L¨®pez Obrador: ¡°Se impuso la pol¨ªtica sobre la confrontaci¨®n¡±
El presidente mexicano vende una victoria en el acuerdo con Trump, pero su Gobierno anuncia que recibir¨¢ 8.000 migrantes
Se anunci¨® como un pu?o elevado al cielo, un grito de rabia, la marcha por la dignidad, pero el evento de este s¨¢bado en Tijuana ha acabado por ser un mitin m¨¢s bien tranquilo para Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que ha arengado a las masas cuando el partido ya hab¨ªa acabado. Ganamos, ha dicho el presidente: ¡°el lunes no va a haber una crisis¡±. Alejado el fantasma de los aranceles, el acto del mandatario se ha convertido en un ejercicio meramente pol¨ªtico, un muestrario de las bondades de los acuerdos que los equipos negociadores de M¨¦xico y Estados Unidos alcanzaron el viernes. ¡°Ayer¡±, ha dicho, ¡°se impuso la pol¨ªtica sobre la confrontaci¨®n¡±.?
Las palabras del mandatario revelan que exist¨ªa un temor profundo a la imposici¨®n de aranceles en el Gobierno mexicano. La firma de la paz de este viernes implica lidiar con un problema, a sus ojos, menor que la guerra comercial y sus consecuencias: el creciente flujo migratorio proveniente de Centroam¨¦rica: ¡°Celebramos los acuerdos¡±, ha dicho el presidente, ¡°porque si no se nos iba a obligar a tomar medidas parecidas a las que ellos iban a tomar. Y yo rechazo los actos de represalia. Soy un pacifista convencido, inspirado en Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela. Pero, como jefe de Estado, no puedo permitir a nadie que atente contra nuestra soberan¨ªa¡±.?
El acto lo ha abierto Marcelo Ebrard. Sobre un templete instalado cerca de la frontera, en pleno centro de Tijuana, en el cruce de las avenidas Benito Ju¨¢rez y Constituci¨®n, encajado literalmente entre tres mercados, el canciller mexicano ha expuesto los puntos del acuerdo sin entrar en demasiados detalles. ¡°No podemos decir que ganamos todos los puntos, pero s¨ª los m¨¢s importantes. Se evitar¨¢n los aranceles y conservaremos as¨ª miles de empleos¡±.?
A juzgar por los aplausos de la mediana multitud que abarrotaba el cruce, el secretario de Relaciones Exteriores ha resultado el gran ganador de la semana. Vitoreado, ha se?alado que Estados Unidos mandar¨¢ a M¨¦xico a 8.000 migrantes en proceso de asilo. Aqu¨ª esperar¨¢n su cita con el juez en el pa¨ªs vecino. Esa ha sido la ¨²nica noticia de la tarde. Ni el canciller ni L¨®pez Obrador han detallado otro puntos del acuerdo. Por ejemplo, cu¨¢ndo y c¨®mo empezar¨¢ a aplicarse el programa de desarrollo en el sur de M¨¦xico y Centroam¨¦rica, patrocinado por EE UU, elevado por ambos a la parte nuclear del acuerdo con el Gobierno de Trump. Tampoco han dicho c¨®mo van a atender a todos los migrantes que trasladen aqu¨ª, ni cu¨¢ntos calculan que podr¨ªan ser. O qu¨¦ papel jugar¨¢ la Guardia Nacional en la contenci¨®n del flujo de migrantes en el sur del pa¨ªs. Pero ese no era el tema esta tarde. El tema era celebrar una victoria. ¡°Salimos con la dignidad intacta¡±, ha cerrado el presidente.?
L¨®pez Obrador ha empezado a hablar cuando el aire fr¨ªo de la tarde empezaba a remover las espaldas de algunos de los gobernadores que le han acompa?ado en la tarima. El mandatario ha dado su discurso poco despu¨¦s de que lo hiciera el presidente de la C¨¢mara de Diputados, el hist¨®rico dirigente izquierdista Porfirio Mu?oz Ledo. Ha sido probablemente el m¨¢s contundente de entre los oradores. ¡°Desde hace 100 a?os que no tenemos una relaci¨®n con EE UU tan accidentada¡±, ha dicho. ¡°No podemos aceptar que la migraci¨®n sea una palabra maldita. ?Es un derecho humano! No podemos aceptar di¨¢logos mentirosos¡±.?
El cap¨ªtulo extra?o de la tarde lo ha protagonizado Arturo Farela, representante de las comunidades evang¨¦licas en M¨¦xico, que ha sermoneado a los presentes con un tono un par de decibelios por encima de lo humanamente aceptable. ¡°Damos gracias a Dios todopoderoso. Dios puso orden en el Gobierno de Estados Unidos y en el Gobierno de M¨¦xico, partiendo de un principio fundamental: la justicia social¡±. A algunos ha extra?ado el tono agresivo del pastor, despu¨¦s del varapalo que ha sufrido la comunidad evang¨¦lica esta semana, tras el arresto de uno de sus mayores exponentes, el ap¨®stol Naas¨®n Garc¨ªa, acusado en California de abusar de varias menores de edad.?
Tambi¨¦n ha hablado el padre Alejandro Solalinde, cat¨®lico, defensor de los derechos de los migrantes desde hace d¨¦cadas en el sur de M¨¦xico, donde gestiona un albergue. ¡°El di¨¢logo es el sacramento del reino de Dios¡±, ha dicho. Con verbo pausado, Solalinde ha sorprendido a los presentes al expresar su deseo de que el pr¨®ximo presidente de M¨¦xico sea una mujer. La jefa de Gobierno de Ciudad de Mexico, Claudia Sheinbaum, sentada en la tarima, ha sonre¨ªdo.?
L¨®pez Obrador ha concluido su alegato diciendo que ahora lo que toca es respetar los acuerdos. ¡°Vamos a promover un programa apoyo de para crear empleos en Centroam¨¦rica y el sur de M¨¦xico. Y desde la semana pr¨®xima estaremos ofreciendo ayuda humanitaria, oportunidades de empleo, educaci¨®n, salud y bienestar a quienes esperen en Mexico sus solicitudes de asilo para entrar a EE UU".
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