El dilema de Bolsonaro, entre el coraz¨®n con EE UU y el bolsillo con China
El presidente viaja a Dallas para recibir un premio tras ser boicoteado en Nueva York y su vicepresidente visita Pek¨ªn, primer socio comercial de Brasil
China destaca entre el elenco de enemigos comunistas que Jair Bolsonaro prometi¨® combatir durante la campa?a electoral. Como presidente, aquel tono frente al primer socio comercial de Brasil ha desaparecido. El ultraderechista parece afrontar el cl¨¢sico dilema entre lo que pide el coraz¨®n y lo que dicta el bolsillo; entre su instinto de alinearse completamente con EE UU y, siguiendo su estela, dar la espalda a China o adoptar una postura pragm¨¢tica ante el r¨¦gimen comunista. El mandatario recibi¨® este jueves en Estados Unidos un premio que, ante las protestas, tuvo que ser trasladado de Nueva York a Dallas y su vicepresidente, el general Hamilton Mour?o, viaja el domingo a China, donde ser¨¢ recibido por el presidente Xi Jinping. Ambos viajes permitir¨¢n ver d¨®nde se coloca Brasil ante las dos potencias globales y en la disputa comercial que enfrenta a ambos gigantes.
El segundo desplazamiento del presidente brasile?o a EE UU tras la provechosa visita a su hom¨®logo Donald Trump en marzo ha tenido un sabor amargo. Suspendi¨® su visita a Nueva York para recibir el premio Personalidad del a?o que otorga la C¨¢mara de Comercio Brasil-EE UU despu¨¦s de que su pol¨ªtica hacia la Amazonia se topara con una fuerte protesta ciudadana que deriv¨® en un boicot empresarial (incluidos Delta Airlines y el Financial Times) y una guerra verbal con el alcalde, el dem¨®crata Bill de Blasio.
La ceremonia fue trasladada a Dallas, donde declar¨® que el objetivo del viaje era ¡°profundizar cada vez m¨¢s los lazos de amistad y tambi¨¦n cooperaci¨®n comercial¡± con EE UU. ¡°Un pa¨ªs que siempre am¨¦ desde mi infancia¡±, agreg¨®. All¨ª se reuni¨® el mi¨¦rcoles con George Bush hijo. Ambos hablaron sobre Argentina y el regreso de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner a primera l¨ªnea, y sobre Venezuela. A Bolsonaro le acompa?aban cinco ministros, incluidos los de Exteriores, Econom¨ªa y Minas. Otro de los objetivos de la visita era atraer inversiones, una tarea que se va complicando porque las ¨²ltimas previsiones indican que el crecimiento va a ser menor de lo previsto cuando asumi¨® el poder. Bolsonaro vivi¨® desde Dallas la primera gran protesta popular contra su Gobierno. Miles de estudiantes se echaron a las calles en unas 200 ciudades para protestar contra los recortes en educaci¨®n. Primero calific¨® como "tontos ¨²tiles" a los manifestantes y luego, en la ceremonia para recoger el premio, ironiz¨® sobre las manifestaciones: ¡°Como si la educaci¨®n hubiera sido una maravilla en Brasil hasta el a?o pasado¡±, informa la prensa brasile?a.
Jair Bolsonaro is a dangerous man. His overt racism, homophobia and destructive decisions will have a devastating impact on the future of our planet. On behalf of our city, thank you to @AMNH for canceling this event. https://t.co/06NAZovyoe
— Mayor Bill de Blasio (@NYCMayor) April 16, 2019
El jueves recibi¨® el galard¨®n que originalmente iba a recoger en el Museo de Historia Natural neoyorquino, que renunci¨® a acoger el evento ante la presi¨®n popular. El alcalde Di Blasio, un dem¨®crata, felicit¨® al museo en nombre de la ciudad en un tuit explosivo en el que calificaba al brasile?o de ¡°hombre peligroso¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Su evidente racismo, su homofobia y sus destructivas decisiones tendr¨¢n un impacto devastador en el futuro de nuestro planeta¡±. Los brasile?os acusaron al regidor de ideologizar el evento.
El nuevo Gobierno de Brasil, que tom¨® posesi¨®n en enero, prosigue su acercamiento a Washington, pero sin la ruptura que parec¨ªan presagiar gestos como la visita que el ultraderechista hizo en campa?a a Taiwan para enojo de Pek¨ªn. O cuando, para criticar la voracidad china, proclam¨® que ¡°China no compra en Brasil, est¨¢ comprando Brasil¡±.
Pero sobre el terreno, se est¨¢ imponiendo una realidad distinta. El general Mour?o lleva meses repitiendo a sus interlocutores que ¡°Brasil no percibe China como una amenaza, sino como un socio estrat¨¦gico, con lo que ha logrado desactivar la bomba armada por el capit¨¢n¡± Bolsonaro, seg¨²n Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales en la Fundaci¨®n Getulio Vargas. Bolsonaro ha anunciado que viajar¨¢ en el segundo semestre del a?o a Pek¨ªn. Adem¨¢s, el presidente Xi Jinping vendr¨¢ a Brasilia en noviembre para la cumbre de los BRICS.
Este especialista explica que dos factores han influido para que Bolsonaro aparcara su discurso antichino. Uno, la movilizaci¨®n del sector agropecuario y de la ministra de Agricultura, Teresa Cristina Dias, para dejar claro, seg¨²n Stuenkel, que ¡°una postura antichina tiene un costo econ¨®mico relevante que una aproximaci¨®n a EE UU no va a poder compensar¡±.
Pek¨ªn super¨® hace casi dos d¨¦cadas a Washington como principal socio comercial de Brasil. El super¨¢vit de balanza comercial con el gigante asi¨¢tico fue el a?o pasado de 29.500 millones de d¨®lares (26.000 millones de euros), con el americano hubo un d¨¦ficit de 193 millones, seg¨²n cifras oficiales. Y adem¨¢s la guerra comercial en la que ambos gigantes est¨¢n enzarzados ha disparado las exportaciones de Brasil a China a los 64.000 millones; el grueso de lo que vende a Pek¨ªn son materias primas, con la soja muy destacada, y compra productos manufacturados. China tiene 69.000 millones de d¨®lares invertidos en Brasil, sobre todo en proyectos de energ¨ªa e infraestructuras.
El otro factor para que el presidente brasile?o bajara el tono es, seg¨²n el experto de la Fundaci¨®n Getulio Vargas, es que atacar a los chinos no genera r¨¦ditos pol¨ªticos entre la base bolsonarista, cosa que s¨ª sucede entre los trumpistas. Al Trump tropical le resulta pol¨ªticamente mucho m¨¢s rentable atacar a los progresistas o las universidades.
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