¡°No puede haber cooperaci¨®n con los populistas de derechas¡±

Con Annegret Kramp-Karrenbauer (56 a?os, V?lklingen) da la permanente sensaci¨®n de estar ante una pol¨ªtica sometida a un periodo de pruebas. AKK, como se la conoce en Berl¨ªn, es la presidenta de la CDU, el partido de centroderecha alem¨¢n, pero sobre todo, la pol¨ªtica llamada a suceder a Angela Merkel en la Canciller¨ªa tras 13 a?os. Por eso, las palabras de la nueva jefa de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) y potencial canciller de la primera econom¨ªa europea se escrutan estos d¨ªas al mil¨ªmetro en toda Europa.

En su despacho de la sede central de la CDU en Berl¨ªn, Kramp-Karrenbauer ha respondido el pasado martes a las preguntas de EL PA?S y otros cuatro medios europeos durante una hora. Lo hace con una eficiencia casi atl¨¦tica. Una pregunta, otra, otra m¨¢s. Responde sin rodeos, pero con considerable cautela. Aunque deja de lado cualquier atisbo de gris cuando se le pregunta por la ultraderecha: ¡°No puede haber cooperaci¨®n con los populistas de derechas¡±. Su pol¨¦mica propuesta de suprimir la sede de la Euroc¨¢mara de Estrasburgo, la pol¨ªtica migratoria de la UE, el baile de sillas en Bruselas o su posible ascenso a la Canciller¨ªa son algunos de los grandes temas que desgrana en su oficina. All¨ª, un crucifijo corona la puerta de entrada al despacho de esta pol¨ªtica cat¨®lica y procedente del Sarre, un peque?o Estado del sur de Alemania.

Pregunta. ?Cu¨¢nto le preocupa el avance del populismo de derechas en las elecciones europeas?

Respuesta. Estoy decidida a hacer todo lo que est¨¦ en mi mano para garantizar que los resultados electorales sean s¨®lidos desde el centro. Para el PPE (Partido Popular Europeo) y para la CDU-CSU [el partido hermano b¨¢varo] es importante garantizar que tengamos un Parlamento que tenga m¨¢s fuerzas proeuropeas que antieuropeas.

P. ?Concibe una cooperaci¨®n del centroderecha europeo con los populistas? En Espa?a los conservadores se han apoyado en la ultraderecha en Andaluc¨ªa. ?Cree que es una buena idea?

R. Yo rechazo una cooperaci¨®n con AfD [Alternativa para Alemania]. Tambi¨¦n lo rechazo en el PPE, de la misma manera que lo hace nuestro candidato, Manfred Weber. Creo que se puede ver con los resultados electorales en Espa?a lo dif¨ªcil que es para un partido conservador de centro llevar a cabo una campa?a cuando est¨¢ permanentemente bajo sospecha de estar dispuesto a cooperar con los populistas de derechas. Eso divide al partido y en mi opini¨®n, observado desde la distancia, esta es una de las razones del resultado electoral en Espa?a.

¡°Una UE m¨¢s fuerte tambi¨¦n reside en una mejor cooperaci¨®n entre Estados¡±

P. Excluye la cooperaci¨®n con AfD. ?Esto tambi¨¦n se aplica a las elecciones regionales del oto?o en Alemania, donde se espera que la extrema derecha se convierta en una fuerza decisiva?

R. Claramente. Aprobamos una resoluci¨®n de la conferencia del partido en Hamburgo que establece que no puede haber cooperaci¨®n con los populistas de derechas. Esta decisi¨®n est¨¢ vigente y yo estoy profundamente convencida de ello personalmente. Est¨¢ claro: no hay colaboraci¨®n.

P. ?Debe el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, ser expulsado del PPE?

R. Veo a Viktor Orb¨¢n camino de abandonar el PPE. Hemos suspendido su membres¨ªa. No tiene ninguna influencia en nuestra pol¨ªtica en este momento en el PPE. Hemos creado un grupo que evaluar¨¢ hasta qu¨¦ punto Fidesz sigue compartiendo los valores y principios comunes que como PPE adoptamos juntos en Helsinki. Todo lo que he escuchado de ¨¦l desde entonces es m¨¢s bien una se?al de que est¨¢ cuestionando esos valores. Creo que ya ha tomado la decisi¨®n por s¨ª mismo, pero el periodo de prueba sigue en marcha.

P. Frente a la candidatura de Weber hay una intensa especulaci¨®n sobre candidatos alternativos como Michel Barnier o Margarethe Vestager. ?Ser¨ªan buenos presidentes de la Comisi¨®n?

R. La CDU y yo personalmente estamos firmemente comprometidos con el concepto de spitzenkandidat [candidato principal]. Se trata de un logro democr¨¢tico, porque significa que los ciudadanos puedan elegir a sus m¨¢ximos representantes. Solo alguien que ha sido spitzenkandidat deber¨ªa dirigir la Comisi¨®n. El PPE opt¨® claramente por Weber y no por Barnier ni por otro candidato.

P. Su respuesta a la propuesta de Europa de Emmanuel Macron fue muy criticada porque usted no parec¨ªa compartir el euroentusiasmo franc¨¦s. ?Desea una Europa m¨¢s peque?a, como defiende, por ejemplo, Austria?

R. Mi entusiasmo por Europa es muy grande, pero creo que el entusiasmo por Europa no se corresponde con cu¨¢ntas competencias y cu¨¢ntas instituciones tenga que tener Europa. Necesitamos una Europa m¨¢s fuerte, que act¨²e m¨¢s de forma conjunta, pero sobre todo en temas decisivos como seguridad, defensa e innovaci¨®n. Es donde los ciudadanos dicen en las encuestas que Europa debe actuar conjuntamente. Tambi¨¦n en innovaci¨®n y en c¨®mo dar una respuesta al cambio clim¨¢tico. Tiene sentido hablar de competencias comunes, pero creo que una Europa m¨¢s fuerte tambi¨¦n puede residir en una mejor cooperaci¨®n entre Estados.

¡°La crisis de los refugiados ocurri¨® porque Europa
no funcion¨®¡±

P. ?Defiende un nuevo Tratado de la UE?

R. Un nuevo tratado es una tarea muy amplia, dif¨ªcil y larga. Pero Europa ha cambiado mucho, es m¨¢s grande y diversa y las fricciones culturales se sienten. Tenemos distintos puntos de vista entre el norte y el sur, sobre como abordar cuestiones presupuestarias y financieras por ejemplo, pero tambi¨¦n hay claras diferencias culturales entre el este y el oeste. C¨®mo mantener Europa unida es una de las cuestiones cruciales y tiene que ver con d¨®nde decidir por mayor¨ªa y d¨®nde por unanimidad. Tambi¨¦n la cuesti¨®n de qu¨¦ normas de competencia deber¨ªan aplicarse, c¨®mo se act¨²a si hay una o dos decisiones pendientes que son totalmente correctas desde el punto de vista europeo, pero que quiz¨¢s requieran otras decisiones como resultado de la competencia internacional, por ejemplo, con China, donde la econom¨ªa tambi¨¦n cuenta con un fuerte apoyo de la intervenci¨®n estatal. En primer lugar, debemos debatir lo que se puede conseguir sin modificar los Tratados.

P. ?Deben reformarse las reglas de competencia para que en el futuro pueda haber fusiones como la de Alstom y Siemens?

R. En general, no. Soy partidaria de la econom¨ªa social de mercado. Pero el mercado solo funciona si existe una competencia leal y los monopolios son uno de los mayores peligros. Pero ahora nos encontramos con que tenemos monopolios que est¨¢n fuera de Europa, pero que tienen una posici¨®n dominante en el mercado. Tenemos que comprobar muy cuidadosamente si las normas siguen siendo adecuadas para la competencia internacional o si tenemos que adaptarlas.

P. Usted ha propuesto eliminar la sede del Parlamento de Estrasburgo. ?Por qu¨¦ ha querido provocar a Francia? ?Por qu¨¦ profundizar la brecha con un socio tan importante para Alemania?

R. No solo soy consciente de la amistad francoalemana, sino que para m¨ª es algo muy querido. Provengo de una regi¨®n en la que solo se puede crecer como francoalem¨¢n. Y soy muy, muy consciente de la importancia de Estrasburgo. Y, sin embargo, tambi¨¦n es verdad que una de las cr¨ªticas a la UE es su Administraci¨®n y que el Parlamento se re¨²na en diferentes lugares. Tambi¨¦n hemos tenido este debate en Alemania, por ejemplo con Bonn y Berl¨ªn. Si siempre estamos hablando de la necesidad de reformar Europa, entonces tambi¨¦n debemos mencionar lo que preocupa a los ciudadanos. Creo que Weber ha hecho una propuesta inteligente: el Parlamento Europeo deber¨ªa decidir por s¨ª mismo d¨®nde quiere reunirse en el futuro, pero en un solo lugar. Hay que hablar abiertamente sobre el tema.

P. En las ¨²ltimas d¨¦cadas se ha hablado mucho de la hegemon¨ªa alemana en la UE. Con el Brexit, el papel de Alemania ser¨¢ a¨²n m¨¢s importante. ?Deber¨ªamos preocuparnos?

R. Hubo momentos en que la gente se quejaba de que Alemania no estaba desempe?ando el papel activo que se esperaba de nosotros. Si miramos a la historia, en Alemania optamos m¨¢s por la prudencia que por luchar por ese papel. Sabemos, sobre todo por nuestro pasado, lo delicada que es la imagen de Alemania. Pero si Gran Breta?a fracasa, es cierto que Alemania tiene una responsabilidad completamente diferente. Este es uno de los compromisos hist¨®ricos que nos hemos tomado muy en serio. Ya sea Angela Merkel, Helmut Kohl o Adenauer, yo me siento igual de comprometida con esta trayectoria hist¨®rica. Siempre hemos puesto nuestra fuerza al servicio de Europa. Sabemos que somos uno de esos Estados que, por su estructura y fortaleza, por la dependencia de la exportaci¨®n y la situaci¨®n en el centro del continente, dependemos como ning¨²n otro de una Europa fuerte y operativa. Es en nuestro propio inter¨¦s.

P. Las relaciones de Alemania con el sur de Europa han sufrido mucho. ?Qu¨¦ debe hacer Alemania para mejorar su imagen?

R. El debate que hemos tenido en los ¨²ltimos a?os, especialmente durante la crisis financiera, ha girado en torno a la causa de esta crisis y c¨®mo la hemos superado. Siento el mayor de los respetos por lo que se ha conseguido en pa¨ªses como Grecia, Espa?a o Portugal, que ha sido un logro incre¨ªble. Tambi¨¦n ha costado muchos sacrificios. S¨¦ lo que significa cuando tienen que exigir mucho a sus ciudadanos. No obstante, seguimos convencidos de que una gesti¨®n presupuestaria estable es una cuesti¨®n fundamental de una pol¨ªtica financiera sostenible. La cuesti¨®n es c¨®mo podemos abordar conjuntamente retos como el desempleo juvenil, uno de los mayores a los que nos enfrentamos. Es una se?al terrible para una generaci¨®n bien formada y que su primera percepci¨®n de Europa sea que no podemos ofrecerles un futuro.

P. Una de las razones de la extensi¨®n del populismo ha sido la migraci¨®n. El Acuerdo de Dubl¨ªn no funciona, pero su reforma est¨¢ muerta. ?Qu¨¦ propone?

R. La crisis de los refugiados, sobre todo desde 2015, sucedi¨® porque Europa no funcion¨®. Tenemos reglamentos como el de Dubl¨ªn III que no funcionan. Hemos observado durante demasiado tiempo, con demasiada poca atenci¨®n y poco apoyo, a pa¨ªses que tienen una frontera exterior en particular y que se han enfrentado con un n¨²mero creciente de refugiados. Este es, sin duda, uno de los errores que tambi¨¦n hemos cometido en la pol¨ªtica alemana en general. Una soluci¨®n podr¨ªa ser una combinaci¨®n en la que los Estados se organicen a escala nacional, con el apoyo financiero adecuado de la UE. Necesitamos un sistema que Europa solo puede abordar conjuntamente. Esta es una de las mayores tareas a las que se enfrentan el nuevo Parlamento y la nueva Comisi¨®n.