El cementerio m¨¢s alto del planeta
Algunos cuerpos nunca podr¨¢n ser rescatados del Himalaya, otros como los de los islandeses R¨²narsson y Guoj¨®nsson, que desaparecieron a 6.600 metros de altitud, han tardado d¨¦cadas en ser recuperados
El Himalaya es la cordillera monta?osa m¨¢s admirada del mundo; y sus aleda?os, el cementerio a mayor altitud del planeta. Desde que Edmund Hillary y Tenzing Norgay alcanzasen en 1953?su cima, el Everest, unas 4.000 personas han seguido sus pasos. Un n¨²mero que aumenta a medida que el paraje se convierte en una atracci¨®n tur¨ªstica por la estabilidad pol¨ªtica de Nepal ¡ªcuyo Gobierno regula las expediciones¡ª, la multiplicaci¨®n de agencias que organizan ascensos y el abaratamiento de costes. Y a m¨¢s visitas, m¨¢s posibilidades de accidentes como los ocurridos hace d¨ªas por la concentraci¨®n de turistas?que desean subir a la cima del mundo.
Los rescates en la zona son tremendamente complejos. A la dificultad para que los helic¨®pteros maniobren entre fuertes vientos y escarpadas, se unen las condiciones climatol¨®gicas extremas. As¨ª, restos de escaladores siguen casi intactos en cuevas y grutas que salpican el camino a la cumbre.
En noviembre del a?o pasado, sin embargo, un estadounidense hall¨® los restos de dos monta?eros que desaparecieron en el Himalaya hace tres d¨¦cadas. Los islandeses, Kirstinn R¨²narsson y Porsteinn Guoj¨®nsson, hab¨ªan partido hacia Al Pumori, en la frontera entre Nepal y T¨ªbet, en oto?o de 1988 con otros dos compa?eros de expedici¨®n. El escoc¨¦s Steve Aisthorpe les vio por ¨²ltima vez a 6.600 metros de altura el 18 de octubre antes de abandonar la marcha por un problema intestinal.
¡°El hallazgo de los restos de Kirstinn y Porsteinn despu¨¦s de tantos a?os ha hecho aflorar emociones en quienes conocimos y quisimos a esta maravillosa pareja¡±, declar¨® Aisthorpe desde el pueblo de Kincraig en las Highlands escocesas, al conocer la noticia de que hab¨ªa hallado los cuerpos.
Aisthorpe solo ten¨ªa 25 a?os cuando perdi¨® a sus compa?eros en la cara occidental del Everest, a 2.248 metros de la cima del mundo. ¡°Grit¨¦ con todas mis fuerzas y el eco de mi voz reson¨® entre las rocas y el hielo. Pero el silencio era palpable¡±, contaba el alpinista escoc¨¦s a varios medios brit¨¢nicos, recordando su desolaci¨®n al encontrar los sacos de dormir vac¨ªos.
Aisthorpe hab¨ªa descendido hasta la cl¨ªnica m¨¢s cercana para ser tratado junto al cuarto miembro de la expedici¨®n. Al regresar al campamento base, esperaron durante cinco d¨ªas a la pareja, de 27 a?os, considerados los mejores escaladores de Islandia. Tras el rastreo a¨¦reo de un helic¨®ptero nepal¨ª, la b¨²squeda concluy¨® semanas despu¨¦s. Hasta hace un a?o, cuando un director de cine retom¨® la batida en busca de los cad¨¢veres como parte de un documental sobre aquella expedici¨®n.
¡°Fue ¨¦l quien me contact¨® cuando me encontraba de vacaciones en Marruecos¡±, explicaba Aisthorpe: ¡°Lo primero que me pas¨® por la mente fue: '?Ser¨¢n realmente sus cuerpos?'¡±. Los restos de los alpinistas islandeses hab¨ªan sido localizados en el borde de un glaciar, sobre el que posiblemente cayeron por la hendidura de la monta?a y en el que quedaron al descubierto al replegarse este con el paso de los a?os. Un grupo local de sherpas?nepal¨ªes traslad¨® los cuerpos hasta Kathmandu, la capital de la peque?a naci¨®n del Himalaya, donde varios familiares esperaban para la cremaci¨®n. Entre ellos, el hijo de R¨²narsson, de 30 a?os. Su esposa estaba embarazada cuando el aventurero desapareci¨®. El descendiente al que nunca conoci¨® llev¨® sus cenizas y las de Porsteinn a Reikiavik a finales de 2018.
Pero la historia de los monta?eros islandeses desaparecidos durante tres d¨¦cadas en la cima del mundo a¨²n puede tener otro desenlace. Seg¨²n el diario brit¨¢nico?The Independent, Aisthorpe dijo que se podr¨ªan tener m¨¢s pistas sobre lo que ocurri¨® en los d¨ªas previos. Al parecer, entre los restos de los escaladores tambi¨¦n encontraron dos pel¨ªculas de fotos que se enviaron a un especialista en Australia para su revelado. ¡°Es un cierre de la historia que nos ha reunido a todos de nuevo¡±, resumi¨® Aisthorpe, quien trabaj¨® como gu¨ªa de monta?a en el Himalaya nepal¨ª durante 12 a?os.
Al contrario que los restos de los islandeses, los de muchos otros escaladores dif¨ªcilmente podr¨¢n ser rescatados debido a la dificultad del terreno y de las condiciones meteorol¨®gicas. Es el caso de Botas Verdes, un famoso monta?ero desconocido que yace en una gruta a 8.500 metros de altura, donde cualquier intento de rescate que suponga m¨¢s esfuerzo que el de mover el cuerpo de uno mismo es un suicidio. Aunque se desconoce su identidad, los expertos creen que Botas Verdes es el indio Tsewang Paljor, desaparecido en 1996 durante un ascenso. Hasta 2006, sus coloridas botas eran lo m¨¢s llamativo para los que se deten¨ªan a descansar a su lado, en una cavidad usada como guarida por alpinistas. Ese a?o, David Sharp hizo un alto junto a ¨¦l, acurruc¨¢ndose en posici¨®n fetal para recuperar calor. Nunca volvi¨® a levantarse y tambi¨¦n descansa en lo que se ha convertido en uno de los mayores cementerios a cielo abierto del planeta.
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