La ca¨ªda de la imagen presidencial tensa la alianza pol¨ªtica que sostiene a Mauricio Macri
La Uni¨®n C¨ªvica Radical presiona por una candidatura alternativa y m¨¢s poder dentro del Gobierno
Mauricio Macri ya no es una apuesta a ganador. La ca¨ªda de su popularidad, lastrada por la crisis econ¨®mica, ha potenciado viejas tensiones en Cambiemos, la alianza que en 2015 venci¨® al kirchnerismo en las generales. La Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR) decidi¨® el lunes en una convenci¨®n partidaria elevar la presi¨®n interna. Tras horas de debate, sus l¨ªderes ratificaron la permanencia? en Cambiemos, pero desafiaron a Macri a que someta su candidatura a la reelecci¨®n al escrutinio de las primarias que se celebrar¨¢n en agosto. El Gobierno, por su parte, ratific¨® que Macri no se baja de la carrera electoral.
La alianza Cambiemos naci¨® en 2015 como un acuerdo entre el PRO de Macri y la UCR, un partido centenario que fue potencia electoral a principios del siglo pasado, combati¨® luego al peronismo y regres¨® al poder tras el fin de la dictadura en 1983, con Ra¨²l Alfons¨ªn. Hace cuatro a?os, Macri era el aspirante a la Casa Rosada con mejor imagen, pero su poder se concentraba en la ciudad de Buenos Aires y carec¨ªa de una estructura nacional. La UCR le dio esa estructura. Diezmados tras la crisis que en 2001 eyect¨® de la Casa Rosada al radical Fernando de la R¨²a, el partido encontr¨® en Macri la llave para un regreso al poder, aunque sea con la cabeza gacha. La f¨®rmula funcion¨® y Macri se convirti¨® en presidente.
Cambiemos no es una coalici¨®n, sino una alianza electoral. Macri pag¨® el apoyo de la UCR con la cesi¨®n de algunos ministerios, pero enseguida los radicales entendieron que no estaban llamados a cogobernar. Mientras la econom¨ªa acompa?¨® y la popularidad de Macri se mantuvo por encima del 50%, tuvieron poco espacio para el pataleo. Pero todo cambi¨® en abril del a?o pasado, cuando se inici¨® la crisis cambiaria, se dispar¨® la inflaci¨®n y subieron el desempleo y la pobreza. Hoy, la imagen de Macri est¨¢ por debajo del 35%, el porcentaje de votos que obtuvo en la primera vuelta de aquella elecci¨®n de 2015. Las voces que piden que ceda su lugar en la lista presidencial crecieron dentro de la UCR, aunque nunca en forma homog¨¦nea.
La convenci¨®n que el partido celebr¨® el lunes en Buenos Aires fue evidencia de las divisiones. Al sector ¡°amarillo¡± (el color del PRO) que defiende a capa y espada a Macri se le enfrent¨® otro que pidi¨® sin vueltas romper Cambiemos. Al frente de este ¨²ltimo grupo estuvo Ricardo Alfons¨ªn, hijo del expresidente. Como suele suceder cuando hay posiciones extremas, triunf¨® el punto medio. El gobernador Alfredo Cornejo, presidente del partido, impuso la f¨®rmula de la permanencia dentro de la alianza, pero a cambio de que Macri les d¨¦ m¨¢s poder de decisi¨®n y se abra a que el candidato de Cambiemos se decida en elecciones primarias. Al mismo tiempo, Cornejo obtuvo mandato para negociar un acercamiento al peronismo no kirchnerista, hoy la tercera fuerza electoral del pa¨ªs.
El objetivo de fondo es que Cambiemos avance hacia una coalici¨®n ¡°con un esquema de funcionamiento reglado y sist¨¦mico que provea certidumbre en los procesos decisorios¡±, seg¨²n establecieron los radicales en el documento final de la convenci¨®n. Un cambio semejante supone, en la pr¨¢ctica, menos poder para Macri, en caso de que finalmente gane las elecciones en octubre. "Queremos menos PRO en el Gobierno", advirti¨® Cornejo, una declaraci¨®n que hace s¨®lo un a?o hubiese sonado como una declaraci¨®n de guerra sin retorno. Desde el Gobierno, aclararon p¨²blicamente que Macri no se baja porque es el ¡°candidato natural¡± de Cambiemos.
No es la primera vez que los radicales, apremiados por sus propias necesidades, tienen que lidiar con socios inc¨®modos. La ¨²ltima vez que gobernaron en soledad fue con Alfons¨ªn, pero la hiperinflaci¨®n que marc¨® el final de aquel mandato los redujo a la insignificancia pol¨ªtica. Todo cambi¨® en 1999, cuando Fernando de la R¨²a se present¨® a elecciones con el peronista Carlos Chacho ?lvarez como compa?ero de f¨®rmula y gan¨®. La aventura de a dos dur¨® poco: ?lvarez renunci¨® a su cargo un a?o despu¨¦s, en repudio a un esc¨¢ndalo de compra de votos en el Congreso. Un a?o despu¨¦s, se ir¨ªa De la R¨²a. Los radicales se refugiaron entonces en algunos bastiones provinciales, aguantaron durante el kirchnerismo y volvieron con Macri. Las tensiones de esta semana son el corolario de una sociedad que naci¨® despareja.
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