipalmente, aunque no solo, de Estado Isl¨¢mico¡ª activas en Siria e Irak desde 2012.

En las ¨²ltimas d¨¦cadas, una porci¨®n significativa de los musulmanes de Sri Lanka ha estado expuesta, en lugares de culto y en madrazas, a influencias salafistas, procedentes sobre todo del Golfo, que han transformado tanto su concepci¨®n previa y mayoritaria del islam como sus pr¨¢cticas y estilos de vida. Estas influencias, unidas a otras con origen en el subcontinente indio, han hecho posible que, a lo largo del pasado decenio, pese a la resistencia que ha encontrado entre la poblaci¨®n musulmana del pa¨ªs y sus principales autoridades religiosas de referencia, haya adquirido relevancia y notoriedad la organizaci¨®n Thawheed Jamaat. Esta entidad salafista ha proporcionado espacios favorables a la radicalizaci¨®n y servido como plataforma para el reclutamiento por parte de organizaciones yihadistas.

As¨ª, en los ¨²ltimos cinco o seis a?os, algunos individuos con nacionalidad de Sri Lanka han participado en la planificaci¨®n y preparaci¨®n de atentados que Al Qaeda, en colaboraci¨®n con una o m¨¢s de sus organizaciones paquistan¨ªes asociadas, ha querido llevar a cabo en, por ejemplo, territorio de India. Varias decenas de otros, radicalizados en el salafismo yihadista dentro o fuera de Sri Lanka, se desplazaron a Siria e Irak como combatientes terroristas extranjeros, por lo que es veros¨ªmil que hubiese retornados. Sri Lanka ha sido, adem¨¢s, tr¨¢nsito hacia zonas de conflicto de yihadistas radicalizados en Maldivas. En suma, hace ya tiempo que, con la presencia en el pa¨ªs de individuos vinculados a Estado Isl¨¢mico y otras organizaciones yihadistas, el islamismo violento es una amenaza terrorista para Sri Lanka.

Es inveros¨ªmil que las autoridades de Sri Lanka desconociesen la creciente importancia de esta amenaza terrorista de naturaleza internacional ¡ªcuya reciente plasmaci¨®n, tanto por la modalidad de ejecuci¨®n de los atentados como por los blancos seleccionados, sugiere que est¨¢ dotada de liderazgo, organizaci¨®n y estrategia¡ª, incluso cuando la rivalidad entre Al Qaeda y Estado Isl¨¢mico se dirime asimismo en el sur de Asia, pero resulta en cualquier caso evidente que no reaccionaron como deb¨ªan a la informaci¨®n urgente sobre la misma compartida por las de otro pa¨ªs en buena posici¨®n para obtenerla. Las estructuras antiterroristas de Sri Lanka, avezadas en combatir un terrorismo de cariz etnonacionalista, no han estado a la altura del desaf¨ªo yihadista. ?Inesperado lo ocurrido? No tanto. ?Sin previo aviso? No.

Fernando Reinares es director del Programa sobre Radicalizaci¨®n Violenta y Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico en la Universidad Rey Juan Carlos.