May abre las puertas a un segundo refer¨¦ndum si el Parlamento aprueba su nueva propuesta de Brexit
La primera ministra brit¨¢nica expone ante la C¨¢mara "un nuevo acuerdo" mejorado para abandonar la UE
Theresa May ha vestido de generosidad y realismo un ¨²ltimo intento desesperado por salvar su plan del Brexit. La primera ministra ha cedido este martes en su ¨²ltima l¨ªnea roja, y ha prometido a los diputados que, si aprueban en primera lectura su renovada oferta de salida de la UE, propondr¨¢ en el tr¨¢mite de enmiendas la opci¨®n de que el texto definitivo sea sometido a un refer¨¦ndum confirmatorio. La primera ministra se lo juega todo a que un pu?ado de laboristas supla con sus votos a los euroesc¨¦pticos conservadores que da por perdidos, pero la oposici¨®n sospecha que la nueva propuesta encierra trampa.
La b¨²squeda de un supuesto consenso entre el Gobierno y la oposici¨®n para intentar salvar el Brexit obliga a May a desvelar sus cartas, y el efecto que provoca es el contrario al deseado. Entre sus filas, desata nuevas olas de irritaci¨®n. Entre los laboristas, la sospecha de que no tiene autoridad para cumplir sus promesas y la intuici¨®n de que est¨¢ a punto de caer y no deben hacer otra cosa que esperar sentados su derrota. ¡°Estudiaremos seriamente los detalles de la nueva oferta cuando sean publicados, pero no vamos a dar nuestro apoyo a lo que no es m¨¢s que el viejo plan con un nuevo envoltorio. Est¨¢ claro que este Gobierno d¨¦bil y en fase de desintegraci¨®n no puede cumplir con sus compromisos¡±, ha respondido de inmediato el l¨ªder de la oposici¨®n, Jeremy Corbyn.
?Y, sin embargo, May ha llegado m¨¢s lejos de lo esperado en su nueva oferta. La Ley del Acuerdo de Retirada de la UE, que pretende someter a una nueva votaci¨®n en el Parlamento a principios de junio, contiene cesiones a laboristas y euroesc¨¦pticos conservadores. La m¨¢s relevante, sin duda, la promesa de introducir en el tr¨¢mite de enmiendas, si se aprueba su plan en una primera votaci¨®n, la opci¨®n de que los diputados puedan decidir si se somete a un nuevo refer¨¦ndum confirmatorio el texto resultante, con el compromiso del Gobierno de poner en marcha las medidas legales y log¨ªsticas que lo permitan.
El nuevo refer¨¦ndum ha sido el ¨®rdago m¨¢s impactante del discurso de May, pero no fue el ¨²nico. La primera ministra abri¨® adem¨¢s las puertas a que el propio Parlamento decida en las pr¨®ximas semanas si da su visto bueno a la uni¨®n aduanera temporal con la UE ofrecida al laborismo o a cualquier otra soluci¨®n de compromiso que se pudiera forjar en Westminster. De nuevo, todo a cambio de que su plan sea por fin respaldado en una primera lectura. ¡°O sea, que si aprobamos en una primera fase la Ley del Acuerdo de Retirada, permitiremos a un Parlamento lleno de partidarios de seguir en la UE que insista en un segundo refer¨¦ndum y en una uni¨®n aduanera. Esto es escandaloso¡±, ha escrito el diputado conservador Simon Clarke, aliado y colaborador del euroesc¨¦ptico Boris Johnson, en su cuenta de la red social Twitter.
May intent¨® resumir en un dec¨¢logo con poco sabor a novedad sus ofertas para alcanzar un compromiso. M¨¢s all¨¢ de las promesas de introducir cambios legales para asegurar la equiparaci¨®n con la UE en materia de derechos laborales o medioambientales ¡ªun cebo ya ofrecido en otras ocasiones a los laboristas¡ª, los ¡°diez mandamientos¡± de la primera ministra se redujeron a dos golpes de efecto y un traspaso de responsabilidad: la posibilidad de que Westminster se pronuncie de nuevo sobre otro refer¨¦ndum o sobre una futura uni¨®n aduanera con la UE, y la promesa de que cualquier negociaci¨®n con Bruselas sobre la nueva relaci¨®n entre los dos bloques deber¨¢ contar con el benepl¨¢cito del Parlamento.
Salida del poder
La primera ministra sabe que su permanencia en Downing Street tiene los d¨ªas contados. Si por alg¨²n milagro logra sacar adelante su plan, ella misma se comprometi¨® a dimitir a continuaci¨®n. Si su plan fracasa por cuarta vez, su propio partido se encargar¨¢ de desalojarla del poder.
En las ¨²ltimas semanas, los tories apenas hablan del Brexit, mucho menos de unas elecciones al Parlamento Europeo, previstas para el 23 de mayo, en las que dan por descartada una derrota estrepitosa. Concentran todas sus energ¨ªas en decidir cu¨¢l es el candidato capaz de rescatar de sus cenizas al Partido Conservador, y ninguno de los que se postulan lo hace con un programa moderado y realista.
Todos compiten por ofrecer la versi¨®n m¨¢s despiadada del Brexit, convencidos de que es el ¨²nico remedio para recuperar a los miles de electores que se han pasado a las filas del ultranacionalista Nigel Farage. Y muchos tories se resignan ya a la idea de que el elegido debe ser el histri¨®nico Boris Johnson, el m¨¢s popular en todas las encuestas. ¡°Miren lo que este debate ha provocado en nuestro sistema pol¨ªtico¡±, se lament¨® ayer May. ¡°Extenderlo durante meses abre la puerta a un futuro de pesadilla con una permanente polarizaci¨®n¡±. ¡°La primera ministra ha negociado consigo misma para ceder a su izquierdismo bruselense frente a su lado conservador¡±, le ha respondido el l¨ªder euroesc¨¦ptico Jacob Rees-Mogg.
La oferta provoca un rechazo general
El ¨²ltimo intento de Theresa May por sacar adelante su plan del Brexit puede acabar explot¨¢ndole en la cara y precipitando su salida. La catarata de comentarios despectivos, casi rozando la acusaci¨®n de traici¨®n a sus filas, que ha provocado la renovada oferta de la primera ministra ¡ªun gui?o forzado a la oposici¨®n laborista¡ª, sugiere la posibilidad de que los conservadores frenen incluso su intento de llevar el nuevo texto al Parlamento.
Mucho m¨¢s si se tiene en cuenta que, antes de que eso suceda, se habr¨¢n celebrado unas elecciones al Parlamento Europeo que, seg¨²n todas las encuestas, van a suponer una derrota estrepitosa para los tories y parece muy claro a qui¨¦n se?alar¨¢n como culpable. "He escuchado con atenci¨®n el discurso de la primera ministra sobre los intentos de renovaci¨®n del texto del Brexit. No puedo apoyar una ley que se ha convertido en el veh¨ªculo para un nuevo refer¨¦ndum o para una uni¨®n aduanera con la UE. Cada una de esas opciones frustrar¨¢, m¨¢s que impulsar¨¢, el Brexit, y destroza nuestros compromisos electorales", escrib¨ªa Dominic Raab, el exministro para la Salida de la UE y hoy firme candidato a suceder a May, en su cuenta de Twitter.
¡°No cabe la menor duda de que la primera ministra, con su discurso, ha empeorado la situaci¨®n¡±, advert¨ªa Steve Baker, el n¨²mero dos del lobby de euroesc¨¦pticos conservadores, el Grupo para los Estudios Europeos.
El l¨ªder de los liberales dem¨®cratas, Vince Cable, el ¨²nico partido que defiende abiertamente la idea de revertir el resultado del refer¨¦ndum de 2016 y que el Reino Unido permanezca en la UE, fue especialmente duro con May. ¡°El ¨²ltimo intento de la primera ministra est¨¢ condenado al fracaso. Su autoridad est¨¢ y¨¦ndose por el desag¨¹e. A no ser que el Gobierno acceda de antemano a que se incluya una consulta en la ley, no contar¨¢ con nuestro apoyo¡±, escribi¨® Cable.
¡°Tendremos que esperar a la publicaci¨®n ¨ªntegra del texto legal para ver qu¨¦ significan realmente estas propuestas, pero el hecho es que los errores fatales del primer borrador siguen existiendo¡±, anticip¨® Nigel Dodds, portavoz de los nacionalistas norirlandeses del DUP, que sostienen la mayoria de May.
Conservative Home, la p¨¢gina web de lectura obligada para todos los conservadores euroesc¨¦pticos ¡ªque a estas alturas supone decir todos los conservadores¡ª inflam¨® desde el primer minuto las arengas contra la primera ministra con un titular desgarrador: ¡°May se arroja en brazos de la piedad de los laboristas al airear la posibilidad de un segundo refer¨¦ndum¡±. Los comentarios a la noticia ¡ª¡°la democracia brit¨¢nica ha muerto¡±; ¡°capitulaci¨®n total¡±¡ª daban una pista del clima al que se enfrenta May.
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