El grito desesperado de una migrante haitiana en M¨¦xico: ¡°Mi hijo est¨¢ enfermo. ?Ay¨²denme!¡±
Centenares de migrantes caribe?os y africanos detenidos en Tapachula, en Chiapas, denuncian falta de alimentos y agua potable en los albergues resguardados por militares
El lamento desesperado de una migrante haitiana al pedir ayuda y comida para su beb¨¦ enfermo es la nueva imagen de la tragedia que golpea a decenas de miles de centroamericanos, caribe?os y africanos que ingresan a M¨¦xico en su deseo de cruzar hacia Estados Unidos. La mujer, tirada en el suelo de un albergue temporal para migrantes en Tapachula ¡ªciudad localizada en la costa sur del Estado mexicano de Chiapas¡ª llora y grita mientras a su lado sujeta a su hijo, Pablo Andr¨¦s, de un a?o y dos meses. "?Por favor, por favor, ay¨²dame!", suplica en un espa?ol entrecortado. "Mi hijo est¨¢ enfermo. Muchos d¨ªas de sufrir. P¨¢same un poquito de comida. Todos los d¨ªas no hay agua potable. ?Ay¨²dame!". Su clamor se une a los gritos de?"?libertad, libertad, libertad!", de decenas de migrantes caribe?os y africanos que esperan encerrados en este improvisado albergue una respuesta oficial para poder seguir con su ruta hacia el norte.
El albergue fue?habilitado como una extensi¨®n de la estaci¨®n migratoria Siglo XXI. Dentro?han sido encerrados m¨¢s de 600 sin papeles y el martes al menos 50 de ellos han intentado escaparse del reciento, tras un mot¨ªn que ha sido sofocado por militares y polic¨ªas federales. Los migrantes ¡ªque denuncian condiciones precarias, falta de agua y alimentos¡ª golpearon el port¨®n principal del centro exigiendo ser liberados. Tirada en el suelo, con su hijo al lado, la mujer haitiana sacaba su rostro por debajo de la puerta de hierro y lanzaba su clamor a las c¨¢maras de los reporteros desplegados en la zona. "Est¨¢ sufriendo mucho, est¨¢ enfermo. Si no me ayudan, mi hijo se va a morir".
Su dram¨¢tico reclamo se produce d¨ªas despu¨¦s de que se conociera el fallecimiento de un hombre y su hija en el r¨ªo Bravo, frontera natural entre M¨¦xico y Estados Unidos. El lunes fueron hallados los cuerpos de??scar y Valeria Mart¨ªnez, un hombre salvadore?o de 25 a?os y su hija de un a?o y 11 meses, ahogados tras intentar cruzar el caudal. La imagen de padre e hija ha conmocionado al mundo y es el reflejo del drama de la crisis migratoria centroamericana. La embajada de El Salvador en M¨¦xico inform¨® el martes de que se har¨¢ cargo de los gastos de repatriaci¨®n de los cuerpos al pa¨ªs centroamericano.
Tras un acuerdo con EE UU para evitar que Washington impusiera aranceles a los productos mexicanos, el Gobierno del presidente mexicano Andr¨¦s L¨®pez Obrador ha desplegado a 15.000 oficiales de la Guardia Nacional en la frontera norte, mientras que otros 10.500 refuerzan la seguridad en el borde fronterizo con Guatemala y Belice.?Las autoridades mexicanas informaron este mi¨¦rcoles que hab¨ªan detenido a 101 migrantes centroamericanos en el estado de Veracruz ¡ªlocalizado frente a las costas del golfo de M¨¦xico¡ª. La Polic¨ªa Federal dijo que se trata de indocumentados de El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua. Donald Trump ha felicitado a M¨¦xico por estas medidas, pero organizaciones de derechos humanos han criticado lo que califican como la "criminalizaci¨®n" de la migraci¨®n.?"Las tr¨¢gicas im¨¢genes de los cuerpos sin vida de un padre salvadore?o y su peque?a hija en el r¨ªo?Bravo, son el retrato de las fallidas pol¨ªticas de Donald Trump y L¨®pez Obrador?de intentar parar el flujo con fuerza militar.?Las personas huyen de la violencia extrema, de la falta de protecci¨®n de sus gobiernos, de la profunda desigualdad y discriminaci¨®n, ni un muro de concreto [hormig¨®n], ni de soldados con armas, les van a detener. Solo hacen de su intento por protegerse, uno de vida o muerte", dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Am¨¦ricas de Amnist¨ªa Internacional.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.