China fija sus ojos en Panam¨¢ y despierta los recelos de EE UU
El Gobierno que salga de las urnas este domingo ser¨¢ el encargado de cerrar la negociaci¨®n del tratado comercial con el gigante asi¨¢tico
China tiene a Panam¨¢ entre sus principales objetivos de inversi¨®n en Am¨¦rica Latina para los pr¨®ximos a?os. La ecuaci¨®n de este creciente inter¨¦s dista de ser compleja ni extra?a: Pek¨ªn quiere incrementar su posici¨®n comercial en el mundo y el pa¨ªs centroamericano, uni¨®n natural entre los oc¨¦anos Atl¨¢ntico y Pac¨ªfico, que concentran el grueso de los intercambios, es una plataforma clave a escala global. Tambi¨¦n lo es, y de forma muy especial, para su principal competidor en la carrera por el cetro de primera potencia global, Estados Unidos, con el que no termina de acordar una salida para los escarceos que amenazan con convertirse en una guerra comercial en toda regla: el 10% de las exportaciones e importaciones del pa¨ªs norteamericano atraviesan el Canal de Panam¨¢ y suponen m¨¢s de las dos terceras partes del tr¨¢fico anual de esta importante v¨ªa mar¨ªtima por la que pasa uno de cada 20 bienes comerciados en el mundo.
A Washington, como se han encargado de verbalizar varios altos funcionarios de la Administraci¨®n Trump, no le gusta nada la creciente presencia inversora de Pek¨ªn en el istmo. Pero no parece que el gigante asi¨¢tico tenga intenci¨®n de revertir sus planes, en los que Panam¨¢ aparece como un potente centro estrat¨¦gico desde el que dirigir sus negocios en Am¨¦rica Latina. Espoleada por el establecimiento formal de relaciones diplom¨¢ticas entre ambos pa¨ªses hace dos a?os, China suma ya inversiones valoradas en 2.500 millones de d¨®lares ¨Centre ellas, la terminal de cruceros y el nuevo centro de convenciones de Amador (en la capital) y el cuarto puente sobre el Canal, del que acaban de empezar las obras¨C. Solo en inversi¨®n extranjera directa, en la ¨²ltima d¨¦cada sus empresas han desembolsado hasta 1.000 millones, con Huawei como punta de lanza en la zona libre de Col¨®n. Ambas cifras, peque?as a escala global, son mucho mayores si se tiene en cuenta que el PIB de Panam¨¢ no llega a los 70.000 millones de d¨®lares y su poblaci¨®n es solo ligeramente superior a los cuatro millones de habitantes.
Los primeros migrantes chinos ¨Cuna comunidad que hoy supera holgadamente las 100.000 personas¨C, recuerda Eddie Tapiero, autor del libro La Ruta de la Seda y Panam¨¢, llegaron al pa¨ªs centroamericano a mediados del siglo XIX para participar, como trabajadores, en la construcci¨®n del ferrocarril. ¡°Ahora¡±, subraya el economista, ¡°lo hacen como actor fundamental en la inversi¨®n y en la financiaci¨®n de grandes proyectos de infraestructura". ¡°El inter¨¦s de China por Panam¨¢¡±, dice Rodolfo Sabonge, investigador del Instituto del Canal de Panam¨¢ y Estudios Internacionales, ¡°es solo un reflejo m¨¢s del cada vez mayor inter¨¦s de China en el resto del mundo¡±. ¡°Tambi¨¦n¡±, apunta Enrique Dussel, coordinador de la Red Acad¨¦mica de Am¨¦rica Latina y el Caribe sobre China, ¡°hay que enmarcarlo en un contexto de una menor inclinaci¨®n de Pek¨ªn por las materias en favor de manufacturas y sector servicios¡±.
A las cifras, siempre fr¨ªas, hay que sumar un factor no cuantificable, pero mucho m¨¢s importante en el terreno de lo normativo y en el de lo simb¨®lico: ambos pa¨ªses llevan meses negociando un tratado de libre comercio que promete multiplicar la relaci¨®n bilateral. Las conversaciones, avanzadas, han quedado en punto muerto temporal hasta que los paname?os decidan en las urnas, este domingo, el nombre de su pr¨®ximo presidente. Pero se imponga la opci¨®n que gane entre los tres favoritos ¨CLaurentino Cortizo (PRD), R¨®mulo Roux (Cambio Democr¨¢tico) y Ricardo Lombana (independiente)¨C no parece que vaya a haber mucha variaci¨®n en su aproximaci¨®n a China ni en el visto bueno al cuarto acuerdo comercial entre el gigante asi¨¢tico y un pa¨ªs latinoamericano, tras Chile, Per¨² y Costa Rica. ¡°Todos los candidatos son conscientes de la oportunidad que representa; la ¨²nica duda puede venir por la velocidad a la que quieran consolidar la relaci¨®n¡±, analiza Tapiero.
La importancia de Panam¨¢ para EE UU no es ninguna novedad, como tampoco lo es el valor geoestrat¨¦gico del pa¨ªs centroamericano en la escena comercial global. El control del Canal de Panam¨¢ ¨Cpaso obligado en el tr¨¢nsito de mercanc¨ªas entre los oc¨¦anos Atl¨¢ntico y Pac¨ªfico y por el que transita el 5% del comercio mundial¨C siempre ha sido una prioridad para las sucesivas Administraciones estadounidenses. El canal interoce¨¢nico, sin ir m¨¢s lejos, solo pas¨® definitivamente a manos paname?as a finales de 1999, tras a?os de titularidad estadounidense. El pa¨ªs norteamericano, sin embargo, a¨²n mantiene algunas prerrogativas: sus embarcaciones militares, por ejemplo, tienen derecho de paso expedito.
En octubre pasado, tras su ¨²ltima visita a Panam¨¢, la mano derecha de Trump en pol¨ªtica exterior, Mike Pompeo, se encarg¨® de dejar muy claras sus advertencias al todav¨ªa hoy jefe de Estado y de Gobierno paname?o, Juan Carlos Varela, de las consecuencias del avance China en el pa¨ªs. Tambi¨¦n de sus presuntas intenciones. El problema, dijo Pompeo, ¡°es que las empresas estatales chinas se muestran de una manera no transparente, no dirigida por [las fuerzas de] el mercado y dise?ada no para beneficiar al pueblo de Panam¨¢, sino al pueblo chino¡±. En declaraciones a The New York Times, el secretario de Estado lleg¨® a calificar de ¡°depredadora¡± la actividad econ¨®mica china, pero rehus¨® hablar de proyectos o casos concretos de inversiones chinas en el pa¨ªs centroamericano. Sus palabras constataban una realidad que no escapa a ning¨²n analista: Washington est¨¢ inc¨®modo y ve con recelos ¨Ccomo en el resto de Am¨¦rica Latina¨C, que China haya puesto el foco en Panam¨¢. Tambi¨¦n que este pa¨ªs, como pr¨¢cticamente toda Am¨¦rica Central, se han convertido en una pieza m¨¢s en el tablero de la guerra comercial de baja intensidad que libran las dos principales potencias mundiales. ¡°Es lo ¨²nico que no nos interesa: acabar siendo el jam¨®n del s¨¢ndwich entre ambos¡±, dice Jos¨¦ Luis Chen Barr¨ªa, ex contralor general de la Rep¨²blica y especialista en la relaci¨®n bilateral entre Panam¨¢ y Pek¨ªn.
Fiel a su estilo, el Gobierno chino prefiri¨® responder con hechos y no con palabras. Xi Jinping, visit¨® la capital paname?a menos de un mes y medio despu¨¦s del viaje de Pompeo y dej¨® claras sus tres prioridades: aumentar la presencia empresarial, incrementar su papel inversor y consolidar Panam¨¢ como centro log¨ªstico en Am¨¦rica. Era la primera vez que un presidente chino pisaba suelo paname?o como parte oficial. Pero, quiera o no EE UU, no ser¨¢ la ¨²ltima. ¡°Somos un pa¨ªs soberano y tenemos la capacidad de decidir qu¨¦ nos interesa y qu¨¦ no¡±, cierra Jones Cooper, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panam¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.