Las nuevas restricciones de Trump amenazan con colapsar un sistema de asilo mexicano desbordado
La falta de recursos y personal provoca retrasos de varios a?os en los tr¨¢mites de refugio en M¨¦xico
Cada ma?ana a las 9.00 los nervios y el hartazgo hacen fila frente a Versalles n¨²mero 43, en la Ciudad de M¨¦xico. All¨ª la venezolana Leidy Guti¨¦rrez, de 25 a?os, tiene cita para saber si le han concedido el asilo. Lleva un a?o de tr¨¢mites, un a?o de visitas quincenales a la Comisi¨®n de Ayuda a Refugiados (Comar).?¡°Si me dicen que no, apelar¨¦¡±, asegura. ¡°Lo peor es la espera, la incertidumbre¡±.?¡°El proceso es largo y tedioso pero ya estamos acostumbrados a aguantar el viacrucis¡±, se?ala Jos¨¦ Luis Machado, caraque?o de 50 a?os apodado El C¨®nsul, que regala consejos y vende arepas de carne para calmar los nervios de los que esperan. Guti¨¦rrez y Machado son el ¨²ltimo eslab¨®n de un sistema de asilo mexicano desbordado, cuya crisis puede agravar el anunciado endurecimiento de la pol¨ªtica de refugio de Estados Unidos (EE UU).
Las medidas difundidas la semana?pasada por la Administraci¨®n Trump exigen a los migrantes haber iniciado tr¨¢mites y haber sido rechazados en otro pa¨ªs antes de poder optar al refugio en EE UU. Aunque es posible que sean impugnadas por contravenir las normas internacionales, las nuevas restricciones pueden incrementar de manera significativa la carga de trabajo de la Comar, al borde del colapso?por el dr¨¢stico incremento de solicitudes?en los primeros seis meses -m¨¢s del triple que en el mismo periodo de 2018-. ¡°Nos preocupa mucho¡±, reconoce su titular, Andr¨¦s Ram¨ªrez. ¡°Ser¨ªa como poner una mancha m¨¢s al tigre¡±.
Un d¨ªa despu¨¦s de la visita del jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, su hom¨®logo mexicano, Marcelo Ebrard, ha insistido este lunes que M¨¦xico rechaza ser considerado tercer pa¨ªs seguro y que va a mantener la misma pol¨ªtica de asilo, independientemente de las nuevas normas. Pero la Comisi¨®n Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y varios expertos en migraci¨®n han advertido de las inconsistencias entre discurso y realidad. ¡°Si las normas entran en vigor, van a poner a M¨¦xico en una situaci¨®n a¨²n m¨¢s muy complicada¡±, asegura la investigadora de The New School de Nueva York, Alexandra Delano. ¡°Dice Ebrard que M¨¦xico va a seguir siendo un pa¨ªs abierto al asilo, pero ?d¨®nde est¨¢n los recursos?¡±.
El sistema se enfrenta a una ecuaci¨®n insostenible: m¨¢s migrantes y menos dinero. Las solicitudes se han triplicado, pero la pol¨ªtica de austeridad impulsada por el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha reducido el presupuesto de la Comar, dependiente de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n (Ministerio de Interior), a poco m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares en 2019. Los expertos consultados y las propias autoridades sostienen que se necesitar¨ªa un presupuesto de cuatro a seis veces mayor para responder en los plazos correspondientes. La ley dicta 45 d¨ªas -con una posibilidad de pr¨®rroga-, pero los tr¨¢mites pueden llegar a demorarse m¨¢s de dos a?os. De las 50.000 solicitudes pendientes, alrededor de dos terceras partes arrastran retrasos. ¡°Hacemos lo que podemos con lo que tenemos¡±, justifica Ram¨ªrez. ¡°Nadie est¨¢ obligado a lo imposible¡±.
Ante la perspectiva del colapso, la agencia de la ONU para los refugiados ha lanzado un salvavidas a la Comar. ACNUR paga los sueldos de casi la mitad de sus dos centenares de empleados. ¡°Nos permite sobrevivir¡±, dice Ram¨ªrez. Sin embargo, este apoyo no soluciona el cuello de botella de fondo: la falta de abogados de ¡°estructura¡±, los ¨²nicos que la ley faculta para entrevistar y firmar resoluciones. La oficina de la Comar en Ciudad de M¨¦xico tiene cinco abogados para gestionar m¨¢s de 4.000 casos y la de Tapachula, en la frontera con Guatemala, apenas nueve para casi 10.000.
Durante la espera, la vida del solicitante es una jaula. No puede moverse del Estado donde hizo la petici¨®n. Como la mayor¨ªa de migrantes entra a M¨¦xico desde Guatemala, el campo de b¨²squeda de empleo se limita a Chiapas, el Estado m¨¢s pobre del pa¨ªs. ¡°En Ciudad de M¨¦xico a¨²n tienes posibilidad de encontrar trabajo, pero en el sur no la hay y si te mueves dan el tr¨¢mite por abandonado¡±, explica la directora de la ONG Sin Fronteras, Ana Saiz.
La falta de apoyo para encontrar trabajo y los retrasos en los tr¨¢mites hacen que algunos migrantes desistan y emprendan la ruta hacia EE UU. Aryanis, hondure?a de 29 a?os y v¨ªctima de violencia de g¨¦nero que prefiere resguardar su identidad por seguridad, se plantea esa opci¨®n pese al endurecimiento de la pol¨ªtica migratoria estadounidense. En marzo cruz¨® el r¨ªo Suchiate en bote para huir de las pandillas y pedir el asilo en M¨¦xico. Cuatro meses despu¨¦s, ya siente el peso de la espera. Vive en un albergue con sus dos hijas y no sale a buscar trabajo porque tiene miedo de dejarlas solas. ¡°Te quedas sin dinero, pasas d¨ªas sin comer y no tienes a qui¨¦n pedirle prestado. Est¨¢s solo¡±, relata. ¡°Viendo que las autoridades no resuelven, voy a tener que arriesgarme a cruzar¡±.
La Secretar¨ªa de Hacienda, asegura la Comar, se ha comprometido a abrir el grifo de recursos, pero todav¨ªa no hay informaci¨®n de cu¨¢ndo y cu¨¢nto alivio podr¨ªa llegar. Tampoco si ser¨¢ suficiente. Delano, de The New School, se muestra esc¨¦ptica. ¡°La atenci¨®n que el Gobierno mexicano da al sistema de asilo es siempre en respuesta a EE UU¡±, dice. ¡°Urge una pol¨ªtica integral, independientemente de lo que haga Trump¡±. Las autoridades prev¨¦n que el n¨²mero de solicitudes en 2019 sea tres veces mayor que en 2018 y, en ese contexto, las nuevas normas de Trump son un ingrediente m¨¢s en una tormenta perfecta. ¡°Se tiene que poner una veladora¡±, dice Ram¨ªrez, de la Comar, ¡°y esperar que los tribunales en EE UU juzguen que son ilegales¡±.
Criterios distintos seg¨²n el origen del solicitante
El ¨¦xito de una solicitud de asilo en M¨¦xico lleva a?os dependiendo de la nacionalidad del solicitante. El tr¨¢mite de hondure?os y salvadore?os, que componen la mayor¨ªa de los migrantes, puede tardar el doble que el de los venezolanos y adem¨¢s tiene menos opciones de ser aprobado. Mientras un 98% de las peticiones de los venezolanos fueron aceptadas en 2018, la tasa fue de un 28% para los hondure?os. La raz¨®n es que a los primeros se les ha aplicado la Declaraci¨®n de Cartagena de 1984, con una definici¨®n m¨¢s amplia del refugiado, y a los segundos, la Convenci¨®n de Ginebra de 1951, m¨¢s restrictiva.
El titular de la Comar, Andr¨¦s Ram¨ªrez, reconoce que los venezolanos han recibido un "trato prioritario", algo que ahora busca cambiar. Hace unas semanas, la Comar extendi¨® la aplicaci¨®n de los est¨¢ndares de Cartagena a los hondure?os y planea hacerlo tambi¨¦n con los salvadore?os pr¨®ximamente. Con ello, esperan reducir los tiempos del tr¨¢mite a la mitad y aliviar una monta?a de casos que no para de crecer.
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