Colombia pacta con China la repatriaci¨®n de presos condenados por narcotr¨¢fico
La firma de un acuerdo entre Bogot¨¢ y Pek¨ªn abre la puerta a la repatriaci¨®n de los 217 colombianos condenados en China por tr¨¢fico de drogas
Ana Alzate lleva m¨¢s de siete a?os escribiendo una carta cada mes. Dedica un d¨ªa a pensar qu¨¦ decir, a elegir las palabras que enviar¨¢ a la Canciller¨ªa colombiana, que las llevar¨¢ desde Bogot¨¢ a China y despu¨¦s, por fin, hasta las manos de su hija Leidy Johana B¨¢rcenas Alzate, condenada inicialmente a pena de muerte en el Centro de Reclusi¨®n No. 1 de Pek¨ªn por llevar dos kilos de coca. En la carta que la se?ora escribi¨® esta semana quiso darle esperanza, pero prefiri¨® ser prudente: el Gobierno de Iv¨¢n Duque anunci¨® que firmar¨¢ un tratado de repatriaci¨®n de los presos colombianos en China y no solo Ana, sino muchos familiares de los 217 colombianos condenados en ese pa¨ªs est¨¢n a la expectativa.
¡°Yo espero que esta vez s¨ª se d¨¦ porque su ni?a, que tiene s¨ªndrome de Down, est¨¢ creciendo y me pregunta mucho por ella. Que si ya viene la mam¨¢ en el avi¨®n, me dice todo el tiempo¡±, afirma la mujer, que esta vez tambi¨¦n le envi¨® fotos y ans¨ªa el periplo de 15.500 kil¨®metros que la conecta con su hija, a quien no ve desde que se fue a Brasil en el 2012. En S?o Paulo, ha dicho Leidy en su defensa, le hab¨ªan ofrecido un trabajo, pero fue enga?ada y obligada a viajar con la droga a China. Si no lo hac¨ªa- argument¨®- asesinar¨ªan a su madre y a su hija peque?a. Despu¨¦s de ser condenada a pena de muerte logr¨® rebajarla a cadena perpetua y actualmente tiene condena a doce a?os. "Yo me estoy muriendo de pena moral", dice la se?ora.
No servir¨¢ para todos
¡°Se ha trabajado mucho con la Canciller¨ªa -afirma Blanca Henr¨ªquez, abogada que lleva cuarenta casos-. Las familias est¨¢n muy contentas. Ahora, hay que rogarle al Congreso que, una vez firmado lo apruebe¡±, explica la abogada, que es parte del Centro de Ayuda a las Personas Extranjeras de la Universidad Aut¨®noma de Colombia.
Pero el tratado no beneficiar¨ªa inmediatamente a todos los condenados. As¨ª lo dej¨® claro la viceministra de Justicia del gobierno Duque, Juanita Mar¨ªa L¨®pez. ¡°El tratado busca establecer reglas claras de aquellos casos que sean procedentes o por razones humanitarias o porque sea posible hacer la conmutaci¨®n de la pena¡±, dijo.
De los 217 presos, cuatro est¨¢n condenados a pena de muerte y catorce a prisi¨®n perpetua y todos tienen muy presente la historia de Ismael Arciniegas, que fue ejecutado en 2017. Hab¨ªa intentado ingresar a China cuatro kilos de coca¨ªna. Su caso marc¨® un cisma para las familias; muchas perdieron la esperanza, pero otras creen que China lo hizo para enviar un mensaje de dureza y no se repetir¨¢.
La abogada, que lleva cuatro a?os acompa?ando estos casos de forma gratuita, dice que muchos han sido enga?ados por redes mafiosas que los venden a otras; amenazados por deudas de gota a gota, una modalidad de pr¨¦stamo diario que entrega dinero sin condiciones pero a intereses muy altos y que se puede pagar con la vida. Otros m¨¢s aceptan por incautos y algunos tambi¨¦n por ambici¨®n.
¡°Los inocentes son los que suelen pedir la repatriaci¨®n, que se hace por razones humanitarias. El requisito es que sean de la tercera edad, tengan alguna discapacidad o que sus hijos o esposos padezcan alguna enfermedad grave y comprobable¡±, afirma la abogada.
Precisamente, por razones de salud han sido repatriados tres colombianos: Harold Carrillo, un taxista que sufr¨ªa de c¨¢ncer de ganglios linf¨¢ticos; Jos¨¦ Emiliano Contreras Forero, de 73 a?os, condenado a 12 a?os y 4 meses; Sara Mar¨ªa Galeano, transexual que hab¨ªa pagado siete a?os y medio en China, tambi¨¦n por enfermedad. Ambos fueron trasladados desde Hong Kong y Guangzhou a prisiones en Colombia.
A pesar del hacinamiento en las c¨¢rceles colombianas que, seg¨²n el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja superan el 300 %, muchos prefieren estar cerca de sus familias. Por lo pronto, manifiestan su arrepentimiento a trav¨¦s de cartas como las que envi¨® uno de ellos: ¡°por este error que comet¨ª destru¨ª parte de mi vida y a mi familia¡±, escribi¨® uno de los condenados en una carta que lleg¨® de China.
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