La purga de Gaid Salah choca contra la calle en Argelia
El jefe del Ej¨¦rcito ha encarcelado a aliados de Buteflika, pero los manifestantes le piden que se vaya para que el cambio sea real
Los argelinos est¨¢n viendo en el ¨²ltimo mes c¨®mo han sido conducidos ante la justicia, y en muchos casos encarcelados, los miembros m¨¢s poderosos y odiados de eso que la calle denomina la ¡°banda¡± del poder: desde Said Buteflika, hermano del presidente dimitido, pasando por cinco de sus grandes amigos empresarios, siguiendo por el denostado ex primer ministro Ahmed Ouyahia y continuando con los dos ¨²ltimos responsables de los servicios secretos. El gran impulsor de esa cacer¨ªa judicial es el mismo hombre que forz¨® en abril la dimisi¨®n del presidente Abdelaziz Buteflika, tras 20 a?os en el poder: el jefe del Estado Mayor, Ahmed Gaid Salah, de 79 a?os.
Gaid Salah podr¨ªa pensar que con esos gestos est¨¢ calmando la sed de justicia del pueblo. Pero viernes tras viernes desde el 22 de febrero, cientos de miles de personas salen a la calle para decirle al general: ¡°no es eso, no es eso¡±. El periodista argelino Abed Charef escribi¨® este domingo en Facebook: ¡°Gaid Salah ha empujado hacia la salida o hacia los tribunales a Abdelaziz Buteflika, Ouyahia, Tufik [exresponsable de los servicios secretos durante 25 a?os], [el general] Tartag [director de los servicios secretos los ¨²ltimos cuatro a?os], (¡). Si me hubieran preguntado lo que yo pensaba hace tres meses de un hombre que hiciese todo eso yo habr¨ªa dicho que lo consideraba como un Dios, o al menos, como un profeta. A pesar de eso, la imagen de Gaid Salah contin¨²a muy negativa¡±.
En los procesos judiciales muchos analistas argelinos ven simplemente un ajuste de cuentas entre clanes del poder. Y tambi¨¦n una cortina de humo para esquivar las verdaderas reformas que reivindica la calle. A Gaid Salah le reprochan, sobre todo, que est¨¦ ¡°traicionando¡± la voluntad del pueblo, que consiste en promover una nueva Constituci¨®n y regenerar las instituciones actuales. En lugar de eso, Gaid Salah se aferra a la Constituci¨®n vigente y defiende la convocatoria de unas elecciones presidenciales para el 4 de julio gestionadas por las mismas autoridades que llevan dos d¨¦cadas en el poder.
Un internauta desconfiaba de las ¨²ltimas detenciones: ¡°Recordad lo que pas¨® finalmente en Egipto. Los Mubarak (El expresidente, Hosni, y sus dos hijos] han regresado. Y ahora, Al Sisi est¨¢ en el poder y miles de manifestantes, en la c¨¢rcel¡±. Otros activistas critican el hecho de que Gaid Salah se extralimite en sus funciones como jefe del Estado Mayor y asuma las de ¡°jefe de Estado¡± que gobierna sobre los jueces a golpe de tel¨¦fono.
Si los argelinos no ten¨ªan ning¨²n miedo en apodar ¡°La Momia¡± a Abdelaziz Buteflika, ahora tampoco lo tienen al mofarse de Gaid Salah como el ¡°sargento Garc¨ªa¡±, un personaje bien gordo de la serie televisiva El Zorro, que no se caracteriza precisamente por su inteligencia.
Desde que comenzaron las protestas masivas el 22 de febrero Gaid Salah ha pronunciado m¨¢s discursos p¨²blicos que Buteflika en 20 a?os de Gobierno. En ellos ha ido incurriendo en varias contradicciones. Primero se mostr¨® amenazante respecto a los manifestantes, despu¨¦s alab¨® su sentido c¨ªvico, m¨¢s tarde ensalz¨® los art¨ªculos de la Constituci¨®n donde se afirma que todo poder emana del pueblo. Pero, finalmente, apoy¨® la actual Constituci¨®n que la calle rechaza cada semana. Mientras tanto, Gaid Salah prometi¨® justicia contra una ¡°banda¡± -el 2 de abril lleg¨® a utilizar esa expresi¨®n- que ¡°conspira contra el Ej¨¦rcito¡±.
Muchos se alegran de que todos esos personajes de "la banda" hayan entrado en prisi¨®n, pero otros estiman que una rep¨²blica nueva no se debe fundar sobre ajustes de cuentas. La activista argelina Amira Bouraoui critica en Facebook a quienes se alegran de los ¨²ltimos encarcelamientos: ¡°As¨ª no se tratan las cosas en una rep¨²blica que so?aba con nacer con una nueva conciencia ciudadana. La justicia independiente no ver¨¢ el d¨ªa con este tipo de actuaciones¡±.
Otros analistas, como Makhlouf Mehenni, del sitio digital TSA, se?alan que si gente como Said Buteflika y el general Mediene, alias Tufik, exjefe de los servicios secretos, est¨¢n en la c¨¢rcel es porque son v¨ªctimas de las propias injusticias que ellos alimentaron. ¡°Tufik y Said¡±, se?ala Mehenni en un art¨ªculo, ¡°han reinado durante 25 y 20 a?os respectivamente y no han hecho nada por instaurar una justicia imparcial, una administraci¨®n neutra; en resumen, un Estado de derecho. Digan lo que digan ning¨²n argelino va a llorarles. Ellos son al menos culpables de haber hecho del pa¨ªs una jungla sin ley ni moral¡±.
En esa ¡°jungla¡±, el amo es ahora el jefe del Ej¨¦rcito, Ahmed Gaid Salah. Pero su poder lo discuten cada semana cientos de miles de ciudadanos. Muchos medios argelinos ocultan las pancartas donde se critica a Gaid Salah. Aunque finalmente los carteles terminan siendo reproducidos en las redes sociales. Y en ellos suele decirse que cuando el pueblo dice ¡°sistema m¨¢rchate¡±, eso tambi¨¦n va por el ¡®sargento Garc¨ªa¡¯.
C¨®mo meter al mism¨ªsimo ¡®Dios¡¯ en la c¨¢rcel
El general Mohamed Mediene, alias Tufik, de 80 a?os, era tan poderoso que en Argelia le llamaban Dios. Este domingo, sin embargo, millones de argelinos han visto en la televisi¨®n p¨²blica c¨®mo Tufik era conducido bajo orden de arresto ante el tribunal militar de la ciudad de Blida, 45 kil¨®metros al suroeste de Argel. Le acompa?aban Said Buteflika, el poderoso hermano del presidente dimitido y el general Tartag, alias Bachir, fiel aliado de Said Buteflika.
Tufik comenz¨® a dirigir los servicios secretos, el Departamento de Inteligencia y Seguridad (DRS, por sus siglas en franc¨¦s), en una fecha clave: 1990, el a?o en que se desat¨® una guerra civil en el pa¨ªs que se alargar¨ªa en la llamada ¡°d¨¦cada negra¡±. En cada hotel, mezquita, aeropuerto, hospital, colegio, caf¨¦ o redacci¨®n de peri¨®dico pod¨ªa haber alguien trabajando para Tufik. Cuando Tufik quer¨ªa destruir la carrera de alguien solo ten¨ªa que filtrar a la prensa alg¨²n informe secreto y activar a alg¨²n juez para que rematase la faena. Sab¨ªa demasiado sobre mucha gente y casi nadie conoc¨ªa nada de ¨¦l. Durante 25 a?os ni siquiera sali¨® una foto suya en la prensa. Los argelinos no conoc¨ªan su cara.
Otro de sus apodos era el Hacedor de Reyes. El ¨²ltimo rey que cont¨® con su apoyo fue Abdelaziz Buteflika, a quien impuls¨® hacia la presidencia en 1999. Pero Buteflika se ali¨® con otros generales para no ser un "presidente tres cuartos", alguien sin verdadero poder. En 2004 nombr¨® jefe del Ej¨¦rcito a Ahmed Gaid Salah, rival encarnizado de Tufik. Los Buteflika y Gaid Salah lograron colocar a Tufik en la reserva el domingo, 13 de septiembre de 2015. A la victoria sobre Tufik le a?adieron la humillaci¨®n de filtrar una foto suya en la prensa, la imagen del mism¨ªsimo Dios con gafas negras de sol. Pero la cacer¨ªa no termin¨® ah¨ª.
El siguiente paso contra Tufik fue encarcelar a su mejor aliado, el general Has¨¢n, jefe de la lucha antiterrorista, condenado en noviembre de 2015 a cinco a?os de c¨¢rcel por el Tribunal Militar de Or¨¢n. La raz¨®n oficial es que Has¨¢n tard¨® en entregar unas armas requisadas a un grupo terrorista. La raz¨®n extraoficial era una simple lucha de clanes.
Ahora, Gaid Salah ya no tiene absolutamente a nadie que le haga sombra. Ni Tufik ni los Buteflika. Solo la calle le opone resistencia.
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