O muy hip¨®critas o cambio de rumbo

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas visit¨® Colombia la semana pasada. El objetivo era el de determinar el avance del proceso de paz y analizar las diferentes versiones y relatos que hay sobre el progreso o retroceso de la implementaci¨®n de los acuerdos. Se podr¨ªa hablar de tres relatos en materia de cumplimiento con el acuerdo de paz.

El primer relato es de crisis. En lo fundamental, el Gobierno colombiano se ha esforzado en sabotear el proceso y llevar a que el incumplimiento reviva a las FARC. Su objetivo es volver a crear un enemigo p¨²blico al mejor estilo de los Gobiernos neopopulistas. En el primer a?o de mandato Duque, se ha visto un intento constante del saboteo y mecanismos para torpedear el buen funcionamiento de la justicia transicional. Desde el proyecto de ley para hacer que sectores de la sociedad no sean juzgados por los cr¨ªmenes que cometieron en el marco del conflicto, hasta las famosas objeciones y la desfinanciaci¨®n de parte del sistema de justicia transaccional han sido los mecanismos m¨¢s utilizados.

De hecho, en uno de los errores, ya comunes, que causan indignaci¨®n y risa, a falta de un d¨ªa para que llegara el Consejo de Seguridad al pa¨ªs, el Gobierno colombiano anunci¨® p¨²blicamente que le quitar¨ªa el 30% del presupuesto a la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz o JEP, con lo que la bloqueaba. Un error torpe que puso al Gobierno contra las cuerdas, pues en los m¨²ltiples viajes del presidente, as¨ª como en discursos del embajador colombiano en la ONU, se ha dicho que se respetar¨¢ y garantizar¨¢ el funcionamiento de la JEP. Como era de esperarse, horas despu¨¦s, el Gobierno se ech¨® para atr¨¢s y el propio presidente Duque les dijo a magistrados de la JEP ¡°ya les tengo su pl¨¢tica¡±.

El segundo relato es el del Gobierno, el cual se resume en algunos postulados. Por un lado, que ellos encontraron todo hecho un desastre, por ende, lo que se ha avanzado es poco, pero no por falta de voluntad, m¨¢s bien por la necesidad de organizar la casa. Adem¨¢s, dicen que no hay plata, que muchas de las iniciativas que se derivaron el Acuerdo no tiene techo presupuestal, por tanto, no se pueden cumplir. En tercer lugar, otro de los relatos dice que los proyectos ley y actos legislativos (enmiendas constitucionales) no son un sabotaje sino acciones para corregir cosas mal hechas que quedaron en el acuerdo. Hay una tercera versi¨®n que dice que el Gobierno no ha avanzado por falta de calidad t¨¦cnica de sus funcionarios. La ignorancia frente al tema, sumado a los prejuicios y la inexperiencia en el ejercicio p¨²blico, han llevado a tales niveles de par¨¢lisis institucional.

Lo cierto es que hubo dos encuentros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que reflejan lo sucedido con su visita. Una de las reuniones m¨¢s importantes fue entre el Consejo de Seguridad y la Comisi¨®n de Paz del Congreso de la Rep¨²blica. En ella, la conclusi¨®n del presidente del Consejo de Seguridad es que ¡°la paz de Colombia es un ¨¦xito para Colombia, pero tambi¨¦n para las Naciones Unidas y lo vamos a defender¡±. La otra conclusi¨®n es la petici¨®n para que dejen trabajar la JEP y no torpedeen su funcionamiento.

Tambi¨¦n se presentaron l¨ªneas de preocupaci¨®n en tres materias. En primer lugar, la victimizaci¨®n a l¨ªderes sociales. En el pa¨ªs asesinan un l¨ªder social cada dos d¨ªas. En segundo lugar, las garant¨ªas para la oposici¨®n. Como se sabe varias personas, al parecer, son v¨ªctimas de interceptaciones ilegales y supuestas acciones de complot para desprestigiar a congresistas, periodistas y opositores en general. En la lista estar¨ªa el senador Roy Barreras, el senador Iv¨¢n Cepeda y analistas como Le¨®n Valencia y hasta quien escribe esta columna. Lo delicado del asunto es que esto, seg¨²n algunas investigaciones, estar¨ªa siendo liderado por la ANI o Agencia Nacional de Inteligencia. Por ¨²ltimo, la necesidad de avanzar m¨¢s r¨¢pido en la implementaci¨®n, sobre todo en temas de reincorporaci¨®n y presencia territorial del Estado.

Incluso, el senador Roy Barreras coment¨® una de las apreciaciones de la senadora y candidata presidencial del Centro Democr¨¢tico, el partido de Gobierno, Paloma Valencia. Seg¨²n ella, es muy dif¨ªcil ¡°llevar Estado a todas las regiones, es mejor traer la gente a donde hay Estado¡±. Es decir, desocupar vastas regiones del pa¨ªs y no construir Estado, ciudadan¨ªa y mercado en m¨¢s de la mitad de Colombia. Una visi¨®n contraria al acuerdo de paz.

Hubo una segunda reuni¨®n en el departamento del Cauca, ubicado al suroccidente de Colombia. En el ETCR, un espacio donde los exguerrilleros de las FARC llevan su proceso de reincorporaci¨®n, pas¨® algo incre¨ªble: los miembros del Gobierno colombiano, entre ellos el canciller y el encargado directo del proceso de paz, parec¨ªan m¨¢s papistas que el papa, se explayaron en elogios al acuerdo de paz y a la JEP. A esta ¨²ltima la defendieron m¨¢s que los propios magistrados de la jurisdicci¨®n. Los asistentes no daban cr¨¦dito a lo que escuchaban. Si algo ha hecho el Gobierno es torpedear a la justicia transicional. Uno de los asistentes a la reuni¨®n dijo: ¡°O cambiaron de rumbo o son muy hip¨®critas¡±. En lo personal, creo en la segunda opci¨®n. El sabotaje a la JEP seguir¨¢ por los pr¨®ximos meses y a?os.