Macri y Bolsonaro apuestan por un r¨¢pido acuerdo entre Mercosur y la Uni¨®n Europea

Argentina y Brasil creen que en pocas semanas podr¨ªa alcanzarse por fin, tras d¨¦cadas de negociaciones y fracasos, un acuerdo entre Mercosur y la Uni¨®n Europea. "Necesitamos integrar nuestros mercados e insertarnos en el desarrollo global", dijo Mauricio Macri junto a Jair Bolsonaro, durante la primera visita oficial del presidente brasile?o a Buenos Aires. Macri asegur¨® que los argentinos estaban "contentos de recibirle", pese a las manifestaciones convocadas para rechazar la presencia de Bolsonaro.

Macri y Bolsonaro se mostraron de acuerdo en temas como la cooperaci¨®n comercial y energ¨¦tica, el combate contra el narcotr¨¢fico y la corrupci¨®n y la crisis de Venezuela. La conexi¨®n personal e ideol¨®gica pareci¨® evidente. Quiz¨¢ demasiado para un Macri que intenta proyectar una imagen de liberalismo moderado. Bolsonaro, jefe de filas de la ultraderecha latinoamericana, le llam¨® "hermano" y le dese¨® ¨¦xito en las elecciones generales de octubre: "El pueblo argentino debe votar con responsabilidad y sin dejarse llevar por la emoci¨®n", dijo el mandatario brasile?o. "No queremos nuevas Venezuelas". Fue una forma de asimilar a los grandes rivales de Mauricio Macri, los peronistas Alberto Fern¨¢ndez y Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, con el r¨¦gimen bolivariano de Caracas.

Jair Bolsonaro infligi¨® una peque?a herida en el orgullo argentino cuando, tras asumir la presidencia el pasado 1 de enero, eligi¨® Chile como destino de su primera visita oficial, rompiendo la tradici¨®n de anteriores presidentes que hab¨ªan acudido a Buenos Aires en el arranque de su mandato. Fue Macri quien tuvo que viajar a Brasilia el 15 de enero. Las relaciones resultaban bastante tibias en ese momento, porque Bolsonaro hab¨ªa proclamado durante su campa?a electoral que ni Argentina ni el Mercosur estaban entre sus prioridades.

Cuando por fin se ha organizado una visita, ha sido de forma poco fastuosa: menos de 24 horas con una agenda muy comprimida, en parte para evitar en lo posible las protestas populares. El presidente de Brasil aterriz¨® en Buenos Aires sobre las 10 de la ma?ana, deposit¨® una ofrenda floral ante el monumento al general San Mart¨ªn, acudi¨® a la Casa Rosada para reunirse con Macri durante 45 minutos, compareci¨® con ¨¦l ante la prensa (sin aceptar preguntas) y despu¨¦s ambos celebraron un almuerzo. Por la tarde, Bolsonaro ten¨ªa previsto acudir a un seminario sobre defensa en la embajada brasile?a y reunirse con empresarios argentinos en su hotel, el Alvear, para luego mantener un encuentro protocolario con los presidentes de las c¨¢maras parlamentarias y con el presidente de la Corte Suprema. Su vuelo de regreso a Brasil estaba fijado para las 6,40 de la ma?ana del viernes.

Bolsonaro se muestra ahora m¨¢s interesado que hace unos meses en la reforma de Mercosur y en la firma de un acuerdo con la UE. Tanto Argentina como Brasil est¨¢n en recesi¨®n y sus gobiernos aplican pol¨ªticas de ajuste. Ambos necesitan ox¨ªgeno. En la Comisi¨®n Europea y en la Casa Rosada se cree que el acuerdo con el bloque europeo podr¨ªa alcanzarse al fin antes de agosto. Pero hay a¨²n dificultades. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, teme una avalancha de productos agrarios brasile?os y sobre todo argentinos, sometidos a menos regulaciones sanitarias que los europeos y m¨¢s baratos. Los industriales de Brasil y Argentina temen, por su parte, que una rebaja del arancel externo de Mercosur (del 35% actualmente) les enfrente a la competencia de productos europeos con buena imagen de marca y alta calidad.

Tampoco aparece sencilla la aprobaci¨®n parlamentaria de un acuerdo. El peronismo, tanto moderado como kirchnerista, dispone de mayor¨ªa relativa en las c¨¢maras argentinas y siempre ha tendido hacia el proteccionismo. Las perspectivas sobre un hipot¨¦tico acuerdo entre UE y Mercosur se ver¨¢n m¨¢s claramente a partir del 14 de julio, cuando Brasil y Argentina, las dos potencias del bloque, se re¨²nan en Santa Fe con los dos socios menores, Uruguay y Paraguay, para tratar de adoptar una postura conjunta.

Macri y Bolsonaro hablaron tambi¨¦n en la Casa Rosada de las conexiones f¨ªsicas entre sus dos pa¨ªses, bastante deficientes, y sobre cooperaci¨®n energ¨¦tica. Argentina dispone de tecnolog¨ªa nuclear y del prometedor yacimiento de gas y petr¨®leo en Vaca Muerta (Patagonia).

Sobre Venezuela se mostraron completamente de acuerdo. Los dos presidentes dijeron estar dispuestos a "hacer todo lo posible para que se restablezca la democracia" en el pa¨ªs. El problema, como de costumbre, fue qu¨¦ hacer ante una situaci¨®n bloqueada: Nicol¨¢s Maduro se mantiene en el poder, Juan Guaid¨®, reconocido como presidente leg¨ªtimo por parte de la comunidad internacional, no consigue por el momento hacer valer ese reconocimiento y la ciudadan¨ªa venezolana sigue sufriendo un interminable desastre de represi¨®n, inflaci¨®n y carencia de productos b¨¢sicos. Al menos p¨²blicamente, Macri y Bolsonaro no propusieron ninguna idea nueva.