La diplomacia del coral que acerca a Israel a sus vecinos ¨¢rabes

Un fen¨®meno global que no parece afectar a los arrecifes del norte del Mar Rojo. ¡°Somos muy afortunados, porque mientras nuestros colegas de otras partes del mundo luchan desesperadamente por salvar el coral, en el Golfo de ?qaba, a pesar del calentamiento y del desarrollo loco, tur¨ªstico e industrial que experimenta la zona, nuestros corales gozan de muy buena salud¡±, asegura a EL PA?S, el profesor Maoz Fines, del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Bar Ilan, Israel.

Pero, ?qu¨¦ es lo que hace que los corales del norte del Mar Rojo sean m¨¢s resistentes a esos cambios? ?Podr¨ªa el estudio de esos arrecifes contribuir a preservar el coral en otros lugares del planeta? Hasta ahora, las diferencias pol¨ªticas entre los gobiernos de los pa¨ªses ribere?os del Mar Rojo no han permitido elaborar un plan conjunto de actuaci¨®n ni para estudiarlo, ni para poner en marcha futuros planes conjuntos de conservaci¨®n. ¡°La enorme resistencia al deterioro de nuestros corales no debe de hacernos bajar la guardia. Es una zona donde los arrecifes est¨¢n sumamente cerca de los humanos. El boom tur¨ªstico que hemos experimentado hace que cada vez haya un mayor desarrollo urban¨ªstico a lo largo de toda la costa y eso, si no se controla conjuntamente, acabar¨¢ da?¨¢ndolos¡±, alerta el cient¨ªfico israel¨ª.

Por eso, un grupo de expertos de los pa¨ªses ribere?os del Mar Rojo, entre los que se encuentra el profesor Fines, han abanderado el proyecto m¨¢s ambicioso, hasta la fecha: crear un entorno de colaboraci¨®n que les permita estudiar en conjunto las particularidades de los m¨¢s de 2.000 kil¨®metros de arrecife continuo.

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Gracias a la participaci¨®n de Suiza, han logrado sortear las dificultades pol¨ªticas para compartir los estudios realizados individualmente por diferentes equipos de ocean¨®grafos, bi¨®logos marinos, ge¨®logos y expertos en ingenier¨ªa ambiental, civil y conservaci¨®n de la naturaleza. ¡°Todos los vecinos del mar necesitamos los arrecifes. Suiza nos proporcionar¨¢ un paraguas neutral bajo el que trabajar y compartir nuestros puntos de vista para afrontar los problemas que nos afectan a todos¡±, explica Fines.

Cient¨ªficos de pa¨ªses como Arabia Saud¨ª, Sud¨¢n o Yemen, que no mantienen relaciones diplom¨¢ticas con Israel, trabajar¨¢n codo con codo, individualmente, con sus colegas suizos del recientemente creado Centro de Investigaci¨®n Transnacional del Mar Rojo, en la ciudad de Berna, para observar y estudiar el particular ecosistema coralino del Mar Rojo. ¡°Los suizos nos permitir¨¢n salvar los obst¨¢culos pol¨ªticos. Trabajar¨¢n con todos y luego cada equipo volcar¨¢ los resultados obtenidos en una base de datos com¨²n, situada en Suiza, de la que todos podremos beneficiarnos. Qui¨¦n sabe si alg¨²n d¨ªa podremos hacerlo personalmente, en un encuentro que nos permita elaborar futuros modelos conjuntos de sostenibilidad¡±, dice el cient¨ªfico hebreo.

Egipto, Jordania, Eritrea y Djibuti tambi¨¦n forman parte del proyecto que permitir¨¢ adem¨¢s de estudiar las particularidades de la resiliencia del coral, elaborar un detallado mapa del impacto de la actividad humana a lo largo de la costa del Mar Rojo. ¡°En algunos lugares se ha optado por crear arrecifes artificiales, pero eso no es una soluci¨®n a los problemas del ecosistema marino. La prioridad debe de ser preservar lo que tenemos, no introducir nuevos elementos de estr¨¦s en el ecosistema. La basura debe de ser sacada del mar¡±, sentencia tajante Fines.