Nazar¨ªn en Madrid
Casa de M¨¦xico, en la capital espa?ola, alberga ahora una serie de fotograf¨ªas que representan la bit¨¢cora vertebral del largometraje de Luis Bu?uel, las vistas que se nos han congelado en la memoria
M¨¦xico tiene una Casa en pleno coraz¨®n de Madrid que multiplica la diplomacia cultural de la Embajada e Instituto de M¨¦xico; se trata de un antiguo palacete en la calle de Alberto Aguilera, donado en comodato por la Alcald¨ªa, resucitado, rescatado y redinamizado gracias a los esfuerzos incansables de Ximena Caraza y D. Valent¨ªn D¨ªez Morodo, un empresario con alma trasatl¨¢ntica. All¨ª se muestran no pocas caras de M¨¦xico: cultura pura, prosa y poes¨ªa, arte y artesan¨ªa¡ y por supuesto, gastronom¨ªa.
Ahora, en el marco de PHotoESPA?A2019, la Casa de M¨¦xico celebra ¨Cjunto con miles de cin¨¦filos¡ª el Nazar¨ªn de Luis Bu?uel, con fotograf¨ªa de Gabriel Figueroa, que gan¨® en 1959 el gran Premio Internacional de Cine en Cannes. El Nazar¨ªn de Bu?uel transpeninsularz¨® al Nazar¨ªn de Benito P¨¦rez Gald¨®s: la novela sobre un sacerdote arc¨¢ngel ca¨ªdo en crisis de fe y resucitado por la solidaridad de los humildes, como un Nazareno moderno, la narra Gald¨®s en Madrid, pero Bu?uel transterr¨® la trama al paisaje de M¨¦xico y la interpretaci¨®n del infinito Paco Rabal en lo que ser¨ªa su primera colaboraci¨®n con Bu?uel logr¨® realmente cristalizar en genialidad pura en blanco y negro. Agreguemos la sutil maestr¨ªa con la que Gabriel Figueroa era capaz de retratar las nubes como si respondieran al guion o las sombras de los rostros como si fueran pintados al ¨®leo y la obra se completa como una de las mejores pel¨ªculas no solo dirigidas por Bu?uel, sino del mundo del cine en general.
Casa de M¨¦xico alberga ahora una serie de fotograf¨ªas que representan la bit¨¢cora vertebral del largometraje, las vistas que se nos han congelado en la memoria, resguardadas por el Archivo de Televisa en M¨¦xico y expuestas ahora en ese renacido palacete donde tambi¨¦n se exhibir¨¢ la pel¨ªcula remasterizada, comentada y no exenta de la inexplicable posibilidad de que entre las butacas se esfume el fantasma del propio Bu?uel, Figueroa y Paco Rabal¡ o bien, el padre Nazario que protagoniza la novela, los fieles ind¨ªgenas o madrile?os en sepia que lo confunden con un Mes¨ªas¡ o bien, el propio Benito P¨¦rez Gald¨®s que vive a¨²n como fantasma a pocas calles de la ahora Casa de M¨¦xico, para honra e iluminaci¨®n de miles de lectores que nos volvimos videntes con el lente de Luis Bu?uel y las texturas visuales de Gabriel Figueroa para leer en pantalla esa novela que cre¨ªmos haber visto en p¨¢rrafos en la callada magia donde se entrelaza la literatura con el cine. Y esto ¨Centre muchas otras cosas¡ªnutre las actividades entre Casa de M¨¦xico y el Instituto de la Carrera de San Jer¨®nimo como faros de la diplomacia cultural que une, dialoga, refleja y refracta la entra?able presencia de M¨¦xico en Madrid.
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